oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay
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y la felicidad empieza con la refrigeración y los colchones protectores de sueños. Intimidad de dioses y de triunfadores vencedora de la transpiración del mal aliento y de la sed, vacío perfecto donde todo va mejor, tibieza del slogan, tiempo en vilo, cortina de bumo y tul contra la nocbe, pausa refrescante, estribillo en camisa sin arrugas, perplejidad de las boras maceradas y después otra tanda de avisos o la muerte. COMPOSICION LA LLUVIA JI Soy dócil a las costumbres del siglo, , retrocedo a mi infancia, elijo, fríamente, de espaldas a las emo:::iones, una mañana en el cuarto grado de la escuela, porque allf está el origen de mi retórica, la fundación de un quebacer, el santo y seña de decir las cosas inspirándome en las cosas, porque se me decía boyes día de lluvia vamos a escribir sobre la lluvia ¿cómo es el cielo? yo decía gris pero nunca babía visto el cielo se forman arroyos en las aéeras pero yo no veía arroyos el día de lluvia es monótono, el agua repiquetea y las boras se vuelven monótonas pero yo no sabía qué cosa era la monotonía basta boy sentado frente al papel, día de lluvia en el que nada me importa el color del cielo, en el que nada tengo para decir, en el que nada puedo hacer sino tratar de oír la lluvia su repiqueteo su monotonía. 58
JULIO ORTEGA POEMAS INFORME PARA ISOLDA Anoche 24 de dieiembre de 1966, mientras el corazón soportaba apenas un poco de dicha abríamos los regalos (una blusa para mamá, para mí zapatillas, oh paz de vidrio en las casas incendiadas por la inocencia y un poco de quietud, y para tí una muñeca de jebe que hace ruido), abríamos la carne del pan que nos acompaña en todos los idiomas como un perro pálido a 10 largo de los años, y en la televisión soportábamos falsas promesas, sonrisas y despropósitos que no equivalen a la ira, mientras partíamos el pan . y los muchachos del edificio reventaban cohetes celebrando la pólvora que no conocen. Una barriada en Da Nang, Vietnam del Sur, a la misma hora era borrada por un fuego que arranca gritos y pela la cabeza de los hombres vaciando sus sesos, sorprendidos en sus mesas de Noche Buena por un avión norteamericano que se estrellaba sobre ellos que son pequeños, como es pequeño el cuerpo y en ningún otro lugar vive el amor, en un lugar solamente pequeño. También a los aviadores les fue arrancado el seso, y a más de cien hombres (en ese momento varones, niños o mujeres) que no habían elegido la Navidad ni un cielo podrido por los aviones. Oh leche derramada sobre esas mesas como la ceniza o el seso partido de esta tierra, dejaron de beberla más de cien hombres sorprendidos sin nada que olvidar cuando sus carnes susurraban en el incendio. Y tú, mi pequeña, recuerda a los muertos por fuego y gasolina, a los muertos por error en un tiempo ermdo. Esa misma noche, anoche, Paulo VI dijo misa en Florencia, lIena de barro, lloremos juntos, dijo, con los pueblos n I 59
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JULIO ORTEGA<br />
POEMAS<br />
INFORME PARA ISOLDA<br />
Anoche 24 de dieiembre de 1966,<br />
mientras el corazón soportaba apenas un poco de <strong>dic</strong>ha<br />
abríamos los regalos (una blusa para mamá,<br />
para mí zapatillas, oh paz de vidrio en las casas<br />
incendiadas por la inocencia y un poco de quietud,<br />
y para tí una muñeca de jebe que hace ruido),<br />
abríamos la carne <strong>del</strong> pan que nos acompaña<br />
en todos los idiomas como un perro pálido<br />
a 10 largo de los años,<br />
y en la televisión soportábamos falsas promesas,<br />
sonrisas y despropósitos que no equivalen a la ira,<br />
mientras partíamos el pan .<br />
y los muchachos <strong>del</strong> edificio reventaban cohetes<br />
celebrando la pólvora que no conocen.<br />
Una barriada en Da Nang, Vietnam <strong>del</strong> Sur,<br />
a la misma hora era borrada por un fuego<br />
que arranca gritos y pela la cabeza de los hombres<br />
vaciando sus sesos, sorprendidos<br />
en sus mesas de Noche Buena por un avión norteamericano<br />
que se estrellaba sobre ellos<br />
que son pequeños, como es pequeño el cuerpo<br />
y en ningún otro lugar vive el amor, en un lugar solamente<br />
pequeño. También a los aviadores les fue arrancado el seso,<br />
y a más de cien hombres (en ese momento varones, niños<br />
o mujeres) que no habían elegido la Navidad<br />
ni un cielo podrido por los aviones.<br />
Oh leche derramada sobre esas mesas<br />
como la ceniza o el seso partido de esta tierra,<br />
dejaron de beberla más de cien hombres sorprendidos<br />
sin nada que olvidar cuando sus carnes susurraban<br />
en el incendio. Y tú, mi pequeña,<br />
recuerda a los muertos por fuego y gasolina,<br />
a los muertos por error en un tiempo ermdo.<br />
Esa misma noche, anoche,<br />
Paulo VI dijo misa en Florencia, lIena de barro,<br />
lloremos juntos, dijo, con los pueblos<br />
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