Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

844 Anales de la Universidad
lo sucedido y de lo hecho por él, al superior ó al Juez, quedando á disposición
del uno ó del otro, á quienes entregará esas diligencias si constaren
por escrito y los efectos del delito ó falta y las personas detenidas.
Esta medida es naturalmente de buen orden, es lógica. El inferior
cede al superior, porque éste abarca mayor jurisdicción y la ejerce
sobre aquél, y le supera probablemente por su intelectualidad, mayor
práctica, mayor sagacidad; al menos así debe ser si se hace de la institución
policial una carrera en la cual asciendan sus individuos merced
al mérito comprobado y no al favoritismo.
Art. 12G—Los funcionarios que constituyen la Policía
judicial practicarán sin dilación las diligencias que los funcionarios
del Ministerio Público les encomienden para la
comprobación del delito ó falta y averiguación de sus factores,
y todas las demás que durante el curso de los procesos
les encomienden los Jueces.
CJonc.: art. 287 de la Lej' de Enj. Criui. Española.
Art. 127—El Ministerio Público y los Jueces podrán
entenderse directamente con los funcionarios de Policía judicial,
cualquiera que sea su categoría, para todos los efectos
de este título; pero si el servicio que de ellos exigiesen
admitiese espera, deberán acudir al superior respectivo del
funcionario de Policía judicial, mientras no necesite del inmediato
auxilio de éste.
Cono. art. 288 de la Ley de Enj. Crim. Española.
Hasta ahora hemos tratado en los artículos anteriores del cometida
de los agentes de Policía judicial que por sí mismos tienen que cumplir;
tócanos después de esto, decir que les incumbe cumplir las diligencias
que los Fiscales y los Jueces de lo penal les encomienden para
la comprobación del delito ó falta y para la averiguación de sus factores
y todas las demás circunstancias que fuesen necesarias. En estos
casos la misión de la policía judiciaria es ejecutiva, y no cabo que discuta
m ponga observaciones sobi-e la procedencia ó improcedencia del
mandato, que deberá acatar sin dilaciones y con la más exacta rectitud.
Ha sido corriente y es aún, entre nosotros, que los Jueces que son
los únicos encargados de sumariar por delito ó falta, se comunicaran