02.05.2014 Views

El Cielo y el Infierno

El Cielo y el Infierno

El Cielo y el Infierno

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />

suspendió <strong>el</strong> Todopoderoso, porque Dios tuvo piedad de <strong>el</strong>la. Y su padre, este desgraciado entre los<br />

hombres, debe ser herido en <strong>el</strong> solo afecto de su vida, por haberse burlado d<strong>el</strong> corazón y de la<br />

confianza de los que le rodean.<br />

“Por un momento ha llegado al Altísimo su arrepentimiento, la muerte ha suspendido su<br />

espada sobre esta cabeza tan querida. Pero ha vu<strong>el</strong>to a la reb<strong>el</strong>ión y <strong>el</strong> castigo sigue siempre a la<br />

misma. ¡Dichoso uno cuando es castigado en esa Tierra! Rogad, amigos míos, por esta pobre niña,<br />

cuya juventud hará difíciles los últimos momentos. Es tan abundante la savia en este pobre ser, a<br />

pesar de su estado de decaimiento, que <strong>el</strong> alma se desatará con trabajo. ¡Oh! Rogad, más tarde os<br />

ayudará, y <strong>el</strong>la misma os dará consu<strong>el</strong>os, porque su espíritu es más <strong>el</strong>evado que los de las personas<br />

que la rodean.<br />

“Por un permiso especial d<strong>el</strong> Señor he contestado a lo que me has preguntado, porque es<br />

necesario que este espíritu esté ayudado para que <strong>el</strong> desprendimiento sea más fácil”<br />

<strong>El</strong> padre ha muerto después de haber sufrido <strong>el</strong> aislamiento por la pérdida de su hija. He aquí<br />

las primeras comunicaciones que han dado la una y <strong>el</strong> otro después de su muerte:<br />

La hija:<br />

Gracias, amigo mío, por haberos interesado por la pobre niña, y por haber seguido los<br />

consejos de vuestro buen guía. Sí, gracias a vuestras oraciones, he podido dejar más fácilmente mi<br />

envoltura terrestre, porque mi padre no oraba. ¡Maldecía! No le quiero mal, sin embargo. Esto era a<br />

consecuencia de su gran ternura por mí. Ruego a Dios le haga la gracia de ser iluminado antes de<br />

morir. Le impulso, le animo, mi misión es endulzar sus últimos instantes.<br />

A veces un rayo de luz divina parece penetrar hasta él, pero no es más que un r<strong>el</strong>ámpago<br />

pasajero, y pronto vu<strong>el</strong>ve a caer en sus primeras ideas. No hay en él sino un germen de fe ahogada<br />

por los intereses d<strong>el</strong> mundo, y que sólo podrán desenvolver nuevas pruebas más terribles, mucho<br />

me temo.<br />

En cuanto a mí, no tenía que sufrir sino un resto de expiación, por esto no ha sido muy<br />

dolorosa ni muy dificil. En mi extraña enfermedad, no sufría, era más bien un instrumento de<br />

prueba para mi padre, porque sufría más por verme en aqu<strong>el</strong> estado en que yo misma estaba<br />

resignada, y él no.<br />

Hoy he sido recompensada por esto. Dios me ha hecho <strong>el</strong> favor de abreviar mi morada en la<br />

Tierra, y le doy las gracias. Soy f<strong>el</strong>iz entre los buenos espíritus que me rodean. Todos nos<br />

dedicamos a nuestras ocupaciones con alegría, porque la falta de actividad sería un cru<strong>el</strong> suplicio.<br />

<strong>El</strong> padre, cerca de un mes después de su muerte:<br />

P. Nuestro objeto al llamaros es <strong>el</strong> de averiguar vuestra situación en <strong>el</strong> mundo de los<br />

espíritus, para seros útil, si nos es posible.<br />

R. ¡<strong>El</strong> mundo de los espíritus! yo no lo veo. No veo sino hombres que he conocido y de los cuales<br />

ninguno piensa en mí ni me echa de menos. Al contrario, parece que están contentos por haberse<br />

desembarazado de mí.<br />

P. ¿Os dais cuenta de vuestra situación?<br />

R. Perfectamente. Durante algún tiempo he creído estar todavía en vuestro mundo, pero<br />

ahora sé muy bien que no estoy en él.<br />

P. ¿Cómo es que no veíais otros espíritus alrededor vuestro?<br />

R. Lo ignoro. Sin embargo, cerca de mí todo lo veo claro.<br />

P. ¿Habéis vu<strong>el</strong>to a ver a vuestra hija?<br />

R. No, murió. La busco, la llamo inútilmente. ¡Qué vacío horrible me ha dejado su muerte<br />

en la Tierra! Muriendo, me decía que la encontraría sin duda. Pero nada. siempre <strong>el</strong> aislamiento a<br />

mi alrededor. Nadie me dirige una palabra de consu<strong>el</strong>o y de esperanza. Adiós, voy a buscar a mi<br />

hija.<br />

Página 221

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!