19.05.2014 Views

Año 19, t. 24, nº 91 (1914) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Año 19, t. 24, nº 91 (1914) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Año 19, t. 24, nº 91 (1914) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

376 Alíales de la Universidad<br />

perfecta, identificándose en un todo con la institución que<br />

dirige. No concibo la dirección de un Liceo de Enseñanza<br />

Secundaria de otra manera y en otra forma. Es precisamente<br />

el período de aprendizaje liceal aquel en que se<br />

forman los caracteres juveniles, la edad de la vida en<br />

que por primera vez se manifiesta el principio de responsabilidad.<br />

Justo es, pues, favorecerlo con la palabra y<br />

con el ejemplo, inculcando en el cerebro tierno de esos<br />

jóvenes alumnos las grandes verdades y las grandes enseñanzas.<br />

Es éste precisamente el punto diferencial entre<br />

la enseñanza primaria y la enseñanza secundaria, aquélla<br />

formando un todo unido y compacto, sin diferenciación,<br />

absorvido por el ente moral escuela; ésta, revelando el<br />

principio individual, destacando en su forma y en su<br />

fondo la responsabilidad, la competencia y el saber de<br />

cada uno. Es el período de la edad temprana en que lasgrandes<br />

pasiones y los grandes sentimientos se agitan al<br />

calor de un corazón virgen. Guiarla siempre, en todo<br />

momento, es deber de humanidad. Es por eso que en<br />

todos los países más a<strong>del</strong>antados y más liberales <strong>del</strong><br />

mundo se considera la enseñanza secundaria como una<br />

función <strong>del</strong> Estado. Las contiendas repetidas <strong>del</strong> siglo<br />

pasado, las discusiones sobre libertad de enseñanza, la.<br />

perseverancia con que los hombres de ideas más avanzadas<br />

han defendido la intervención <strong>del</strong> Estado en esa<br />

enseñanza, demuestran el alcance trascendental y el peligro<br />

con que se la mira, ante la posibilidad de quedar<br />

librada á la simple iniciativa individual.<br />

Todos estos factores y otros que no escaparán á la<br />

ilustración de los señores miembros <strong>del</strong> Honorable Consejo,<br />

demuestran que la tarea de los señores directores<br />

es por sí múltiple y sumamente pesada, sin necesidad de<br />

que se le acoplen funciones de otra índole. El ideal sería<br />

que el Director no dictara clase alguna; pero ya que<br />

exigencias económicas imponen esa tarea en el presente,<br />

justo es que se la limite, fijando acaso el máximum de<br />

una hora diaria. No es verdad. Honorable Consejo, que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!