Año 2, tomo 6 (mar. 1902) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

, MOYADA
poítiío y m ,lnoeiMad
humana, que,
ptMdt decine, et on
nidelot Imitan) por
' loa eipdadsnoa que en
la vida poblioa han
4e atrainsar, torso-
Mínente, por las decepciones*
y miserias
ojue A su paso oponen
la ambicl¿n rastrera.
7 la envidia enconada.
La lectura de
estas dos cartas— la
de Lamas y la de
Herrera jr Obes —demuestran
como entonces
los bombreB se
estimaban y Bablan
conservar su amistad
y coa ella su independencia
de criterio
político, sin que esto
importara una traición
iü una indisciplina
á castigarse cotí
el ostracismo dentro
de ]a propia colectividad
que ellos dignillcaban
y honraban.
Eran ellos quienes levantaban
la causa de
sus convicciones y
quienes las fulguraban
en las páginas de
la historia.
fetóchte. Á 50Ó leguas de distancia, V. M puede Un» dstoj
bastantei ciertos para formarse juicios tan severos y tan düroé,
oümo los que V. sienta eou tanta seguridad; y no tentándote»,
V. debió reservarlos para mejor examen ó emitirlos canta circunspección
que demanda un asunto tan delicado. Yo no «pruebo
lo que V. ha hecho. La carta al Presidente es une. gran
falta, por aquella razón. Como desahogo, bastaba lo que V. me
decía i mí, á quien V. podía hablar con la más íntima confianza;
poique, repito, V. no tenía motivos para otra cosa. Las infames
y absurdas cartas á que V. so refiere, y cuyos textos,
V. me transcribe, no puede V. presentarlas como justificativos.
En oposición tenía V. las mías, que, prescindiendo de la rosfretabilidad
que les imprime mi posición y el carácter con q