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04 INTERNACIONAL VIERNES 22 DE MAYO DE 2009 juventud rebelde Evidencia de la injusticia yanqui El caso del oficial de las Fuerzas Armadas estadounidenses sorprendido cuando brindaba información secreta a diplomáticos holandeses hace 55 años es otra prueba irrefutable de la injusticia que se comete con los Cinco Héroes cubanos prisioneros en las cárceles de Estados Unidos por LUIS HERNÁNDEZ SERRANO lhs@jrebelde.cip.cu CUATRO de octubre de 1954.— Muy cerca del mediodía, un automóvil del FBI repleto de agentes se detuvo sigilosamente junto a una modesta edificación de apartamentos en la barriada de Arlington, Virginia. En una operación comando típica para la captura de mafiosos, delincuentes o narcotraficantes peligrosos, arrestaron a un físico larguirucho y miope de 40 años, que no sospechaba siquiera semejante despliegue de los servicios secretos contra él. El arrestado no era cualquier persona, sino alguien cuya labor solapada dañaba enormemente la seguridad de los Estados Unidos. Se trataba de Joseph Sidney Petersen Jr. y su caso constituyó —dentro de unos cuantos meses hará 55 años— un golpe tremendo para el gobierno norteamericano y el primer escándalo de espionaje sufrido por la Agencia de Seguridad (National Security Agency, NSA) del país más poderoso del mundo. Lo que hizo demostró que la mayor amenaza a la NSA no provenía del exterior, sino de adentro, lo que los propios espías de Estados Unidos llamaron «los desertores cambiacasacas». Todo este caso que ahora sacamos a la luz revela que el encarcelamiento de nuestros cinco nobles hermanos durante más de diez años es algo, además de absurdo, verdaderamente criminal. La primera persona en ser inculpada bajo la acusación de violar la entonces Sección 798 del Epígrafe 18 del Código de los Estados Unidos —el Estatuto de las Comunicaciones de Inteligencia— era un empleado de la Agencia Nacional de Seguridad. Petersen había pasado sus años de estudiante en la Universidad de Loyola, antes de entrar a la Saint Louis. En 1941, luego de varios años dando clases en Loyola y en la Ursuline College en New Orleans; y después de pasar con éxito el curso de Criptología por correspondencia del Ejército, entró al Servicio de Inteligencia de Señales (SIS) y pasó la guerra en Arlington Hall, solucionando mensajes diplomáticos en códigos japoneses. El coronel holandés J. A. Verkuyl, junto a Petersen, también descifró mensajes de ese tipo como gran criptólogo que era. Cuando terminó la II Guerra Mundial y Holanda y Estados Unidos concluyeron su cooperación criptológica, el oficial de Holanda regresó a su país. Durante aquellas jornadas de apertura secreta de los mencionados mensajes de la Embajada de Japón en Washington, fue precisamente Verkuyl quien le presentó a Petersen a un «gran amigo muy interesado en códigos de esta naturaleza»: Giacomo Stuyt, oficial de Comunicaciones de la Embajada holandesa en la capital estadounidense. No obstante el fin de la guerra, Petersen continuó vinculado estrechamente a este nuevo personaje de la criptología, de tal modo que el oficial norteamericano se involucró en ciertos programas de entrenamiento para la recién formada Agencia de Seguridad del