Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

820 Anales de la Universidad
tribunal donde se ventilaron las causas respectivas, los autos que las
constituyan ó un testimonio auténtico de la sentencia ejecutoriada y
una certificación de haber cumplido el reo, en gu caso, la pena impuesta.
Estas pruebas se refieren, como se ve, á circunstancias que los jueces
de hecho y de derecho deberán tener presentes al dictar su veredicto
j sentencia, porque son agravantes de responsabilidad, (artículo 39, números
14 y 15 del Código Penal Uruguayo ).
Habría conveniencia en crear entre nosotros lo que en España se
llama Registro Central de penados, adjunto al Ministerio de Gracia y
Justicia, en cuyo Registro se lleva razón circunstanciada de todos los
procesos habidos en la Península desde el año 1878. Y por consiguiente,
hay constancia de los castigos infligidos por ante la jurisdicción
penal ordinaria.
Un Begistro Central 6 General, entre nosotros, sería un medio fácil
que tendrían los jueces instructores para averiguar si el procesado tal
ó cual tiene en su contra las agravantes apuntadas.
La fijación de la edad del procesado tiene el doble objeto de establecer
su identidad y de graduar la responsabilidad que quepa según
ella, ya para excencionar de pena ó ya para aminorarla.
El artículo 17 del Código Penal Uruguayo cuenta entre las circunstancias
eximentes de responsabilidad, la edad menor de diez, años, y
la de ser mayor de diez y menor de catorce, á no ser que conste haber
obrado el inculpado con discernimiento. El artículo 18 señala entre
las circunstancias atenuantes, la menor edad de diez y ocho años.
La edad de los procesados debe acreditarse por testimonio del Registro
de Estado Civil de Nacimientos ó por la fe de bautismo, ó en
defecto de estas pruebas ó por ser difícil y tardío lograrlas, por el reconocimiento
é informe pericial.
La determinación de la edad de los procesados es un requisito indispensable.
La manera imperativa como le establece el artículo 98 del
Proyecto da la medida de la obligación en que están los jueces de
llenarle oficiosamente sin necesidad de petición de parte. No hay que
confiar en las apariencias, en esto de calcvilar edades; tales apariencias
son engañosas frecuentemente; descifrarlas es obra de habilidad
y competencia profesional; por esto es que hacemos extensiva para todos
los casos sin excepción, la determinación documental ó la científica
de la edad.
Hay Código Procesal que faculta al Juez á no hacerlo siempre que,
prima facie, la edad del procesado parezca pasible legalmente de todo
el rigor de la ley penal.