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Las señales inequívocas - Juventud Rebelde

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juventud rebelde DOMINGO 17 DE MAYO DE 2009 NACIONAL 03<br />

El Proyecto Mambí se ha convertido en una especie de «abracadabra» para avanzar en la recuperación de las viviendas, sin depender exclusivamente de los recursos que centralmente el Estado asigna a<br />

los damnificados.<br />

Penélope seguirá tejiendo<br />

por MARIANELA MARTÍN GONZÁLEZ<br />

fotos ROBERTO SUÁREZ<br />

CADA vez que oigo hablar de ciclones,<br />

me lacera la imagen desolada de<br />

aquella mujer de Playa Cajío, sentada<br />

en un quicio sin otro patrimonio que la<br />

ropa puesta.<br />

La imagen de esta Penélope habanera,<br />

a la espera solo de su solución,<br />

se ha multiplicado en los últimos<br />

años en toda la Isla, por la intensidad<br />

de los huracanes. A diferencia de la<br />

amada de Ulises, esta Penélope recurrente<br />

tras cada huracán no puede<br />

destejer su esperanza.<br />

Como reconoció en días recientes<br />

el General de Ejército Raúl Castro<br />

Ruz, ante la Reunión Ampliada<br />

del Consejo de Defensa Nacional<br />

que él preside, «hemos logrado reducir<br />

las pérdidas de vidas humanas,<br />

pero las afectaciones a la economía<br />

siguen siendo cuantiosas, debido a<br />

las vulnerabilidades acumuladas en<br />

casi todos los sectores y la infraestructura<br />

del país».<br />

El acumulado de viviendas dañadas<br />

por los tres últimos ciclones asciende<br />

a 530 332 y quedan pendientes<br />

de eventos anteriores 69 700. El<br />

lastre es de 600 032 inmuebles, de<br />

estos 91 556 colapsados por derrumbes<br />

totales.<br />

Lo ideal sería levantar casas sólidas<br />

con ladrillos, bloques y placa en<br />

estos momentos. Pero la producción<br />

de materiales todavía es insuficiente,<br />

aun cuando la industria de materiales<br />

del Ministerio de la Construcción<br />

(MICONS) se estabiliza, y resucitan en<br />

los territorios las producciones locales<br />

de estos.<br />

PETROPALMAS<br />

Luego del paso de los huracanes<br />

Gustav y Ike, los pinareños han demostrado<br />

que lo resistente no depende<br />

solo de la gran industria y que no<br />

hay fábrica para generar el control y la<br />

seriedad imprescindibles en toda<br />

obra que se levante.<br />

Al colocar bloque sobre bloque, o<br />

tabla sobre tabla, lo han hecho pensando<br />

en los ciclones, porque la vida<br />

ha demostrado que la chapucería y la<br />

violación de las normas técnicas<br />

Un total de 600 032 inmuebles han sido afectados en los últimos años<br />

por los huracanes. Aunque los ritmos de trabajo actuales se mantengan,<br />

saldar la deuda acumulada llevará cuantiosos recursos y tiempo<br />

hacen que lo edificado sea una presa<br />

más fácil para esos vendavales destructores.<br />

«Debemos acelerar los estudios<br />

para reducir gradual y progresivamente<br />

las debilidades identificadas, y hasta<br />

tanto se solucionen, lo cual llevará<br />

años, aplicar medidas más efectivas<br />

de protección», indicó en la referida<br />

reunión el Presidente de los Consejos<br />

de Estado y de Ministros.<br />

La deuda pinareña en viviendas<br />

afectadas por eventos meteorológicos<br />

anteriores asciende a 15 858.<br />

Los antológicos Ike y Gustav dejaron<br />

97 151, con los cuales se eleva a<br />

113 009 el débito total.<br />

Hasta este momento los vueltabajeros<br />

han solucionado 33 207 (de estos,<br />

1 280 derrumbes totales y 771<br />

parciales, 10 265 afectaciones totales<br />

de techos y 18 783 afectaciones<br />

parciales de techos. A ello se suman<br />

2 108 soluciones en viviendas de tipología<br />

I, los de cubierta sólida).<br />

Además del apoyo brindado por<br />

constructores de otras provincias, como<br />

reconoció Olga Lidia Tapia, presidenta<br />

del Consejo de Defensa Provincial,<br />