Ejército de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Sin autorización alguna, comenzó a enviar a Verkuyl ideas para aplicar metodologías que él consideraba sumamente útiles para ayudar a sus amigos holandeses en el campo de la Inteligencia, y en particular para estructurar un cuerpo criptológico en Holanda. Esta «cooperación» de Petersen ponía en tensión al llamado Palacio de los Rompecabezas, la entonces mayor fábrica de espionaje del planeta, ubicada en ese momento entre Washington y Baltimore, concretamente en Fort George G. Meade. Ocupaba un espacio mayor que más de 130 ciudades del Estado de Maryland, donde radicaba toda la reserva criptológica de los Estados Unidos. El caso Petersen había hecho temblar la estructura de la NSA. Porque las cosas no siempre son lo que parecen y, aunque la Agencia de Seguridad Nacional en ese instante era la oreja gigante de los Estados Unidos, Joseph Sidney Petersen Jr. puso en crisis al corazón del espionaje del imperialismo norteamericano. En ese momento los más encopetados jefes de la Inteligencia de la «sagrada» agencia estaban inmersos en la traducción computarizada de la voz humana, uno de sus grandes objetivos secretos. También acometían el estudio del yerkish, idioma simbólico para las comunicaciones entre una computadora y los chimpancés, y confeccionaban el diccionario de los idiomas no escritos. Sin embargo, uno de sus hombres acumuló seis años enviando información supersensible hacia las manos de unos espías holandeses que entraban y salían de Washington con la misma libertad con que un perro entra a una iglesia… ¡Y no los habían detectado! ROBO DE INFORMACIÓN SECRETA Después de 1948, Petersen comenzó a entregar a Giacomo Stuyt, quien estaba aún en la Embajada de Holanda en Washington, documentos altamente secretos que sacaba de la superagencia del espionaje. Por ejemplo, extrajo un análisis del criptógrafo Higelin Tipo B-211, el utilizado por Holanda para las comunicaciones diplomáticas. Igualmente, sacó el Código telegráfico chino SP-D, con fecha 1ro. de julio de 1945, clasificado como Secreto; un análisis de tráfico conocido como A.F.S.A. 230763 y el Itinerario del Tráfico de Seguridad Política Norcoreana, con fecha 20 de febrero de 1951 y cuño de Top Secret. LA PRUEBA DEL DELITO En 1954, un especialista de la Agencia, Frank Raven, de manera accidental, se percató de lo que estaba ocurriendo. Petersen intercambiaba correspondencia con Verkuyl y Giacomo Stuyt, sus antiguos colegas de la criptología. De inmediato Raven dio la voz de alarma: «Verkuyl durante la guerra había sido el jefe de las Comunicaciones de la Inteligencia holandesa en los Estados Unidos. Chequeen eso. Hay ahí algo muy raro». Los miembros del FBI entraron a la casa de Petersen, hicieron un riguroso registro y encontraron documentos ocultos de muy alta sensibilidad. Muy pronto el primer director de la recién creada Agencia de Seguridad Nacional (fundada en 1951), Ralph Julian Canine, fue puesto al tanto del caso y ordenó la cesantía inmediata del físico larguirucho y miope que sabía demasiado. De entrada, el 1ro. de octubre de 1954 le había privado de un plumazo de su cargo, por el que devengaba casi 8 000 dólares al año. ¿Cómo detectaron qué tipo