mayo 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay
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POBREZA, BURGUESIA y REVOLUCION<br />
17<br />
mente engendra las <strong>mayo</strong>res características de la<br />
cultura de la pobreza y, por otro, la otra cara de<br />
la historia, es en los países coloniales donde se<br />
muestran mejor esos rasgos. Por eso no creo que<br />
la cultura de la pobreza pueda ser abolida, pero<br />
sí que puede ser reducida considerablemente en<br />
países muy a<strong>del</strong>antados como los Estados Unidos,<br />
que tienen una gran potencialidad de riqueza debido<br />
asu gran tecnología, riqueza que puede ser<br />
utilizada en gran parte para organizar a la gente<br />
por medio de lo que se llama el Estado de bienestar.<br />
Pero, ¿qué pasa cuando se da a la gente la<br />
ayuda de la desocupación? ¿Acaso se elimina la<br />
cultura de la pobreza? No creo que se consiga<br />
eliminarla; lo que se logra es esencialmente detenerla,<br />
congelarla a cierto nivel e impedir que<br />
continúe desarrollándose.<br />
KSK: Pero, Osear, todo el problema de estos países<br />
de América Latina es que no tienen ninguna<br />
posibilidad de convertirse en naciones muy desarrolladas.<br />
Tú estás haciendo una comparación con<br />
los Estados Unidos y es una comparación que no<br />
se puede hacer. En América Latina la ayuda <strong>del</strong><br />
exterior y todo el sistema capitalista sólo han conseguido<br />
producir los elementos necesarios para<br />
mantener una cultura de la pobreza, pero no para<br />
producir una sociedad altamente desarrollada que<br />
pueda reducirla y eliminarla. La tendencia tiene<br />
sentido contrario: en América Latina lo que aumenta<br />
y se desarrolla es la cultura de la pobreza, con<br />
la desventaja de que aún en uno de esos regímenes<br />
semifascistas como los que allí existen las posibilidades<br />
de creación de una sociedad distinta<br />
son muy débiles. No sé qué resultados arrojaría<br />
el estudio <strong>del</strong> Paraguay, por ejemplo pero tengo<br />
muchas dudas de que la gente que allí vive en la<br />
cultura de la pobreza tenga la creencia de pertenecer<br />
a algo. Un fenómeno que puede ser estudiado<br />
en los Estados Unidos o en Puerto Rico, que<br />
es un Estado satélite, no es posible aplicarlo a<br />
otros países <strong>del</strong> hemisferio occidental, en mi opinión.<br />
OL: Bueno, yo creo que los rasgos de la cultura<br />
de la pobreza aparecen claramente y por excelencia<br />
en América Latina. Estoy de acuerdo con<br />
Carlos en que como concepto se aplica mejor a<br />
los países de ese continente. No veo ningún problema<br />
en este aspecto y creo que una investigación<br />
más a fondo en los demás países de América<br />
Latina podría mostrar diferencias de tipo local,<br />
pero sospecho que si uno va a los arrabales o<br />
los otros suburbios pobres de Lima o a las poblaciones<br />
callampas de Santiago de Chile, se podría<br />
encontrar más o menos las mismas cosas. También<br />
en el Brasil. Si uno lee el libro de Carolina María<br />
de Jesús, Quarto de despejo, resulta claro que se<br />
trata <strong>del</strong> mismo fenómeno, aunque no haya sido<br />
estudiado allí en forma intensiva. El verdadero problema<br />
es lo rápidamente que crece la clase media<br />
en estos países, en qué proporción esta gente de<br />
las poblaciones marginales está siendo absorbida<br />
de un modo u otro por dicha clase media, qué<br />
posibilidades de expansión de los servicios sociales<br />
tienen estos países, qué programas estatales<br />
tienen para minimizar algunos de los más agudos<br />
aspectos de la cultura de la pobreza. No creo que<br />
puedan eliminar radicalmente la cultura de la pobreza.<br />
KSK: No se trata de eliminarla, sino de reducirla.<br />
La tendencia es de aumentar o de reducir. Creo<br />
que en el actual estado de desarrollo de estos parses<br />
la cultura de la pobreza tiende a aumentar y el<br />
crecimiento económico no basta para reducirla.<br />
La a/íenación ba;o el socialismo<br />
OL: Me gustaría preguntarte una cosa. Tú que conoces<br />
mucho mejor que yo los países socialistas<br />
y la Europa <strong>del</strong> Este, ¿crees que mi teoría más o<br />
menos especulativa de que la cultura de la pobreza<br />
desaparece bajo el socialismo es realmente<br />
válida?<br />
/(SK: La cultura de la pobreza, en la definición<br />
que tú das, desaparece sin duda en un régimen<br />
socialista. Pero en estos últimos tiempos los sociólogcs<br />
de esos países, como Baczko y Schaff en<br />
Polonia, se preocupan mucho <strong>del</strong> problema de la<br />
"alienación-- en los países socialistas. Este es un<br />
concepto muy nuevo y nada fácil de analizar.<br />
Creo que si se profundiza en el examen de las sociedades<br />
socialistas se podrán encontrar características<br />
distintas a la de la cultura de la pobreza,<br />
ya que la estructura <strong>del</strong> Estado y la sociedad es<br />
muy distinta, pero lo que se podrá encontrar es el<br />
fenómeno de alienación, de la no asimilacíón <strong>del</strong><br />
individuo en la colectividad: el sentimiento de d~<br />
samparo, el sentimiento de riOideñllilcarse con la<br />
"sociedad, proviene sobre todo de que la gente no<br />
tiene una suficiente conciencia pÓÍítica, de que sus<br />
fines en la vida no coinciden con lasperspectiyas,.<br />
dibujadas por los dirigentes. Las promesas de la<br />
prospendad económica y de'la libertad hechas de<br />
lo alto no son tomadas en serio ante todo porque<br />
la gente no tiene el sentimiento de que su vida<br />
está mejorando suficientemente y, además, porque<br />
se los ha hecho demasiadas promesas no cumplidas<br />
en el pasado. No tienen la impresión de participar<br />
en su propia historia. La padecen. De aqur<br />
nace un sentimiento que puede ser asimilado hasta<br />
cierto punto con los que produce la cultura de<br />
la pobreza. Pero evidentemente se trata de una