también en el municipio de Los<br />

Palacios se ensayó el Proyecto Mambí,<br />

el cual en poco tiempo se extendió<br />

a otras regiones del país.<br />

Esta iniciativa se convirtió en una<br />

especie de «abracadabra» para avanzar<br />

en la recuperación de las viviendas,<br />

sin depender exclusivamente de<br />

los recursos que centralmente el Estado<br />

asigna a los damnificados.<br />

Con esta experiencia, llamada popularmente<br />

«petropalmas», se emplea<br />

la madera de nuestro árbol nacional<br />

y el pino. Se ahorra cerca del<br />

50 por ciento de los materiales que<br />

se emplean en otra tipología.<br />

«Sacamos de la manigua las palmas<br />

y otros árboles derribados por el<br />

ciclón, que podían servirnos para levantar<br />

paredes, la carpintería, viguetas y<br />

horcones. Con eso nos acogimos al<br />

Proyecto Mambí, y ya tenemos un techo»,<br />

explica Samuel Milián Martínez.<br />

Desde el 30 de agosto de 2008,<br />

vivía con sus dos hijas y esposa en el<br />

Círculo Social del Consejo Popular<br />

Entronque de Herradura, donde reside.<br />

La gratitud por las atenciones que<br />

recibió durante su tiempo de evacuado,<br />

y posteriormente como albergado, sobresale<br />

al contar esta historia, similar<br />

a la de miles de cubanos.<br />

Del mismo porte de la casa de<br />

Samuel —tipología IV— en esta<br />

comunidad hay terminadas 93 viviendas,<br />

y 52 en diferentes fases de ejecución.<br />

Su aspecto nos hace recordar<br />

las casitas que dibujábamos cuando<br />

niños, con la gran diferencia de que la<br />

simetría supera el caos de los trazos<br />

descontrolados de las manos infantiles.<br />

Y si nuestros dibujos no requerían<br />

de ganchos y tornillos para sujetar los<br />

techos, en el Proyecto Mambí es obligatoria<br />

la presencia de estos fijadores.<br />

«La carpintería es de madera o<br />

metal, y el baño y la cocina nada tienen<br />

que envidiarle a los de las viviendas<br />

de tipología I. Son de mampostería<br />

y azulejados totalmente, con fregaderos<br />

y muebles sanitarios de incuestionable<br />

acabado», precisa Odalys<br />

Álvarez, directora de la Vivienda en<br />

Consolación.<br />

La fortaleza del baño, según explicó,<br />

resiste vientos superiores a los<br />

200 kilómetros por hora, por lo que<br />

sus propietarios tendrán lugar seguro<br />

donde guarecerse si la furia de los<br />

vientos se ensaña con el lugar. Esto<br />

permitirá evitar evacuaciones innecesarias,<br />

para las cuales se requiere<br />

conocer las características de los<br />

eventos y las condiciones de riesgo<br />

de las personas y recursos económicos<br />

del territorio, como advirtió Raúl<br />

en la mencionada reunión, donde se<br />

analizaron las experiencias derivadas<br />

de la respuesta a los huracanes que<br />

azotaron el país el año pasado.<br />

HUESO DURO DE ROER<br />

Juan Prieto Areces, a quien Gustav<br />

le desprendió totalmente el techo de<br />

canalón en Entronque de Herradura,<br />

disfruta ahora de una cubierta sólida<br />

hecha con tecnología moderna de<br />

poliespuma.<br />

Cada uno de los resquicios que<br />

empatan el zinc del portal y la terraza<br />

con esta placa, por donde el viento<br />

pudiera hacer de las suyas, han<br />

sido rellenados con cemento y arena.<br />

Este septuagenario, al frente de<br />

la brigada que en el Entronque se<br />

formó para avanzar en el techado<br />

con esta tecnología, considera que<br />

«el canalón es un manjar para los<br />

ciclones y la poliespuma es un hueso<br />

duro de roer».<br />

Únicamente un fenómeno sobrenatural<br />

puede arrancarlo, advierte<br />

María Caridad Díaz Santana, técnica<br />

de la Dirección Municipal de la Vivienda<br />

en Consolación del Sur, quien por<br />

su exigencia a la hora de certificar la<br />

calidad de las viviendas recuperadas,<br />

se ha ganado el calificativo de quisquillosa.<br />

Ojalá hubiera muchos quisquillosos<br />

