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LOS TURISTORES KUNAS. ANTROPOLOGÍA DEL TURISMO ÉTNICO EN PANAMÁ 247
CAPÍTULO 9
una empresa de origen francés que ofrece tours y estadías a bordo de veleros
(chárters) por las islas de la comarca, ha sido sancionada por practicar este
tipo de negocio. Esta empresa empezó a operar en las aguas kunas en el año
1997, sin la autorización del Congreso General Kuna, a partir de la iniciativa
de un pequeño grupo de navegantes que quería hacer un poco de dinero para
continuar su vuelta al mundo en velero. Atraídos por la belleza del lugar y la
amabilidad de sus habitantes, pronto convirtieron la empresa en un negocio
muy rentable. Cuando sus veleros se quedaron pequeños para cubrir la demanda
de centenares de turistas que querían pasar unos días en el paraíso
kuna abordo de un velero, ampliaron su flota alquilando las embarcaciones de
otros navegantes que pasaban o permanecían en el área. En estos momentos,
durante la temporada alta -de diciembre a marzo- la empresa suele contar con
unos quince o veinte veleros dedicados al chárter.
Las actividades y el desarrollo de esta empresa extranjera no difieren mucho
de los casos de Moody y Barton presentados anteriormente. Aunque no se
trata de hoteles propiamente dichos, los kunas consideran que son “hoteles
flotantes” que violan la ley fundamental kuna porque nacen con una inversión
extranjera. Una de las principales críticas de los kunas es que la empresa San
Blas Sailing está ganando mucho dinero con esta actividad, pues cobra de 150
a 200 dólares por turista al día. Los veleristas afirman que el chárter es caro
porque en un velero hay muchos gastos: el mantenimiento, comida, mano de
obra y porque solo pueden hacer negocio durante 8 meses al año. Tal y como
el CGK especificaba en un aviso dirigido a los veleristas que llegan a la comarca
“está prohibido hacer el negocio del turismo en nuestro territorio”. Sin
embargo, la relación de la empresa de chárters con el CGK no siempre se ha
fundamentado en la prohibición. Durante un período de cuatro años, del 2000
al 2004, la empresa legalizó su situación ante el congreso y pasó a pagar 150
dólares al mes por velero en concepto de permiso de actividad turística. No
fue hasta un Congreso general celebrado en Dadnakwe Dupbir que los kunas
decidieron que la empresa violaba la ley fundamental y que por lo tanto debía
abandonar sus actividades. Hasta el día de hoy la empresa opera ilegalmente
en la comarca y el congreso reitera su posición cada seis meses.
Los veleristas no entienden porque los kunas han prohibido el chárter,
pues ellos ven en esta actividad una fuente de recursos para la comarca. En las
comunidades no parece haber una corriente de opinión mayoritaria respecto a
la prohibición del chárter. Hay quien cree que no debe permitirse, pero también
hay quien cree que:
“Los chárters y los veleros son buenos para la comarca, sobre todo
para las comunidades, pues compran en las tiendas, hacen un turismo de
calidad (a veces mejor que los kunas), son, por lo tanto, una competencia
para los hoteles. Es cierto que hacen turismo en la comarca sin ser kunas,
pero los cruceros tampoco lo son y están permitidos... por lo que el argumento
que los no kunas no pueden gestionar el turismo en Kuna Yala
no es aplicable a esta situación. Los yates antes de ser prohibidos, pagan
impuesto de 150 dólares al mes al congreso más dos dólares por turista
que subía a bordo. Son gente respetuosa y suelen cumplir con las normas.
En cambio los hoteles no lo hacen, según la ley fundamental no se puede
vender mola en los hoteles y ellos lo hacen (diario de campo MMM, Gardi
Sugdup, hombre, 48 años, 6-11-2007).
En el año 2007 los veleristas daban mucho negocio a las tiendas de Gardi y
Narganá. También eran una fuente de dinero para el aeropuerto de Corazón de
Jesús, aunque a partir del año 2009 muchos veleristas empezaron a cambiar
el avión por el carro, hecho que ha provocado un aumento del volumen de
negocio para Gardi.
A pesar de estas opiniones y los beneficios económicos que comporta
esta actividad, la decisión del CGK parece inapelable. En el CGK celebrado
en Urgandi en noviembre del 2007 uno de los socios de San Blas Sailing
acompañado de un kuna que trabajaba como capitán de velero para su
empresa convencieron a los seis pueblos 5 para que presentaran una carta
a la asamblea con el fin de reconsiderar la expulsión de la empresa de
Kuna Yala. En la carta los seis pueblos pedían al CGK que dejasen operar
a la empresa San Blas Sailing en su área, pues para ellos era una entrada
5
Los seis pueblos tienen un trato preferente con los veleros de la empresa San Blas Sailing. Esta confederación
está formada por las comunidades de Magebgandi, Niadup, Tigre, Narganá, Corazón de Jesús y Río Azucar.