de documentos había entregado Petersen a la Inteligencia de Holanda? Fue sencillo: hallaron que eran diferentes las presillas con que se sujetaban las hojas de los materiales sustraídos. Las de Estados Unidos eran redondeadas, mientras que las de Holanda eran cuadradas. Los legajos que exhibían estas últimas en los archivos supersecretos de la NSA, probaban que habían sido facilitados a los holandeses y estos no se percataron de que los devolvían con otro tipo de presilla. A partir de ahí se hizo un minucioso registro en todos los archivos de la Agencia y se identificaron muchos otros de los documentos comprometedores que el físico-criptólogo había puesto ante los ojos de los servicios secretos holandeses. Petersen se declaró inocente y como no pudo pagar los 25 000 dólares de fianza que le pidieron fue internado en la prisión municipal de Alexandria, hasta presentarse ante el Jurado Federal que decidiría su vida. El juez al que correspondió el manejo de este difícil caso fue el del Tribunal Distrital Federal, Albert V. Bryan, y el abogado que se encargó de suavizar la sentencia fue David B. Kinney. El 22 de diciembre de 1954 Joseph Sidney se declaró absolutamente culpable de «utilizar consciente y a sabiendas información clasificada de forma perjudicial a la seguridad e intereses de los Estados Unidos, en relación con las actividades de Inteligencia de ese país y los gobiernos extranjeros». Su declaración no ayudó mucho a Sidney. Calificados los documentos que él se había robado como «muy importantes», y admitiendo que su revelación «podía haber provocado consecuencias muy serias para la Seguridad de los Estados Unidos», el Juez Bryan anunció para Petersen una sentencia de solo ¡siete años! El Juez expresó: «La esencia de este delito no es qué sustrajo el acusado de los archivos secretos de la NSA, sino que sí sustrajo Informes de la Agencia de Seguridad Nacional», concluyó Albert V. Bryan. Tras cumplir la sentencia impuesta, y temiendo los servicios secretos yanquis que los agentes de la KGB soviética pudieran reclutar a Petersen, penetraron nuevamente en su vivienda, sin permiso judicial, y colocaron micrófonos acoplados a grabadoras de cinta, que permitían estar al tanto de sus conversaciones. Poco después se realizó otra entrada subrepticia a su casa para cambiar las pilas del aparato y a los tres meses, sin indicio de que estuviera en contacto con los servicios secretos de la Unión Soviética, se quitó el micrófono y el caso Petersen fue cerrado de una vez por todas. Y ahora solo cabe una elemental pregunta que puede hacerse cualquier lector: ¿Cómo, si ninguno de los Cinco Héroes cubanos se dedicó a buscar información secreta de la Inteligencia yanqui, ni la tuvo nunca en sus manos, ni los sorprendieron enviándola a otro país, los han condenado a tantos años de cárcel, cuando a Petersen nada más lo condenaron a siete? El asombroso caso del oficial de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos que fue sorprendido por la Agencia Nacional de Seguridad yanqui cuando brindaba información altamente secreta a diplomáticos holandeses, es otro de los sucesos que evidencia la injusticia cometida con nuestros Cinco Héroes, prisioneros en las cárceles norteamericanas.