en este país.<br />

En los menesteres de avalar la calidad<br />

del trabajo la acompaña Felipe<br />

Cruz Robaina, administrativo de la<br />

Empresa de Desmonte y Construcción,<br />

quien está fiscalizando a tiempo completo<br />

la fase recuperativa en el sector<br />

de la vivienda de ese Consejo Popular.<br />

«En el Entronque se reportan 518<br />

derrumbes totales, precisa. Hay que<br />

trabajar duro, porque de una manera<br />

u otra 4 015 requieren de algún arreglo.<br />

Ahora hay 200 familias incorporadas<br />

al Proyecto Mambí, pues el<br />

impacto de estas viviendas ha sembrado<br />

confianza».<br />

La técnica de la poliespuma ha<br />

permitido que en Pinar del Río se<br />

hayan recuperado 243 techos que<br />

fueron derribados totalmente, y<br />

estén en proceso de recuperación<br />

en estos momentos 350. En todo<br />

el país la cifra asciende a 3 077 y<br />

en ejecución 1 719. De los derrumbes<br />

totales de cubierta 1 196 han<br />

sido resueltos con ese método.<br />

CONSOLACIÓN NO ES EL CONSUELO<br />

Consolación del Sur está entre los<br />

tres municipios del país más afectados<br />

por los huracanes en su fondo<br />

habitacional. Requieren ser intervenidos<br />

con mayor o menor envergadura<br />

21 466 inmuebles. De los ciclones Isidore<br />

y Lili quedan pendientes 548<br />

casos, del monto total de esta pesada<br />

deuda.<br />

Según informó el presidente del<br />

Consejo de Defensa Municipal, Eduardo<br />

García Martínez, hasta el 12 de<br />

mayo los consoleños habían resuelto<br />

6 218 afectaciones, con mayor énfasis<br />

en los techos dañados. Han concluido<br />

41 cubiertas de poliespuma y 92 se<br />

encuentran en ejecución.<br />

Mientras no resolvamos todos los<br />

casos que nos quedan pendientes,<br />

de las 600 032 viviendas afectadas<br />

que existen en todo el país, no podremos<br />

dormir tranquilos, aunque haya<br />

discretos avances, como muestra el<br />

municipio de Consolación del Sur, asegura<br />

Evidio González Curbelo, director<br />

de Conservación y Rehabilitación del<br />

Instituto Nacional de la Vivienda.<br />

«Hasta el 11 de mayo se habían<br />

resuelto 222 536 afectaciones en<br />

toda la Isla, con una mayor incidencia<br />

en la solución de más de 190 000<br />

techos afectados de manera parcial y<br />

total».<br />

Evidio precisa que el impulso al programa<br />

de recuperación no implica que<br />

se hayan abandonado algunos programas<br />

claves para la rehabilitación de edificios.<br />

Se ha logrado la impermeabilización<br />

de 621.<br />

Precisó que aún son insuficientes<br />

los resultados en la solución de la<br />

vivienda tipología I en los territorios<br />

afectados. «Para estas edificaciones<br />

han fluido de manera bastante estable<br />

los recursos en los seis territorios afectados.<br />

Sin embargo, solo hemos concluido<br />

esta actividad en Guantánamo».<br />

El funcionario estima que unido a<br />

determinadas limitaciones en los<br />

recursos, por la misma situación económica<br />

que atravesamos, en ocasiones<br />

ha habido morosidad no solo en<br />

el traslado de los materiales, sino que<br />

también hay dificultades en la utilización<br />

de los mismos por algunas familias,<br />

actividad que requiere mayor supervisión.<br />

A lo planteado por el González Curbelo<br />

se suma que en no pocos sitios<br />

subsisten deficiencias, irregularidades<br />

y problemas organizativos con la<br />

trasportación, distribución y asignación<br />

de los recursos materiales.<br />

Ante estos dilemas las soluciones<br />

se dilatan y se empaña el esfuerzo<br />

que el Estado realiza para avanzar en<br />

uno de los problemas más complejos<br />

que enfrenta la nación. Aunque se<br />

continué trabajando a los ritmos actuales,<br />

saldar la deuda acumulada<br />

con los damnificados demorará años<br />

y se requerirá de cuantiosos recursos.

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