El Cielo y el Infierno
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<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />
CAPÍTULO X<br />
Intervención de los demonios<br />
en las manifestaciones modernas<br />
1. Los fenómenos espiritistas modernos han llamado la atención sobre los hechos análogos<br />
que han tenido lugar en todas las épocas y nunca la historia se ha compulsado más, baja este<br />
aspecto, que en estos últimos tiempos. De la semejanza de los efectos se ha deducido la unidad de la<br />
causa. Como en todos los hechos extraordinarios, cuya razón es desconocida, la ignorancia ha visto<br />
en <strong>el</strong>los una causa sobrenatural, y la superstición los ha amplificado, añadiendo creencias absurdas.<br />
De ahí una porción de leyendas que, en su mayor parte, son una mezcla de algo verdadero y mucho<br />
falso.<br />
2. Las doctrinas sobre <strong>el</strong> demonio, que han prevalecido tanto tiempo, habían exagerado de<br />
tal modo su poder, que hicieron, por decirlo así, olvidar a Dios. Por esto razón se le hacía <strong>el</strong> honor<br />
de todo la que parecía sobrepujar la fuerza humana. Por todas partes aparecía la mano de Satanás.<br />
Los menores hechos, los descubrimientos más útiles, todos aqu<strong>el</strong>los que podían sacar al hombre de<br />
la ignorancia y ensanchar <strong>el</strong> círculo de sus ideas, han sido diferentes veces considerados como<br />
obras diabólicas.<br />
Los fenómenos espiritistas, más multiplicados en nuestros días, y sobre todo mejor<br />
observados con ayuda de las luces de la razón y los datos de la ciencia, han confirmado, en verdad,<br />
la intervención de int<strong>el</strong>igencias ocultas. Pero obrando siempre en los límites de las leyes de la<br />
Naturaleza, y rev<strong>el</strong>ando por su acción una nueva fuerza y leyes desconocidas hasta este día. La<br />
cuestión se reduce, pues, a saber de qué orden son estas int<strong>el</strong>igencias.<br />
Mientras no se han tenido sobre <strong>el</strong> mundo espiritual sino nociones inciertas o sistemáticas,<br />
ha podido haber equivocaciones. Pero hoy día, en que las observaciones rigurosas y los estudios<br />
experimentales han hecho luz sobre la naturaleza de los espíritus, su origen y su destino, su pap<strong>el</strong> en<br />
<strong>el</strong> Universo y su modo de acción, la cuestión está resu<strong>el</strong>ta por los hechos.<br />
Se sabe ahora que son las almas de los que han vivido en la Tierra. Se sabe también que las<br />
diversas categorías de espíritus buenos y malos no constituyen seres de diferentes especies, sino que<br />
marcan grados diversos de ad<strong>el</strong>anto. Según <strong>el</strong> puesto que ocupan, en razón de su progreso<br />
int<strong>el</strong>ectual y moral, los que se manifiestan se presentan bajo dos aspectos muy opuestos, lo que no<br />
les impide haber salido de la gran familia humana, de la misma manera que <strong>el</strong> salvaje, <strong>el</strong> bárbaro y<br />
<strong>el</strong> hombre civilizado.<br />
3. Sobre este punto, como sobre muchos otros, la iglesia sostiene sus viejas creencias en lo<br />
que concierne a los demonios, afirmando: “Tenemos principios que no han variado desde 18 siglos,<br />
los cuales son inmutables.” Su mal está precisamente en no tener en cuenta <strong>el</strong> progreso de las ideas<br />
y en creer a Dios muy poco sabio, para no proporcionar la rev<strong>el</strong>ación al desarrollo de la<br />
int<strong>el</strong>igencia, para usar con los hombres primitivos <strong>el</strong> mismo 1enguaje que con los hombres<br />
civilizados. Si, mientras la Humanidad ad<strong>el</strong>anta, la r<strong>el</strong>igión se empeña en sostener viejos errores,<br />
tanto en materia espiritual como en materia científica, y llega un momento en que se desborda la<br />
incredulidad.<br />
4. Veamos cómo explica la intervención exclusiva de los demonios en las manifestaciones<br />
modernas. 1<br />
1. Las citas de este capítulo están tomadas de la misma pastoral que las d<strong>el</strong> capítulo precedente, d<strong>el</strong> que<br />
son continuación, y tienen la misma autoridad.<br />
Página 70