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CUADERNOS DE BDSM - nº 23
"Cómo te atreves a entrarme en privado". "No acepto a cualquiera (y menudo nivelazo
que tengo)". Lo de: "Es que a mí se me folla con la mente", está ahora muy de moda.
Con ponerte Ama_loquesea, o una mayúscula delante del nick, ya eres la reina de Saba.
Vamos, que para contactar con una Dómina, desde el punto de vista del sumi, la cosa
debe parecerse a una oposición a notarías, pero además yendo a ciegas, sin que te digan
el temario. El porqueyolovalguismo, a la enésima potencia. Ya son ganas de
complicarlo. Con lo fácil que es un "hola majo, cuéntame..."
Vale que sumisos "reales" hay pocos, y por contra pajilleros y brasas hay a miles... pero
ser borde de entrada y por norma, nos hace un flaco favor, a las que no vamos de divas.
MI PRINCIPE AZUL
Mi opinión es que no merece la pena tener un estereotipo prefijado de cómo ha de ser la
persona con que deseas contactar. Ni sobre su nivel cultural, ni sobre su físico, ni edad,
ni sobre su estado, y casi diría, que ni sobre su rol. Una persona puede ser complaciente
contigo, aunque no reúna tus requisitos teóricos. Ya bastante complicado es tener
química con alguien, para encima someterle a filtros absurdos. Que estamos buscando
compañero de juegos sadomasoquistas, no novio/a. Aunque si surge, pues mira qué
bien...
CONSEJOS PARA ELLOS
¿Qué hay que hacer para encontrar Ama? ¿Dónde, cómo? ¿Por qué de entrada las Amas
son tan raras, tan complicadas, tan …?
Pues amiguitos... no hay recetas. Y yo sólo os puedo hablar por mi boca, porque sé lo
que busco: disfrutar. Así que ese es mi consejo: entra a una Dómina transmitiéndole que
contigo va a disfrutar, y lo tienes hecho. ¿Y eso cómo se hace..? pues siendo una
persona que quiere hacer disfrutar. Teniendo esa actitud, y transmitiéndola. Siendo tú
mismo, y transmitiéndolo. Esa capacidad, la de disfrutar y hacer disfrutar, no se
imposta. O la tienes, o no la tienes.
Lo que NO debes hacer: ir de sobrado, ir de fantasma, ir de enterado, ir de estar de
vuelta, ir de selectivo, ir de nivelazo, ir de donjuán, ir de misterioso. Ir de NADA.
No adoptes un rol; sé tú mismo. Pero sé tú, al nivel más profundo. Al nivel de tu
intimidad. Eso es lo mejor que le puedes ofrecer a la que esperas que sea tu dueña:
abrirle tu intimidad al nivel más profundo, haciéndola cómplice, tutora, y directora.
No entres siendo imperativo: “Sodomízame, emputéceme…”. Así de primeras, ya
estarías pidiendo un servicio a la carta. Sería preferible que te presentes, y muestres
interés por cómo es el Ama, antes a empezar a proyectar sobre ella tus fantasías.
No uses el contacto para explayarte hablando de tus fantasmas. Si lo que necesitas es
desahogarte hablando de tus pajas mentales, avísalo de antemano. O mejor: vete a un
terapeuta. O a un confesor, que también vale. No nos des la brasa a nosotras.
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