Año 2, tomo 6 (mar. 1902) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

COBBBBPOSDEIÍCU. DIPLOMÁTICA, PBIVADA 106
El doctor don AN-
Dxdg LAXAS escribe
ftl doctor don MA-
Kü*L HSBRÍ^A Y
OBKS dáudole a conocer
el próximo viaje
del general Pacheco
á Montevideo, deseando
que se vinculen,
refiriéndose, en
un todo, á una carta
que en el míamo sentido
diríje al seQor
don Joaquín Suárez,
- y que-habría de producir
profunda indignación
en el ánimo
del doctor Herrera,
como se vera por la
carta subsiguiente.
CORRESPONDENCIA DIPLOMÁTICA, PRIVADA,
DEL DOCTOR DON MANUEL HERBERA V OBES CON LOS
PBtSCIPAl^S HOMBRES PÚBLICOS, AMEKICAXOS Y EUROPEOS,
DE 1847 I 1855
(Continuación) (1)
Río Janeiro, Noviembre 25 de 1848.
Por aquí hemos tenido un movimiento en Pernambuoo, cuyos
detalles encontrará en el adjunto Jornal.
Estos señores estaban preparados para ese rompimiento, que
juzgaban inevitable y que les distraía numerosas fuerzas. Cuentan
que dentro de 40 días estarán desembarazados de esa atención
y en actitud de contraer todos sus medios á las eventualidades
externas.. Así lo creen.
La orden de Rosas para que Guido presente á este Gobierno
los documentos de la intriga Costa, habrá probado A V. la entera
verdad oon que le anuncié que nuestros enemigos se contraen
ahora á arrebatarnos la confianza de nuestra conservación y la
de nuestra firmeza é intenciones, como medio de paralizar toda
inteligencia decisiva, toda intimidad y cordialidad.
Todo y todos concurren á auxiliarlo» en este propósito ; y debo
repetir á Y. que estamos mal, muy mal.
Solo hechos firmes, enérgicos, pueden volvernos la confianza
que necesitamos.
La publicación de esas cartas de Costa, nos es fatal, muy
fatal.
(1) Véase VIDA MODERNA, tomo VI, página 392.
V. ye Herrera, que es necesario renunciar i la esperanza de
un arreglo paeífico con nuestros enemigos, y que estos mismos
enemigos se sirven de nuestros propios esfucixos y sacrificios
por 1» paz para quitarnos la confianza que en el exterior nos
ha de dar la única salvación posible. Esa confianza sólo puede
establecerse con hechos.
Me persuado que V. lo reconocerá así, y con la intención de
auxiliar sus esfuerzos en ese sentido, y por que concibo, que es
también un deber, después de la'publicación de Rosas, escribo
hoy al señor Presidente para inauifetttai'le aquella necesidad ó
instruirle del próximo viaje de Pacheco á Montevideo: de la
explicación que con él tuve y de las excelentes disposiciones en
que va.
Como V. ha de leer esa carta, y me falta tiempo, me refiero
á ella.
He trabajado, como le anuncié, en poner i! Pacheco en inteligencia
con V. y en persuadirle de la conveniencia de que V.
se conserve en la administración.
Puedo decir á V. que no estoy descontento de lo que he hecho.
Haga V. por su parte, y yo tendré una satisfacción complete.
No olvide V. mi amigo, que su reconciliación con Pacheco es
muy importante para ahora y para después. Pacheco tiene la
ftrtuna de que su nombre excluya, para propios y extraños,
hasta la idea de una entrega indigna.
ANDRÉS LAMAS.
Montevideo, Diciembre 21 de 1848.
SiIUS cartas del 11, 13 y 25 próximo pajado, hai¡ causado
aquí
wjuí un disgusto universal, y, ú mi ¡uieio, con rozón. Volviendo
a 1 V, franqueza por franqueza, le diré que por unís que me devano
los sesos no alcanzo á explicante- la prufunda impresión de que
estilo, uaa|
parece V. poseído, al decir lo que V. me dice y repito al Pre-
de alma, i
k KODSESA.—T, VI.