02.05.2014 Views

El Cielo y el Infierno

El Cielo y el Infierno

El Cielo y el Infierno

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />

destruido d<strong>el</strong>ante de Trouville por un golpe de mar. Lavich tenía cuarenta y nueve años, y había<br />

nacido en Calais. La viuda d<strong>el</strong> difunto ha probado la identidad.”<br />

<strong>El</strong> 12 de agosto, cuando se hablaba de este acontecimiento en <strong>el</strong> círculo donde este espíritu<br />

se había presentado por primera vez, se comunicó de nuevo espontáneamente:<br />

“Os aseguro que soy Pascal Lavich, y tengo necesidad de vuestras oraciones. Podéis<br />

hacerme bien, porque la prueba que he sufrido ha sido terrible. La separación de mi espíritu d<strong>el</strong><br />

cuerpo no se hizo sino cuando reconocí mis faltas, y después no se apartaba de él por completo,<br />

sino que le seguía en <strong>el</strong> mar que le había tragado. Rogad, pues, a Dios que me perdone, rogadle que<br />

me dé reposo. Rogadle, os lo suplico, ¡Que este terrible fin de una existencia terrestre desgraciada<br />

sea para vosotros una enseñanza muy grande. Debéis pensar en la vida futura y no dejar de pedir a<br />

Dios su misericordia. Rogad por mí, tengo necesidad de que Dios tenga piedad de mí.”<br />

Pascal Lavich<br />

Fernando Bertin<br />

Un médium, habitante en <strong>El</strong> Havre, evocó <strong>el</strong> espíritu de una persona que le era conocida.<br />

Este espíritu respondió:<br />

“Quiero comunicarme, pero no puedo vencer <strong>el</strong> obstáculo que hay entre nosotros. Me veo<br />

obligado a dejar que se os acerquen esos desgraciados que sufren.”<br />

Recibió entonces espontáneamente la comunicación siguiente:<br />

“¡Estoy en un horroroso abismo! Ayudadme... ¡Oh, Dios mío! ¿Quién alargará una mano<br />

caritativa al desgraciado que ha sido tragado por <strong>el</strong> mar?... La noche es tan negra, que tengo<br />

miedo... Por todas partes <strong>el</strong> murmullo de las olas, y ninguna palabra amiga para consolarme y<br />

ayudarme en ese momento supremo, ¡porque esta noche profunda es la muerte con todo su horror!<br />

¡Yo no quiero morir!... ¡Oh, Dios mío! ¡Esto no es la muerte que ha de venir, es la muerte pasada!...<br />

“Estoy separado de los que amo para siempre... Veo mi cuerpo, y lo que experimentaba<br />

ahora mismo no era más que <strong>el</strong> recuerdo de la horrible angustia de la separación... Tened piedad de<br />

mí, vosotros que conocéis mis sufrimientos. ¡Rogad por mí, porque no podré resistir, como he<br />

resistido esta noche fatal, con todos los tormentos de la agonía!... Sin embargo, ése es mi castigo, lo<br />

presiento... ¡Rogad, os lo suplico!...<br />

“¡Oh! <strong>El</strong> mar... <strong>El</strong> frío.... ¡Voy a ser tragado!... Socorro... Tened, pues, piedad, ¡no me<br />

rechacéis!... ¡Nos salvaremos bien dos a dos sobre este resto! ... ¡Oh! ¡Me sofoco!... Las olas van a<br />

tragarme, y los míos no tendrán <strong>el</strong> triste consu<strong>el</strong>o de volverme a ver... Pero no, veo que mi cuerpo<br />

no es azotado por las olas...<br />

“Las oraciones de mi madre serán oídas... ¡Mi pobre madre! Si pudiera figurarse a su hijo<br />

tan miserable como lo está en realidad, oraría mejor, pero cree que la causa de mi muerte ha<br />

santificado <strong>el</strong> pasado. ¡Me llora mártir, y no desgraciado y castigado! ¡Oh! Vosotros que lo sabéis,<br />

¿no tendréis piedad de mí? ¿No rogaréis?”<br />

<strong>El</strong> nombre de Fernando Bertin, enteramente desconocido d<strong>el</strong> médium, no le recordó nada, y se creyó<br />

que sin duda sería <strong>el</strong> espíritu de algún desgraciado náufrago que venía a manifestárs<strong>el</strong>e espontáneamente, como<br />

le había acontecido muchas veces.<br />

Un poco más tarde supo que, en efecto, era <strong>el</strong> nombre de una de las víctimas de un gran desastre<br />

marítimo que había tenido lugar <strong>el</strong> 2 de diciembre de 1863. La comunicación se dio <strong>el</strong> 8 d<strong>el</strong> mismo mes, seis días<br />

después de la catástrofe. <strong>El</strong> individuo había perecido, haciendo tentativas inauditas para salvar la tripulación y<br />

en <strong>el</strong> momento en que creía asegurada su salvación.<br />

Este individuo no tenía con <strong>el</strong> médium ningún lazo de parentesco, ni tampoco de conocimiento. ¿Por<br />

qué, pues, se ha manifestado a él antes que a ningún miembro de su familia? Es porque los espíritus no<br />

encuentran en todos las condiciones fluídicas necesarias para este efecto. Además, en la turbación en que estaba<br />

no tenía la libertad de <strong>el</strong>ección: fue conducido instintivamente y por atracción hacia este médium, dotado, por lo<br />

Página 144

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!