juventud rebelde VIERNES 22 DE MAYO DE 2009 VARIADA 05 La calle de los perros Un sui géneris cementerio para perros surgió espontáneamente en el reparto capitalino de Alamar. La noble iniciativa ha sido afectada por la indolencia de no pocas personas y por la reanimación de las redes hidráulicas de la localidad por JULIETA GARCÍA RÍOS digital@jrebelde.cip.cu fotos ADÁN IGLESIAS SE le veía triste al hombre de cabellos blancos. Cada tarde a las seis acudía, como ahora, al sitio donde dio sepultura a su primer y único perro. Mientras lloraba la pérdida, su fuerte complexión física parecía debilitarse. Aquel perrito abandonado que recogió el 19 de mayo de 1995 fue bautizado como Trompy. Lo hizo en homenaje al payaso Trompoloco, personaje que dio colores a su mundo infantil. Quizá intuyó que el cachorro le daría grandes alegrías. No se equivocó, la mascota revivió al niño que fue. Andrés Castañeda Olivera, de 62 años de edad, toma la acera que lo lleva a la bóveda de su can. Riega las plantas de vicaria blanca y morada que ha sembrado alrededor de la sepultura. Acomoda el retrato del perro poddle cruzado con maltés. Ahora mira a su alrededor, en la superficie se ven piedras, hojas secas y algún que otro hueso animal. Rememora la mañana funesta del 2 de octubre de 2004 cuando, machete en mano, se abrió paso en la maleza. Cavó un hoyo donde depositó a Trompy. Transcurrido un tiempo, como prueba de su amor y desafiando la «racionalidad» construyó para su mascota una bóveda. Fundió una placa, y la azulejeó para brindar solemnidad al sitio de su perro. Más de una vez la ha rehecho y ha asistido a quienes llegan en busca de sepultura para sus canes muertos. Andrés Castañeda, promotor del «camposanto» canino. En Yoan Rodríguez Suárez, Andrés encontró a un aliado protector de los animales. El joven policía recuerda la mañana en que Andrés le pidió permiso para dar sepultura al perro en el terreno que limita con su casa. Cuenta que transcurridos unos meses la calle 7ma. D entre avenida 9na. y Vía Blanca dejaba de ser un solar yermo para tomar la forma de un rústico y singular «cementerio». El primer perro sepultado. EL «CAMPOSANTO» CANINO Al principio no pocas personas le solicitaron a Yoan su consentimiento. Luego, se hizo costumbre llevar a las mascotas a «descansar allí». La gente escogió el sitio a su antojo y cada cual dio sepultura según sus posibilidades. Algunas son bóvedas de granito o losa, las hay con nicho como la de Trompy. Hay cruces improvisadas hechas a partir de ramas secas y no pocas pasan inadvertidas entre la hojarasca y la basura arrojada por los transeúntes. La tumba de Manolo conmueve: Una flor de marpacífico cuelga desde la supuesta lápida. Ocultas —entre los pedazos de mosaicos que protegen y dan forma a la sepultura— están dos hojas de papel. La primera es un dibujo infantil, con colores cálidos: rojo, anaranjado, amarillo. Se distingue una casita y encima, atrapado entre dos corazones, se lee: MANOLO. En el cielo, muy cerca de las nubes vuela una mariposa. Trompy es el primer perro enterrado. Fue su dueño, Andrés Castañeda, quien enumeró las sepulturas para dejar constancia cronológica de los enterramientos. Lo hizo cuando comenzaron crecer los enterramientos. Desistió de su empeño porque allí llegaron a existir, según sus cálculos, cerca de 120 animales enterrados. El «cementerio» se extendió hasta casi toda la cuadra. No pocos transeúntes la llaman la calle de los perros. «Este lugar debería declararse patrimonio de la localidad. Los vecinos de Alamar comentaban que Acueducto iba a demoler toda el área. Por eso la atención al lugar y los enterramientos se han limitado», expresa Alexis Alarcón Téllez, jefe de Zona en la Dirección de Comunales del municipio de La Habana del Este. Este hombre, quien vive en la Zona 10 de Alamar desde hace 30 años, considera que los constructores que acometieron las obras de Acueducto pudieron ser más cuidadosos. «Arrasaron porque no había quien exigiera por los daños». Él se declara a favor del «cementerio». Explica que en el contenido de trabajo de Comunales se incluye la recogida de animales muertos. «Si los vecinos de la zona entierran a sus mascotas, nos facilitan el trabajo y evitan epidemias. La iniciativa debía tomarse como norma. El cementerio no perjudica a nadie, por el contrario beneficia», concluye. VOZ ESPECIALIZADA La doctora Miriam Cruz Acosta, especialista del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de Ciudad de La Habana, quien cuenta con 20 años de experiencia como zoonóloga, nos alerta: «Al morir un animal no debe ser arrojado a la calle ni a la basura. El cadáver en descomposición atrae a las moscas y otros vectores. «Además, el perro pudo morir de alguna enfermedad infecciosa o tener parásitos u otras bacterias al fallecer. Las moscas, transmisoras de enfermedades, pueden