Año 2, tomo 6 (mar. 1902) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

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bm. Por ^ contrario^ «Urao dector Mag»riBo» «4 iprt«r*ba
á dwir, en esa acta, que ew la harta la i^U^e6c^0é»íU
palabra, y no el Residente. De ella resolte la enejan con que
procedió la Mesa al pedir i los legisladores que no m movieran
de tu» asientos, obteniendo el restablecimiento del orden para
que el doctor Hágannos pudiera continuar en el usó de la palabra,
como asi sucedió, sin que nadie lo molestara. D» ella aparece
que el misino doctor Magariflos reconoció que no teñía derecho
d hablar sin antes llenar los procediinientos reglamentarios
que el señor Presidente le indicaba, y que si no siguió en el
uso de la palabra fui porque él mismo reconoció que no podía
hacerlo parlamentariamente.
La invención está destruida elocuentemente. So hubo tales
fueros de diputados atacados por el Presidente Palomeque. Se
trató simplemente de un tumulto de la barra, que el Presidente
contuvo á su tiempo, con la energía innata en él, y que nadie
desconocía. Aparece en ridiculo, pues, aquello de qué el Presidente
era un autoritario y el único que en su carácter de tal meta
poder interpretar el Reglamento. Ahí está el doctor Magarifíos
diciendo: ES FALSO ; EL PBESIDENTE TENÍA RAZÓN, Y POE ESO
NO HABLÉ !
En la nota de la página 113 se dice:
• Don Joaquín Requena era miembro de La Unión Liberal.
« Formaban también parte de esa importante asociación don
« Luis A. de Herrera, don Federico Nía Reyes, don Cándido
« Joanicü, don Jaime Estrázulas, don Juan José de Herrera,
" -don Andrés Gómez, don Juan P. Caravia, don Ambrosio Ve-
« lazco, don Francisco Solano Antuca, don Bernardo P. Berro,
« etc. — fracción llamada '.blaages-libarales ó coiiatitiiciQna}s3, >
« que se babían salvado de la" ignominia del-Oémto, amparán-
« dose en la generosidad del Pacto de Octubre y desvinculáu-
* dose completamente de don Manuel Oribe. Siguieron á loa
« Conservadores en la revolución de Agosto, pero más tarde, —
- «triunfante la brutalidad personificada de Oribe — traicionaron
'« á aquellos.
las Curetu, hombre ambicioso?
. de talento f por don José Gabriel Paíomeque.
< Formaro» Muchos de ello*) la «amarilla que sojuzgó la TO-
< luntad de Puriira, cuyo carácter ya gastado por la senectud
«y la embriagas» no podía oponer resistencia alguna águereso-
• lucione».»
' La ira tai siempre ttdh mala consejera. La estudiada supre*
sión que el joven Ooetto y Viana bace aqui de ciertas persona'
lidades, para haoer resaltar las muy determinadas que él desea
flajelar. no lo acredita OOIQD historiador que va detrás de la verdad.
La Unión Liberal ¿ que se refiere, estaba eompnesta de
Jomift selecto deja sociedad uruguaya. Kespondía á una nobilísima
aapiranión. Con toda malicia "suprime los nombres de sus
principales asociados, pertenecientes á la otra colectividad. -Faltan,
en esa cita; los nombres de los señores don L>uis Lamas, personaje
conspicuo de aquel entonces, que era su Presidente, y &
quien más de un elogio tributó, en esa época, El Comercio del
Plata, como faltan también los del doctor don José Gabriel
Palomeque, F. A. Vidal, José M. Solsoua, Emeterio Regúnaga,
José M." MufioZj Eleuterio ViHagrán, Justino Costa, Juan Manuel
de la Sierra, Joaquín Reyes, Ratndn Vilardebó, Leopoldo
Olave, Constantino Lavalleja, Roque Núñez, Joaquín Requena,
Nicolás L. Conde, Salvador N. García, Daniel Fajardo, Manuel
Farías, Carlos Antonio Fajardo, Pedro de Zas, Carlos' M. Escalada,
Antonio Bobé, Ambrosio Castagnet, Gregorio Pérez, Bernabé
Rivera, Calixto J. Quincoses, Antonio Pereyia, Simón Patino,
Lucio Rodríguez, Juan Luis Pacheco, Benigno Islas, Francisco
Fernández, Rafael Hernández, José C. Neves, Domingo
Costa, Fermín Ferreira, Carlos Labandera, Lindolfo Arrúe, Tomas
de Tezanos, Heraclio C. Fajardo, Cándido Bustaoiante, Gabriel
T. Ríos, Juan F. Castro, Federico Muñoz, Luis Otero, Epifanio
Zavalla, Antonio Zorrilla, León Pereda, F. Fraga, José
Cándido Bustamante, Eduardo F. Olave, Gregorio Castro, Manuel
Sobona, José María Vilaza, Juan Freiré, Salvador Larrobla,