El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />
maravillosa d<strong>el</strong> cuerpo de los espíritus! La fealdad no existe, porque las facciones pierden la dureza<br />
de expresión que forma <strong>el</strong> carácter distintivo de la raza humana. Dios ha beatificado todos estos<br />
cuerpos agraciados, que se mueven con todas las <strong>el</strong>egancias de la forma. <strong>El</strong> lenguaje tiene<br />
entonaciones inimitables para vosotros, y la mirada tiene la intensidad de una estr<strong>el</strong>la. Procurad,<br />
con <strong>el</strong> pensamiento, ver lo que Dios puede hacer en su omnipotencia, <strong>el</strong> arquitecto de los<br />
arquitectos, y os habréis hecho una débil idea de la forma de los espíritus.<br />
10. ¿Pero cómo os veis? ¿Os reconocéis una forma limitada, circunscrita aunque fluídica?<br />
¿Sentís una cabeza, un tronco, brazos, piernas?<br />
R. <strong>El</strong> espíritu, habiendo conservado su forma humana, pero divinizada, idealizada, tiene, sin<br />
contradicción, todos los miembros de que habláis. Me siento perfectamente las piernas y los dedos,<br />
porque podemos, por nuestra voluntad, apareceros o apretaros las manos. Estoy cerca de vosotros y<br />
he dado la mano a todos mis amigos, sin que hayan tenido conciencia de esto. Nuestra fluidez<br />
puede estar por todas partes sin ocupar <strong>el</strong> espacio, sin dar ninguna sensación, si este es nuestro<br />
deseo. En este momento tenéis las manos cruzadas y yo tengo las mías en las vuestras. Yo os digo:<br />
os amo, pero mi cuerpo no ocupa espacio, la luz lo atraviesa y lo que llamaríais un milagro si fuera<br />
visible, es para los espíritus la acción continua de todos los instantes.<br />
La vista de los espíritus no tiene r<strong>el</strong>ación con la vista humana, lo mismo que su cuerpo no<br />
tiene semejanza real, porque todo se cambia en <strong>el</strong> conjunto y en <strong>el</strong> fondo. <strong>El</strong> espíritu, os lo repito,<br />
tiene una perspicacia divina que se extiende a todo, puesto que incluso vuestro pensamiento puede<br />
adivinar. También puede oportunamente tomar la forma que mejor puede recordarle a vuestra<br />
memoria. Pero de hecho <strong>el</strong> espíritu superior que ha acabado sus pruebas, ama la forma que le ha<br />
podido conducir a Dios.<br />
11. Los espíritus no tienen sexo. No obstante. como hace pocos días que todavía erais<br />
hombre, ¿tenéis en vuestro nuevo estado más de la naturaleza masculina que de la femenina?<br />
¿Sucede lo mismo con un espíritu que dejó su cuerpo hace tiempo?<br />
R. No nos importa que nuestra naturaleza sea masculina o femenina, los espíritus no se<br />
reproducen. Dios los ha creado a su voluntad, y si por sus miras maravillosas ha querido que los<br />
espíritus se reencarnen en la Tierra, debió añadir la reproducción de las especies por <strong>el</strong> varón y la<br />
hembra. Pero vosotros lo conocéis sin que haya necesidad de más explicación. Los espíritus no<br />
pueden tener sexo.<br />
“Siempre se ha dicho que los espíritus no tienen sexo. Los sexos no son necesarios sino para la<br />
reproducción de los cuerpos, de modo que los espíritus, no reproduciéndose, los sexos serían para <strong>el</strong>los inútiles.<br />
Nuestra pregunta no tenía por objeto acreditar <strong>el</strong> hecho, sino que en razón de la muerte reciente d<strong>el</strong> Sr. Sanson,<br />
queríamos saber si le quedaba impresión de su estado terrestre.<br />
“Los espíritus depurados se dan cuenta perfectamente de su naturaleza, pero entre los espíritus<br />
inferiores no desmaterializados, hay muchos de <strong>el</strong>los que se creen aún lo que eran en la Tierra, y conservan las<br />
mismas pasiones y los mismos deseos. Y ésos se creen todavía hombres o mujeres, he ahí por qué han dicho<br />
algunos que los espíritus tienen sexo. Así es que ciertas contradicciones provienen d<strong>el</strong> estado más o menos<br />
ad<strong>el</strong>antado de los espíritus que se comunican. <strong>El</strong> mal no está en los espíritus, sino en los que les interrogan y no<br />
se toman <strong>el</strong> trabajo de profundizar las cuestiones.”<br />
12. ¿Qué aspecto os presenta la sesión? ¿Es para vuestra nueva vista lo mismo que os<br />
parecía en vuestra vida? ¿Las personas tienen para vos la misma apariencia? ¿Lo veis todo tan claro<br />
y detallado?<br />
R. Mucho más claro. porque puedo leer en <strong>el</strong> pensamiento de todos, y soy muy f<strong>el</strong>iz con la<br />
agradable impresión que me deja la buena voluntad de todos los espíritus reunidos. Deseo que <strong>el</strong><br />
mismo sentido pudiese darse a los hechos, no sólo en París, por la unidad de todos los grupos, sino<br />
también en toda Francia, donde los grupos se dividen y rivalizan seducidos por espíritus<br />
enredadores que se complacen en <strong>el</strong> desorden, mientras que <strong>el</strong> Espiritismo debe ser <strong>el</strong> olvido<br />
completo, absoluto d<strong>el</strong> yo.<br />
Página 94