Año 56, entrega 160 - Publicaciones Periódicas del Uruguay

42 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
Según que la ordenación de los distintos valores se haga basándose
en calificaciones adjetivas o en datos numéricos, podremos
distinguir, respectivamente, la matética cualitativa y la matética
cuantitativa.
UTILIDAD DE LA MATÉTICA. — MATÉTICA CUALITATIVA
En todas las actividades humanas se manifiesta, con mayor o
menor intensidad, desde los tiempos más remotos, la actividad ordenadora.
Ejemplos culminantes de ordenación son las divisiones y
clasificaciones científicas y la organización de la actividad industrial.
Así, por ejemulo, la obra botánica del gran LINNEO, y en
general, la de todos los sistematizadores en ciencias naturales, constituyen
ejemplos de ordenación o de «matética científica». La organización
de una gran fábrica moderna, —por ejemplo, la fábrica
de automóviles de FORD, llamada «la apoteosis de la industria
americana»—, constituye también un caso notable; de ordenación o
de matética práctica.
El principio fundamental de la matética puede expresarse
mediante la conocida sentencia: «Un lugar y un tiempo para cada
cosa, y cada cosa a su tiempo y en su lugar». Este es el primer
paso, empírico, de la matética, lo que podemos llamar la matética
cualitativa; después, con un grado mayor de precisión, se nos presenta
la matética cuantitativa.
En la vida intelectual corriente, podemos ver realizado un esfuerzo
importante de ordenación, particularmente en las obras y
manuales didácticos de todas las ciencias y artes, esfuerzo documentado
en los índices metódicos de dichas obras. En este sentido,
hoy no se concibe un libro o publicación de cierta importancia, que
no tenga su índice metódico. Una obra sin índice, sin sumario y
sin conclusiones, pierde la mitad de su valor. Al disponernos a
leer un libro, lo primero a que debemos atender, es al índice do
materias. Supuestas iguales las demás condiciones, cuanto más
metódica y estricta sea la ordenación de las nociones tratadas
en una obra determinada, tanto mayor será su mérito y utilidad,
y tanto más fácil, para el lector, el dominio intelectual de
los hechos expuestos en ella.
Al leer un libro, conviene habituarse, desde la juventud,
a retener las divisiones de su plan, y a resumir en pocas palabras
su contenido y significado. La división y el resumen equiva.
len, respectivamente, al análisis y a la síntesis del tema en
cuestión.
En lo relativo a la técnica expositiva, es indudable que
uno de sus principales requisitos es la ordenación. A mayor ordenación,
más fácil comprensión y asimilación. Lo mismo debemos