Año 2, tomo 6 (mar. 1902) - Publicaciones Periódicas del Uruguay
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90 "TIC* MODran»<br />
franela también pw Us ídem como el' á»ctor ViAd* y ean»<br />
«i doctor Vidsl, enemige <strong>del</strong> bavardage de la piensa, y refractario<br />
i toda ¡Sea da selfc-goveroment. Tampoco MíhdeB podía concebir<br />
la intervención que legítimamente Ee cupiera to<strong>mar</strong> en aqaal<br />
asuste al Tribunal de Justicia, cuya actitud condenaba como un<br />
atentado contra la autoridad suprema; hallaba merecidos tos-destierros<br />
en vista de la oposición sistemada que hacía el Siglo al<br />
gobierno <strong>del</strong> tripotage, y le parecía la cosa más natural <strong>del</strong> mundo<br />
que el Ejecutivo pudiera desterrar por su orden á los que él<br />
mismo, de propia autoridad, había calificado de díscolos y descontentadizo9<br />
y reducido A prisión. Pero-este al menos, Méndez,<br />
tuvo muy luego ocasión de experimentar en sí mismo la exceleneia<br />
de su sistema, pues tres ó cuatro meses después de las prisiones<br />
y destierros que él había encontrado muy arreglados, fuá<br />
i su turno reducido á prisión en toda regla, por orden <strong>del</strong> mismo<br />
gobierno, y no ya simplemente por díscolo ó descontentadizo,<br />
sino por conspirador. Nada menos que esto se necesitó<br />
para que el señor Méndez renegase ( por aquella vez al menos)<br />
sus doctrinas autoritarias, para que se convenciera de que las<br />
agresiones contra un ciudadano son amenazas contra todos los<br />
demás, de que la arbitrariedad es un anua de dos filos, y para<br />
que reconociera, como me lo manifestó ¡í mí mismo, que el buen<br />
hombre de tres ó cuatro meses atrás no era en realidad otra<br />
cosa que un Tartufo, un fanx bonhomme.<br />
Ko lie tenido contacto con el doctor Vizca, otro francés ; pero<br />
según pública voz y fama con machos ribetes de bachicha, que<br />
no tienen Vidal y Méndez; mas es probable que, en política, les<br />
haga coro á sus colegas, y me induce á creerlo la actitud que<br />
tomó cuando el cólera, el carácter violentísimo de las medidas<br />
que propuso para evitar los progresos de la epidemia, y las admirables<br />
dotes para prefecto de Napoleón III que en esta ocasión<br />
acreditó poseer.<br />
Vidal, Méndez, Vizca — he ahí los tipos políticos que la Europa<br />
nos envía. Y sin embargo, que excelentes hombres, que<br />
buenos amigos los dos primeros! Ilustrados, honrados, caritativos,<br />
¿qué les falta para ser ciudadanos útilísimos á su país?<br />
Lo que no se enseñaba eu Francia bajo el imperio: educación<br />
DK LAS LEYES CÍCONSTITUOIOirALEg 91<br />
política, ideas liberales, principios, hábitos de vida democrática<br />
Hay en ellos tela para todo, sí se quiere, menos para ciudadanos<br />
de una república; poseen la ciencia de la medicina, pero- no<br />
poseen, no, la ciencia det ciudadMa, Como quien dice instintivamente,<br />
y con la mejor buena fe <strong>del</strong> mundo, Vidal y Méndez<br />
repelerán siempre al verdadero liberalismo, y optnráu siempre<br />
por el sistema de la compresión y la doctrina de la omnipotencia,<br />
y los gobiernos personales encontrarán en ellos, si no sus<br />
más esforzados sostenedores, sus más acérrimos apologistas. Ha"<br />
blarles de constitución, de instituciones, de libertad política, de<br />
frenos y garantías contra los abusos de la autoridad, de derechos<br />
<strong>del</strong> ciudadano ó <strong>del</strong> pueblo y d