posarse sobre el animal muerto y actuar como vectores mecánicos transportando la infección a los alimentos que luego serán consumidos por los humanos. También pueden posarse sobre la herida de una persona y esta agravarse por una infección sobreañadida», explica la especialista. Por tal motivo, insiste en que al morir un perro los dueños deben enterrarlo, para así evitar contaminaciones a las personas y al medio ambiente. Al hacerlo, dice, el animal debe quedar cubierto por una capa espesa de tierra de modo que no permita que otros animales puedan poner al descubierto los restos del animal enterrado. A los choferes que por accidente dan muerte a un animal, la especialista les aconseja recogerlos y al menos llevarlos a un vertedero sanitario. La doctora comenta que los perros que llegan a los Centros de Observación Animal por haber lesionado a personas, son internados, por un período de diez días,para su observación y así descartar que sean portadores de rabia, si pasado este tiempo mantienen buen estado de salud, son devueltos a sus dueños. Los animales callejeros se mantienen por 48 horas en el Centro de Observación por si son reclamados o pueden ser dados en adopción. De no ocurrir esto son sacrificados y depositados en el vertedero sanitario. «Debemos insistirle a las personas en que no boten los perros a la calle, ya que sufren los animales y afectan la salud humana y el medio ambiente», dice. Confiesa que desconocía la existencia en la capital de este singular cementerio para perros, asegura que en nuestro país no existe oficialmente un sitio con este fin y especifica: «Es responsabilidad y deber de cada dueño dar sepultura a sus mascotas». Ucrania agradece ayuda cubana a sus niños de Chernóbil por EDEL LIMA SARMIENTO LO que vi en Tarará es impresionante, tanto los avances en el estado de salud de los pacientes como en la atención que les brindan. El próximo año vamos a conmemorar el aniversario 20 del Programa de curación de los niños de Chernóbil, aseguró a JR Ihor Hrushko, director general para las relaciones de Ucrania con Europa y América, quien visitó recientemente la Isla. Esa ayuda ha sido grande y es muy apreciada por mi país. Le estamos muy agradecidos a Cuba. Aun en los años más difíciles del llamado período especial, con las carencias que tenía, no renunció a ofrecerla, reconoció. Hrushko explicó que Ucrania ha experimentado una recuperación económica en los últimos años e informó que el Parlamento ucraniano acaba de aprobar una Resolución para prestar asistencia a la República de Cuba en relación con el Programa de los niños de Chernóbil. Con ese objetivo, puntualizó, se asignará anualmente una suma de aproximadamente 800 000 dólares. Ihor Hrushko anunció que Ucrania aportará fondos para asistir a Cuba en relación con el Programa de los niños de Chernóbil. Queremos profundizar las relaciones de amistad y respeto mutuo entre las dos naciones, y en ese sentido estamos muy satisfechos con los resultados de las consultas políticas sostenidas con los diplomáticos cubanos, expresó. El funcionario habló de los lazos históricos y humanos entre Ucrania y Cuba, que se extienden por más de 40 años. «Cuando éramos parte de la Unión Soviética, muchos ucranianos estuvieron aquí en las trincheras en los años 60, y después miles vinieron a trabajar junto al pueblo cubano en el empeño de desarrollar la economía nacional», precisó. Sobre la colaboración económica entre las dos naciones, recordó el convenio que se materializa en Cienfuegos para reparar los camiones ucranianos Kraz (los conocidos popularmente como KP3), que con más de 30 años de explotación circulan por la Isla. «También hay la posibilidad de armar automotores nuevos: las piezas vendrían de Ucrania y los cubanos las ensamblarían aquí, y si la empresa es exitosa, los vehículos se exportarían a terceros países, especialmente de América Latina», apuntó. «Ahora estamos pensando en un proyecto similar con los aviones Antonov —también son ucranianos y ustedes heredaron una cantidad importante en etapas anteriores—, para llegar a un acuerdo, se coordina la posible visita a Cuba de una delegación de expertos en aviación de mi país. Hemos diseñado nuevos modelos y esto podría ser de interés para la economía cubana», comentó. Expuso, además, lo ventajoso que ello sería para la Isla, a la que por el bloqueo de Estados Unidos le resulta imposible adquirir técnica occidental de aviación, que como regla general tiene componentes norteamericanos. «En cambio, los aviones fabricados en Ucrania son ciento por ciento ucranianos», destacó. Ihor Hrushko finalizó con una pregunta exhortatoria: «¿Por qué no seguir colaborando, si históricamente Cuba adquirió tecnología ucraniana, y muchos de sus especialistas la conocen muy bien y la aprecian, porque estudiaron en nuestras universidades?».

