Mt8fS1

CUADERNOS DE BDSM - nº 23
Evita pecar de escrupulosa, en cosas como por ejemplo la ortografía. Gente que por chat
o mail son verdaderos encantadores de serpientes, en persona te aburrirán mortalmente.
Y gente con dificultad para escribir su nombre, quizá te hagan tocar el cielo con los
dedos. Así que no descartes o encumbres a nadie por su nivel intelectual aparente. Sólo
el interactuar real y físicamente con ellos, te puede garantizar si disfrutarás o no.
Hay que llegar al cara a cara, cuanto antes. Mi experiencia en este sentido es muy clara.
Es ahí, en las distancias cortas, cuando se ve si la cosa va a funcionar o no.
Si el concretar la primera cita surge espontáneamente, genial. Si por el contrario eres tú
la que tienes que llevar la iniciativa, cuidado. Y si la cosa no surge por ambas partes, no
lo fuerces. Un tío que elude concretar día y hora, o que lo pospone continuamente,
seguramente ya se ha venido abajo (y no lo va a reconocer). Lo único que vas a sacar en
claro, es una desilusión. O peor, un plantón. Déjalo correr, y pasa página. Rápido.
Sí, he dicho RAPIDO. La verdadera ventaja de internet, es que podemos minimizar el
tiempo que perdemos en el proceso, evitando dar cháchara a gente ociosa, evitando
alimentar ilusiones sobre relaciones a cientos de kilómetros, evitando a personas que
"quieren" pero nunca "pueden" ("me gustaría..."). Si eres práctica, aprenderás pronto a
usar este medio, y a saber distanciarte de él. Y si por el contrario eres una soñadora,
internet te atrapará, sin remedio.
Te encontrarás con la desagradable realidad de que del dicho al hecho, va un abismo.
Quedarás con docenas de personas, que llegado el momento de ese primer encuentro
pondrán excusas, se echarán atrás, te contarán milongas, o simplemente el silencio. O
que directamente te darán plantón.
Ya lo he dicho: sólo uno de cada veinte, merece la pena. No es "mi" estadística; es "la"
estadística. Y frente a esto, no hay fórmulas mágicas. Desarrollarás algunos trucos para
minimizar los daños de que te mientan o te planten, que serán parte de tu bagaje
personal. Y existe el boca a boca, para poderte informar de si esa persona es lo que dice
ser. Pero chascos, te vas a llevar a docenas, sí o sí. Asúmelo ya de entrada.
No quieras tener todo atado de antemano. Y desconfía de quien quiera dejarlo todo
clarísimo y explicitado, cuando ni siquiera os habéis visto en persona (les delatan las
preguntas tipo "¿qué me harías...?", o que ya de entrada te digan que no tienen límites,
que harán lo que sea que les pidas, etc). Son pajilleros que te utilizan para construir su
fantasía, y de ahí no van a pasar. Todo lo que inviertas en ellos, será tiempo e ilusión
malgastados.
Te pueden surgir dudas y miedos sobre todo al principio de si tu futuro contacto va a ser
el carnicero de Milwaukee... Pues no, querida. Fuera paranoias. La gente, así, en
general, se comporta. Lo que prima es el pudor y la educación, y a menudo la timidez.
En quince años nunca, jamás, he tenido en un primer encuentro agresiones o malos
modos. Y eso que recibiéndoles en plan muñequita, con tacones de quince centímetros y
un corsé que apenas te deja respirar, lo llevas claro como lo que entre por esa puerta sea
un gañán desbocado...
CuadernosBDSM es un proyecto sin ánimo de lucro y su distribución es libre y gratuita, sólo para PÙBLICO ADULTO.
Los artículos pertenecen a sus autores. Está prohibido modificar los textos, así como comerciar con este material.
Pag. 71