Los Turistores Kunas Antropologia del turismo etnico en ... - Inawinapi
Los Turistores Kunas Antropologia del turismo etnico en ... - Inawinapi
Los Turistores Kunas Antropologia del turismo etnico en ... - Inawinapi
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LOS TURISTORES KUNAS. ANTROPOLOGÍA DEL TURISMO ÉTNICO EN PANAMÁ 261<br />
CAPÍTULO 10<br />
1. Código psicológico<br />
2. Código estético<br />
Códigos de las imág<strong>en</strong>es turísticas (Ronai, 1976)<br />
Utilización de repres<strong>en</strong>taciones que evoqu<strong>en</strong> emociones<br />
o revivan experi<strong>en</strong>cias.<br />
El contorno es pres<strong>en</strong>tado como una obra de arte<br />
antrópica o física.<br />
3. Código inconsci<strong>en</strong>te Utilización de m<strong>en</strong>sajes subliminales.<br />
4. Código mítico<br />
5. Código estratégico<br />
6. Código geográfico-humano<br />
Refer<strong>en</strong>cia a la fantasía, lo irracional, el paraíso<br />
perdido, lo arcaico o el progreso.<br />
Se destacan una serie de valores y una determinada<br />
posición estratégica.<br />
Exposición épica <strong>del</strong> clima, de la geomorfología, de los<br />
habitantes...<br />
7. Código infra-estrutural Como hacer el viaje y comunicar con el destino.<br />
CUADRO 57.<br />
En un contexto muy competitivo como el que nos <strong>en</strong>contramos, para atraer<br />
turistas y promover su deseo de viajar, se crean imág<strong>en</strong>es de lo p<strong>en</strong>sado como<br />
“auténtico” (MacCannell, 1976 e 1992; Urry, 1990: 3; Santana, 1997: 59) que<br />
acaban por construir imaginarios sociales colectivos. El nombre de una ciudad<br />
o de un local turístico nos posiciona positiva, negativa o indifer<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
fr<strong>en</strong>te a su realidad nominal <strong>en</strong> una realidad imaginada y repres<strong>en</strong>tada. En<br />
esta óptica de promoción turística Fernández Fuster (1989: 224) difer<strong>en</strong>cia<br />
<strong>en</strong>tre “locales arqueogénicos” y “locales neogénicos”. <strong>Los</strong> primeros son locales<br />
con un estrato histórico que se puede v<strong>en</strong>der y promover turísticam<strong>en</strong>te,<br />
son los “lugares acumulados” de los que habla Urbain (1993: 28). <strong>Los</strong><br />
segundos son locales creados ex-novo para el <strong>turismo</strong>. Ambos necesitan <strong>en</strong><br />
cualquier caso de imág<strong>en</strong>es turísticas. Las imág<strong>en</strong>es sirv<strong>en</strong> a la promoción<br />
turística y pued<strong>en</strong> c<strong>en</strong>trarse <strong>en</strong> el producto, <strong>en</strong> el consumo <strong>del</strong> producto o<br />
<strong>en</strong> su universo. En cualquier caso, las imág<strong>en</strong>es turísticas son una forma de<br />
<strong>en</strong>volver, empaquetar, comercializar y v<strong>en</strong>der esos productos turísticos con la<br />
ori<strong>en</strong>tación para los de fuera.<br />
Pero, lejos de la aut<strong>en</strong>ticidad pot<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te buscada, esas imág<strong>en</strong>es suel<strong>en</strong><br />
estar ll<strong>en</strong>as de idealizaciones y clichés reductores que no escapan a una lectura<br />
crítica. Folletos, revistas y vídeos turísticos pres<strong>en</strong>tan una iconografía turística<br />
de los locales de destino turístico que <strong>en</strong> la mayor parte de los casos ocultan,<br />
obscurec<strong>en</strong> y <strong>en</strong>mascaran las realidades sociales, culturales, políticas y económicas<br />
(Selwyn, 1990; 1993). Estas imág<strong>en</strong>es e informaciones turísticas ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
el papel de mediaciones culturales <strong>en</strong>tre los anfitriones y los invitados (Smith,<br />
1992; Simonicca, 2002) y sirv<strong>en</strong> para “v<strong>en</strong>der” los locales de destino turístico a<br />
través de la creación de imaginarios turísticos que mo<strong>del</strong>an los productos turísticos<br />
como si fues<strong>en</strong> reales (Crouch e Lübbr<strong>en</strong>, 2003). Podemos afirmar que las<br />
imág<strong>en</strong>es turísticas son un tipo de mitos (Barthes, 1973), es decir, una imag<strong>en</strong><br />
simple que es pres<strong>en</strong>tada como algo absoluto, aunque irreal. Estos mitos sirv<strong>en</strong><br />
como superestructura ideológica <strong>del</strong> sistema de poder.<br />
De esta forma, la pres<strong>en</strong>tación sintética y “sanitarizada” de los destinos (Albers,<br />
1992) crea una dicotomía <strong>en</strong>tre el espacio turístico imaginario —creado<br />
por las m<strong>en</strong>sajes publicitarias y el marketing— y el espacio social real de<br />
los habitantes locales. El resultado puede ser una cierta uniformización de los<br />
productos turísticos y un proceso de aculturación que int<strong>en</strong>ta homog<strong>en</strong>eizar la<br />
diversidad cultural. En esta mediación cultural hay siempre un juego o t<strong>en</strong>sión<br />
<strong>en</strong>tre como los locales son vistos y como a ellos les gustaría ser vistos, pero<br />
también <strong>en</strong>tre como son y como se proyectan para los de fuera de la comunidad<br />
(Gre<strong>en</strong>wood, 1992).<br />
El papel de los folletos turísticos <strong>en</strong> estos procesos de construcción de<br />
los imaginarios turísticos ya fue demostrado por autores como Buck (1977)<br />
y Dann (1988; 1996), pero no son los únicos elem<strong>en</strong>tos que participan <strong>en</strong><br />
estos procesos, pues elem<strong>en</strong>tos como los guías de <strong>turismo</strong>, postales, páginas<br />
Web, vídeos, películas, fotografías, la literatura, la antropología, etc.<br />
también son importantes.<br />
En el campo <strong>del</strong> <strong>turismo</strong>, hacer promoción es comunicar, crear y proyectar<br />
imág<strong>en</strong>es para persuadir el consumidor de que el destino es la mejor elección<br />
(Quinn, 1994: 62). Es por eso que muchos folletos turísticos pres<strong>en</strong>tan el<br />
mundo como un supermercado <strong>en</strong> el cual casi todo se puede mercantilizar (Selwyn,<br />
1996: 16). El <strong>turismo</strong> acostumbra a crear repres<strong>en</strong>taciones ambival<strong>en</strong>tes<br />
o contradictorias con base <strong>en</strong> mitos y fantasías que g<strong>en</strong>eran una imag<strong>en</strong><br />
de simulacro (Baudrillard, 2002), pues no v<strong>en</strong>d<strong>en</strong> la pobreza y sí el paraíso<br />
(Crick, 1989; Martín de la Rosa, 2003).