juv<strong>en</strong>tud rebelde VIERNES 22 DE MAYO DE 2009 VARIADA 05<br />

La calle<br />

de los perros<br />

Un sui géneris cem<strong>en</strong>terio para perros<br />

surgió espontáneam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el reparto<br />

capitalino de Alamar. La noble iniciativa ha<br />

sido afectada por la indol<strong>en</strong>cia de no pocas<br />

personas y por la reanimación de las redes<br />

hidráulicas de la localidad<br />

por JULIETA GARCÍA RÍOS<br />

digital@jrebelde.cip.cu<br />

fotos ADÁN IGLESIAS<br />

SE le veía triste al hombre de cabellos<br />

blancos. Cada tarde a las seis<br />

acudía, como ahora, al sitio donde dio<br />

sepultura a su primer y único perro.<br />

Mi<strong>en</strong>tras lloraba la pérdida, su fuerte<br />

complexión física parecía debilitarse.<br />

Aquel perrito abandonado que recogió<br />

el 19 de mayo de 1995 fue bautizado<br />

como Trompy. Lo hizo <strong>en</strong> hom<strong>en</strong>aje<br />

al payaso Trompoloco, personaje<br />

que dio colores a su mundo infantil.<br />

Quizá intuyó que el cachorro le daría<br />

grandes alegrías. No se equivocó, la<br />

mascota revivió al niño que fue.<br />

Andrés Castañeda Olivera, de 62<br />

años de edad, toma la acera que lo<br />

lleva a la bóveda de su can. Riega<br />

las plantas de vicaria blanca y morada<br />

que ha sembrado alrededor de la<br />

sepultura. Acomoda el retrato del<br />

perro poddle cruzado <strong>con</strong> maltés.<br />

Ahora mira a su alrededor, <strong>en</strong> la<br />

superficie se v<strong>en</strong> piedras, hojas<br />

secas y algún que otro hueso animal.<br />

Rememora la mañana funesta<br />

del 2 de octubre de 2004 cuando,<br />

machete <strong>en</strong> mano, se abrió paso <strong>en</strong><br />

la maleza. Cavó un hoyo donde depositó<br />

a Trompy. Transcurrido un tiempo,<br />

como prueba de su amor y desafiando<br />

la «racionalidad» <strong>con</strong>struyó para<br />

su mascota una bóveda. Fundió una<br />

placa, y la azulejeó para brindar<br />

solemnidad al sitio de su perro. Más<br />

de una vez la ha rehecho y ha asistido<br />

a qui<strong>en</strong>es llegan <strong>en</strong> busca de<br />

sepultura para sus canes muertos.<br />

Andrés Castañeda, promotor del «camposanto»<br />

canino.<br />

En Yoan Rodríguez Suárez, Andrés<br />

<strong>en</strong><strong>con</strong>tró a un aliado protector de los<br />

animales. El jov<strong>en</strong> policía recuerda la<br />

mañana <strong>en</strong> que Andrés le pidió permiso<br />

para dar sepultura al perro <strong>en</strong> el<br />

terr<strong>en</strong>o que limita <strong>con</strong> su casa.<br />

Cu<strong>en</strong>ta que transcurridos unos<br />

meses la calle 7ma. D <strong>en</strong>tre av<strong>en</strong>ida<br />

9na. y Vía Blanca dejaba de ser un<br />

solar yermo para tomar la forma de un<br />

rústico y singular «cem<strong>en</strong>terio».<br />

El primer perro sepultado.<br />

EL «CAMPOSANTO» CANINO<br />

Al principio no pocas personas le<br />

solicitaron a Yoan su <strong>con</strong>s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to.<br />

Luego, se hizo costumbre llevar a las<br />

mascotas a «descansar allí». La g<strong>en</strong>te<br />

escogió el sitio a su antojo y cada<br />

cual dio sepultura según sus posibilidades.<br />

Algunas son bóvedas de granito<br />

o losa, las hay <strong>con</strong> nicho como la<br />

de Trompy. Hay cruces improvisadas<br />

hechas a partir de ramas secas y no<br />

pocas pasan inadvertidas <strong>en</strong>tre la<br />

hojarasca y la basura arrojada por los<br />

transeúntes.<br />

La tumba de Manolo <strong>con</strong>mueve:<br />

Una flor de marpacífico cuelga desde<br />

la supuesta lápida. Ocultas —<strong>en</strong>tre<br />

los pedazos de mosaicos que proteg<strong>en</strong><br />

y dan forma a la sepultura— están<br />

dos hojas de papel. La primera es<br />

un dibujo infantil, <strong>con</strong> colores cálidos:<br />

rojo, anaranjado, amarillo. Se distingue<br />

una casita y <strong>en</strong>cima, atrapado <strong>en</strong>tre<br />

dos corazones, se lee: MANOLO.<br />

En el cielo, muy cerca de las nubes<br />

vuela una mariposa.<br />

Trompy es el primer perro <strong>en</strong>terrado.<br />

Fue su dueño, Andrés Castañeda,<br />

qui<strong>en</strong> <strong>en</strong>umeró las sepulturas para<br />

dejar <strong>con</strong>stancia cronológica de los <strong>en</strong>terrami<strong>en</strong>tos.<br />

