Revista Pesca Mayo 2014

la FAO, luego analizaremos el núcleo de la situación actual
en la misma OMC para culminar –a modo de conclusión–
con una proyección hacia el futuro de las mismas.
II. Tipos de subvenciones a la pesca y pesca en
exceso.
Actualmente no existe consenso sobre un método para
categorizar las subvenciones a la pesca. Tampoco se ha
acordado sobre si un incentivo económico debería ser
considerado una subvención. En este punto la atención
está puesta en la clasificación establecida en un estudio
elaborado por la FAO y titulado “Introducción a la Subvenciones
Pesqueras”[8], que tipifica los siguientes sectores:
“a) Pagos directos del Gobierno a la industria: Los ejemplos
en esta categoría son variados e incluyen pagos para
el propósito de adquirir nuevos buques y apoyar la
industria de la pesca, proveer a los pescadores de un
seguro de desempleo para incentivarlos dentro del sector
pesquero, y asegurar compensaciones cuando un Gobierno
decida cerrar las pesquerías[9].
b) Renuncia a impuestos y aplazamientos: consisten en
excepciones impositivas combustible para buques pesqueros,
las ventas del producto, o deducciones y aplazamientos
impositivos para la actividad[10].
c) Préstamos del gobierno, garantía de préstamos y seguros:
Algunos Gobiernos ofrecen préstamos o proveen
garantías para préstamos en términos más favorables
como tarifas con intereses más bajos a la media del mercado
o con períodos de amortización más prolongados a
lo usual[11].
d) Pagos implícitos para, o cargos contra, la industria:
Bajo esta categoría, el Gobierno de un Estado no hace
ningún pago directo a la industria pesquera. Pero los
mismos pueden ser, sin embargo, implícitos[12]. Los pagos
realizados por naciones pesqueras extranjeras para
obtener licencias de pesca en aguas bajo la jurisdicción
nacional son también incluidos dentro de esta categoría
[13].
e) Programas generales que afectan las pesquerías: Algunos
incentivos económicos que no están específicamente
de acuerdo a lo previsto para la industria pesquera
pueden ser considerados subvenciones pesqueras
siempre que tengan impacto sobre la industria”[14].
Los subsidios per se no necesariamente se dirigen directamente
a la sobreexplotación[15], pero pareciera existir
un consenso sobre la influencia de otros factores como:
el sistema de gestión; el tipo de pesca; la función de
control y la aplicación de medidas; la situación biológica
del stock; y, el contexto socio-económico, político y comercial[16].
Por otra parte, se admitió que los subsidios a la pesca
tienden a ser particularmente nocivos la población de
peces y el medio marino; y que cuando el recurso pesquero
no es explotado plenamente, las subvenciones a la
actividad pueden no tener un impacto negativo[17].
III. Negociaciones sobre subsidios pesqueros en
la OMC.
Si bien la OMC no posee reglas específicas que regulen
las subvenciones a la pesca, el Acuerdo sobre Subvenciones
y Medidas Compensatorias (en adelante “SMC”) provee
las reglas sobre cómo las subvenciones deberían ser
tratadas en el comercio, entre otras cosas, los elementos
de una subvención[18].
Así las cosas, un grupo de Estados (entre los cuales se
encuentra la República Argentina) conformaron una coalición
que se autodenomina “Amigos de los Peces” que
intenta encontrar y establecer reglas especializadas sobre
subvenciones pesqueras[19]. El argumento principal
de esta coalición es que los subsidios al sector pesquero
han llevado a la sobreexplotación y que deben eliminarse
los mismos en forma total como objetivo final[20].
En 2001, en ocasión de la Conferencia Ministerial de la
OMC en Doha, los miembros acordaron las bases para
las negociaciones tendientes a clarificar y mejorar la
cuestión relativa a los subsidios, considerando la importancia
de este sector en el desarrollo de los países[21].
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