Año 2, tomo 6 (mar. 1902) - Publicaciones Periódicas del Uruguay
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AVES ABTIOTA8 93<br />
AVES ARTISTAS<br />
NIDOS DE PXJAEOB<br />
El flamenco — El boyero<br />
Excluyamos al rey de las aves canoras; hagamos exclusión<br />
también <strong>del</strong> melodioso cantor americano, el silvestre sabia, que<br />
modula en cada arppgio mía nota alegre ó quejumbrosa <strong>del</strong><br />
dulce guaraní: eliminemos de la revista & los inteligentes loros<br />
que articulan, y con ellas á la mimosa califa, y dediquemos<br />
nuestra atención á aquellas aves que son verdaderos ó risibles<br />
arquitectos, por la especialidad con que construven sus inoradas.<br />
Voluminosísimo, tosco y laberíntico es un nido de cotorras:<br />
muchas celdas ó boardillas — independientes y sembradas sin<br />
orden ni plan alguno, constituyen el conventillo ó < medio mundo<br />
» donde el silencio no reina jamás entre aquellos centenares<br />
de ruidosos loccUers.<br />
El espinera (ttnumbius acnticnnto.i) hace un nido erizado<br />
y muy grande que no está en relación con la pequeña talla<br />
de este pájaro americano, El conducto que encamina al I cebo es<br />
tortuoso, ancho y profundo.<br />
La antítesis de este nido es el cíe la paloma montes: un<br />
simplísimo zarzo ó fruir/tufa, muy leve, es lo que les permite navegar<br />
inexplicablemente en el aéreo <strong>mar</strong> en que se hallan loa<br />
hiievcciHos y luego la prole.<br />
Más elemental aun, más pobi'e. es el nido <strong>del</strong> r/ariotí/i :<br />
fomiado, al natural, en algún pequeño hoyo ó simple depresión<br />
de ¡a roca, de la greda, de la arena. >"ada más pobre, nada mas<br />
desmantelado.<br />
La avecilla sudamericana llamada generalmente hornero,<br />
(fu<strong>mar</strong>ias], y en algunas partes casero, nombres que toma,<br />
por el nido «tí generis que construye, no estií asimismo bien<br />
designada, puesto que es un verdadero arquitecto - constructor,<br />
y hífbil alfarero.<br />
El hornero, tan generalizado aún en nuestra campaña, fabrica<br />
un nido, ó más propiamente, una vivienda admirable: — es de<br />
barro; unas voces arcilloso; otras de tierra vegetal.<br />
Está casi siempre adherido á las grandes ramas de los árboles,<br />
A los postes de los cercos, <strong>del</strong> telégrafo, etc.; poro también suele<br />
verse en las casas, y en las peüas de los campos, A muy poca<br />
elevación.<br />
La forma <strong>del</strong> hornito es siempre semiesféncu 6 de media<br />
naranja. Ln pasta terrea que lo constituye está bien amasada ó<br />
batida con filamentos 6 partículas vegetales, y aún animales, que<br />
la hacen fibrosa y sumamente resistente.<br />
Los más recios golpes son impotentes para hundir la bóveda<br />
bien calculada por este arquitecto irracional, que carece por lo<br />
mismo de compás, escuadra, nivel, plomada, ote.<br />
La superficie exterior de la cúpula es casi siempre lisa, aunque<br />
no bruñida; otras presenta carnadas ó escamas figurando empizarrado<br />
ó tejado.<br />
Las dimensiones de este ingenioso fortín poco varían : sin.<br />
embargo, suele tener hasta treinta centímetros de longitud en la<br />
base, v veinte, así de alto como de ancho el edificio.<br />
Estudiado es sin duda el vestíbulo caracoleado que presenta<br />
la casa 6 rancho <strong>del</strong> hornero: impide la entrada de la lluvia, y<br />
libra de los animales rapaces de carpo poco flexible, A los huevos,<br />
y ít la cría. Este tabique arqueado forma en el edificio dos<br />
compartimentos, siendo el primero, apena3 un vestíbulo estrecho<br />
é incómodo.<br />
Como que el pájaro-arquitecto, es á la vez que inteligente y<br />
laborioso, previsor, refacciona, reconstruye muy ¡í menudo la<br />
morada que encuentra destruida por manos dañinas.<br />
Otras veces, las menos, se le ocurre caprichosamente á la<br />
avecilla escultora levantar un edificio sobre otro; y es curiosísimo<br />
ver varios pisos, varios hornos superpuestos.<br />
Nada por fin tan peregrino como el rito que le cuelga el