Lo hizo cuando com<strong>en</strong>zaron<br />

crecer los <strong>en</strong>terrami<strong>en</strong>tos. Desistió<br />

de su empeño porque allí llegaron<br />

a existir, según sus cálculos, cerca de<br />

120 animales <strong>en</strong>terrados.<br />

El «cem<strong>en</strong>terio» se ext<strong>en</strong>dió hasta<br />

casi toda la cuadra. No pocos transeúntes<br />

la llaman la calle de los perros.<br />

«Este lugar debería declararse<br />

patrimonio de la localidad. Los vecinos<br />

de Alamar com<strong>en</strong>taban que Acueducto<br />

iba a demoler toda el área. Por<br />

eso la at<strong>en</strong>ción al lugar y los <strong>en</strong>terrami<strong>en</strong>tos<br />

se han limitado», expresa<br />

Alexis Alarcón Téllez, jefe de Zona <strong>en</strong><br />

la Dirección de Comunales del municipio<br />

de La Habana del Este.<br />

Este hombre, qui<strong>en</strong> vive <strong>en</strong> la<br />

Zona 10 de Alamar desde hace 30<br />

años, <strong>con</strong>sidera que los <strong>con</strong>structores<br />

que acometieron las obras de<br />

Acueducto pudieron ser más cuidadosos.<br />

«Arrasaron porque no había<br />

qui<strong>en</strong> exigiera por los daños».<br />

Él se declara a favor del «cem<strong>en</strong>terio».<br />

Explica que <strong>en</strong> el <strong>con</strong>t<strong>en</strong>ido de<br />

trabajo de Comunales se incluye la<br />

recogida de animales muertos. «Si<br />

los vecinos de la zona <strong>en</strong>tierran a sus<br />

mascotas, nos facilitan el trabajo y<br />

evitan epidemias. La iniciativa debía<br />

tomarse como norma. El cem<strong>en</strong>terio<br />

no perjudica a nadie, por el <strong>con</strong>trario<br />

b<strong>en</strong>eficia», <strong>con</strong>cluye.<br />

VOZ ESPECIALIZADA<br />

La doctora Miriam Cruz Acosta,<br />

especialista del C<strong>en</strong>tro Provincial de<br />

Higi<strong>en</strong>e y Epidemiología de Ciudad de<br />

La Habana, qui<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta <strong>con</strong> 20 años<br />

de experi<strong>en</strong>cia como zoonóloga, nos<br />

alerta: «Al morir un animal no debe ser<br />

arrojado a la calle ni a la basura. El<br />

cadáver <strong>en</strong> descomposición atrae a<br />

las moscas y otros vectores.<br />

«Además, el perro pudo morir de<br />

alguna <strong>en</strong>fermedad infecciosa o t<strong>en</strong>er<br />

parásitos u otras bacterias al fallecer.<br />

Las moscas, transmisoras de <strong>en</strong>fermedades,<br />

pued<strong>en</strong> posarse sobre el<br />

animal muerto y actuar como vectores<br />

mecánicos transportando la infección<br />

a los alim<strong>en</strong>tos que luego serán<br />

<strong>con</strong>sumidos por los humanos. También<br />

pued<strong>en</strong> posarse sobre la herida<br />

de una persona y esta agravarse por<br />

una infección sobreañadida», explica<br />

la especialista.<br />

Por tal motivo, insiste <strong>en</strong> que al<br />

morir un perro los dueños deb<strong>en</strong> <strong>en</strong>terrarlo,<br />

