El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />
8. ¿Qué es lo que pudo empujaros a todas esas infamias?<br />
R. Los vicios de que estaba imbuido, la brutalidad de las pasiones.<br />
9. ¿No habéis implorado jamás la asistencia de los buenos espíritus para ayudaros a salir de<br />
esta situación?<br />
R. No veo más que los demonios d<strong>el</strong> infierno.<br />
10. ¿Teníais miedo a éstos en vuestra vida?<br />
R. No, nada de eso. La nada era mi fe. Los placeres a cualquier precio, mi culto. Las<br />
divinidades d<strong>el</strong> infierno no me han abandonado, ¡les he consagrado mi vida, no me dejarán!<br />
11. ¿No entrevéis un término a vuestros sufrimientos?<br />
R. Lo infinito no tiene término.<br />
12. Dios es infinito en su misericordia, todo puede tener un fin cuando Él lo quiere.<br />
R. ¡Si pudiese quererlo!<br />
13. ¿Por qué habéis venido a inscribiros aquí?<br />
R. No se cómo, pero he querido hablar, como si quisiera gritar para aliviarme.<br />
14. ¿Vuestros demonios no os impiden escribir?<br />
R. No, pero están ante mí, me oyen. por esto no quisiera acabar.<br />
15. ¿Es la primera vez que escribís así?<br />
R. Sí.<br />
P. ¿Sabíais que los espíritus pudiesen acercarse de este modo a los hombres?<br />
R. No.<br />
P. ¿Cómo, pues, habéis podido comprenderlo?<br />
R. No lo sé.<br />
16. ¿Qué habéis experimentado para venir cerca de mí?<br />
R. Un adormecimiento en mis terrores.<br />
17. ¿Cómo os habéis dado cuenta de que estabais aquí?<br />
R. Como cuando uno se despierta.<br />
18. ¿Cómo habéis hecho para poneros en r<strong>el</strong>ación conmigo?<br />
R. No comprendo, ¿no lo has sentido tú mismo?<br />
19. No se trata de mí, sino de vos. Procurad daros cuenta de lo que hacéis en este momento<br />
en que yo escribo.<br />
R. Tú eres mi pensamiento, he ahí todo.<br />
20. ¿No habéis, pues, tenido la voluntad de hacerme escribir?<br />
R. No, soy yo quien escribo, tú piensas por mí.<br />
21. Procurad daros cuenta de esto. Los buenos espíritus que os rodean os ayudarán en <strong>el</strong>lo.<br />
R. No, los áng<strong>el</strong>es no vienen al infierno. ¿Tú no estás solo?<br />
P. Ved a vuestro alrededor.<br />
R. Siento que se me ayuda a pensar en ti..., tu mano me obedece..., no te toco, y te tengo...,<br />
no comprendo.<br />
22. Pedid asistencia a vuestros protectores, vamos a orar juntos.<br />
R. ¿Quieres dejarme? Quédate conmigo, van a cogerme. Te lo suplico. ¡quédate, quédate!<br />
23. No puedo permanecer más tiempo. Venid todos los días, oraremos juntos, y los buenos<br />
espíritus os ayudarán.<br />
R. Sí, quisiera mi gracia. Pedid por mí, yo no puedo.<br />
<strong>El</strong> guía d<strong>el</strong> médium:<br />
Ánimo. hijo mío, te será concedido lo que tú pides, pero la expiación está todavía lejos de<br />
terminarse. Las atrocidades que ha cometido no tienen número ni nombre, y es tanto más culpable<br />
cuanta más int<strong>el</strong>igencia, instrucción y luz para guiarse tenía. Ha faltado, pues, con conocimiento de<br />
Página 176