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LOS TURISTORES KUNAS. ANTROPOLOGÍA DEL TURISMO ÉTNICO EN PANAMÁ 181
CAPÍTULO 7
Hablemos en primer lugar de las excursiones. Ello implica subrayar la construcción
cultural de la mirada para el turista que visita Kuna Yala, lo que
significa abordar la diversidad de turismos y de turistas que vienen a Kuna
Yala. Por ello diferenciaremos entre turismo de cruceros, turismo de yates y
turismo de hoteles. El turismo de cruceros ha sido específicamente estudiado
por nuestra colega Ana Rita Lopes (2004). En este tipo de turismo el centro de
atención turística son las comunidades, en las cuales los turistas pasan entre
2 y 3 horas sacando fotografías, comprando artesanías (ej.: molas), viendo
danzas y bebiendo coca cola y cerveza. El turismo de yates es un turismo de
descanso y relax, con otro tipo de contacto con la comunidad, pues pasan algo
más de tiempo en Kuna Yala que los cruceros y además contratan guías locales
en algunos casos, por lo que el contacto con los kunas es menos superficial.
Su punto de atención son las playas, el mar, los corales y las comunidades.
Relativamente al turismo de hoteles y cabañas la mirada turística se ancla en
puntos de interés y atracción turística que se repiten en todas las ofertas con
muy poca variedad y que son:
a) Giras a las playas.
b) Comunidades (islas).
c) Cementerio.
d) Cascada-Río.
e) Selva-Montaña.
Si bien los kunas se bañan poco en el mar y sí en el río, siendo la playa
un invento relativamente nuevo, hoy en día las playas de arena fina blanca se
preparan para el turista o se visitan en las excursiones con turistas.
La visita a las comunidades es otro de los núcleos de atracción turística,
aunque en menor número que los turistas de cruceros, que llegan en masa,
estas visitas son uno de los principales atractivos de Kuna Yala para el turista,
junto con la playa y la naturaleza. Durante las mismas los kunas sacan a relucir
a lo largo de las calles sus molas y sus artesanías con el objetivo de que
el turista compre.
Un elemento importante de la oferta turística kuna es la alimentación.
A lo largo de nuestro trabajo hemos podido ver como la alimentación es un
terreno privilegiado para observar el cambio sociocultural y el papel que el
turismo tiene en ello. Podemos constatar como se está imponiendo la idea
de comer sobre el mar o mirando al mar, exportada de otras zonas turísticas
como Bocas del Toro. Muchos son los proyectos turísticos que se reconvierten
espacialmente para dar este servicio a los turistas, ganando espacio al mar y
creando la idea de contemplación estética del mismo. Normalmente los hoteles
ofrecen alojamiento y alimentación, pues los restaurantes no abundan en
Kuna Yala, así que unas horas antes de las comidas se negocia con los turistas
las comidas y sus ingredientes, se les pregunta si son alérgicos al marisco o
si son vegetarianos (catalogados por los kuna como “los pura hierba”). No
hay una carta o una lista y la elección de los alimentos se hace a través de
comunicación verbal fundamentalmente. Podemos afirmar que el tipo de alimentación
que se le ofrece al turista es una cocina glolocal e internacional
articulada con algunos productos y elementos locales. Su oferta básica es lo
que los kuna dicen de “puro marisco”, “pocas carnes y aves”, es decir, el mar
es una fuente básica de suministro de productos alimentares para el turismo,
pero la forma de preparación, combinación de alimentos y presentación es
adaptada al gusto del turista.
El espacio que los productos locales tienen en la oferta turística se reduce
al pescado (pargo, mero, bonito,…), a los mariscos (los kuna integran aquí el
pulpo, el camarón, la langosta,…), al coco, a la fruta de temporada (piña en
julio y agosto, mango en mayo, aguacate, banano), al pan kuna, a la fruta del
árbol del pan, pimentones, tomates y mangos de algún huerto familiar. Comidas
locales como el tule masi (sopa de coco, plátano, yuca, etc.) acompañada
con pescado y sal, picante y limón al gusto), el madun (batido de banano y
cacao) o el moe (sopa kuna) por poner sólo algunos ejemplos son reservados
a un tipo de turista que acepta con facilidad vivir entre los kunas y sus costumbres,
y no en el margen liminal de la cultura de encuentro turística.
Muchos son los productos que tienen que ser importados de la ciudad de
Panamá, algunos entrevistados hablan de un 50%, con el consiguiente aumento
de los fletes de transporte y la dependencia urbana, entre ellos: hortalizas,
verduras y frutas, arroz, frijoles, papas. Aunque este aspecto presenta
diversidades microregionales en la comarca Kuna Yala, así en Nurdup, en la
zona de Gardi, la sandía y la piña son importadas de la ciudad, pero el guineo
y la yuca son traídos de los cultivos kunas en la zona del río.