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CUADERNOS DE BDSM - nº 23
Y O G A P A R A S H I B A R I Y S M
Por Mystic Shell y Josep Lapidario
Cuando los autores de este artículo nos conocimos y emparejamos, nos dimos cuenta de
que la práctica de yoga, especialidad de Mystic Shell, nos permitía experimentar de
forma mucho más segura con ciertas ataduras de shibari (bondage al estilo japonés),
sobre todo con las que implicaban suspensiones... Así que nos pareció interesante
explorar los puntos de relación entre estas dos disciplinas, sin confundirlas y
manteniendo el máximo respeto hacia ambas.
El gran secreto tras todo buen modelo de shibari (sea hombre o mujer) es un trabajo
profundo de autoconciencia corporal. Hay muchos caminos que permiten acceder a esta
capacidad de sintonizar con el propio cuerpo: ballet, danza del vientre, pilates, gimnasia
rítmica... Y, por supuesto, el yoga. Cuidado: no decimos que sea necesario ser un o una
yoguini para hacer sesiones de shibari o SM... A cualquier persona se la podría
suspender (por ejemplo) y la propia experiencia le aportaría claves con las que ir
mejorando la práctica; sin embargo la preparación física y mental por medio del yoga u
otra disciplina correctiva disminuye la probabilidad de lesiones, aumenta el campo de
juego y aporta resistencia para mantener la posición inmovilizada por las cuerdas.
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