para así evitar <strong>con</strong>taminaciones<br />

a las personas y al medio ambi<strong>en</strong>te.<br />

Al hacerlo, dice, el animal debe<br />

quedar cubierto por una capa espesa<br />

de tierra de modo que no permita<br />

que otros animales puedan poner<br />

al descubierto los restos del animal<br />

<strong>en</strong>terrado.<br />

A los choferes que por accid<strong>en</strong>te<br />

dan muerte a un animal, la especialista<br />

les a<strong>con</strong>seja recogerlos y al m<strong>en</strong>os<br />

llevarlos a un vertedero sanitario.<br />

La doctora com<strong>en</strong>ta que los perros<br />

que llegan a los C<strong>en</strong>tros de Observación<br />

Animal por haber lesionado a personas,<br />

son internados, por un período<br />

de diez días,para su observación y así<br />

descartar que sean portadores de<br />

rabia, si pasado este tiempo manti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

bu<strong>en</strong> estado de salud, son<br />

devueltos a sus dueños. Los animales<br />

callejeros se manti<strong>en</strong><strong>en</strong> por 48<br />

horas <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro de Observación<br />

por si son reclamados o pued<strong>en</strong> ser<br />

dados <strong>en</strong> adopción. De no ocurrir esto<br />

son sacrificados y depositados <strong>en</strong> el<br />

vertedero sanitario.<br />

«Debemos insistirle a las personas<br />

<strong>en</strong> que no bot<strong>en</strong> los perros a la<br />

calle, ya que sufr<strong>en</strong> los animales y<br />

afectan la salud humana y el medio<br />

ambi<strong>en</strong>te», dice.<br />

Confiesa que des<strong>con</strong>ocía la exist<strong>en</strong>cia<br />

<strong>en</strong> la capital de este singular cem<strong>en</strong>terio<br />

para perros, asegura que <strong>en</strong><br />

nuestro país no existe oficialm<strong>en</strong>te un<br />

sitio <strong>con</strong> este fin y especifica: «Es responsabilidad<br />

y deber de cada dueño<br />

dar sepultura a sus mascotas».<br />

Ucrania agradece ayuda cubana a sus <strong>niños</strong> de Chernóbil<br />

por EDEL LIMA SARMIENTO<br />

LO que vi <strong>en</strong> Tarará es impresionante, tanto los<br />

avances <strong>en</strong> el estado de salud de los paci<strong>en</strong>tes<br />

como <strong>en</strong> la at<strong>en</strong>ción que les brindan. El próximo<br />

año vamos a <strong>con</strong>memorar el aniversario 20 del<br />

Programa de curación de los <strong>niños</strong> de Chernóbil,<br />

aseguró a JR Ihor Hrushko, director g<strong>en</strong>eral<br />

para las relaciones de Ucrania <strong>con</strong> Europa y<br />

América, qui<strong>en</strong> visitó reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te la Isla.<br />

Esa ayuda ha sido grande y es muy apreciada<br />

por mi país. Le estamos muy agradecidos<br />

a Cuba. Aun <strong>en</strong> los años más difíciles del<br />

llamado período especial, <strong>con</strong> las car<strong>en</strong>cias<br />

que t<strong>en</strong>ía, no r<strong>en</strong>unció a ofrecerla, re<strong>con</strong>oció.<br />

Hrushko explicó que Ucrania ha experim<strong>en</strong>tado<br />

una recuperación e<strong>con</strong>ómica <strong>en</strong> los últimos<br />

años e informó que el Parlam<strong>en</strong>to ucraniano<br />

acaba de aprobar una Resolución para<br />

prestar asist<strong>en</strong>cia a la República de Cuba <strong>en</strong><br />

relación <strong>con</strong> el Programa de los <strong>niños</strong> de Chernóbil.<br />

Con ese objetivo, puntualizó, se asignará<br />

anualm<strong>en</strong>te una suma de aproximadam<strong>en</strong>te<br />

800 000 dólares.<br />

Ihor Hrushko anunció que Ucrania aportará fondos<br />

para asistir a Cuba <strong>en</strong> relación <strong>con</strong> el Programa de<br />

los <strong>niños</strong> de Chernóbil.<br />

Queremos profundizar las relaciones de<br />

amistad y respeto mutuo <strong>en</strong>tre las dos naciones,<br />

y <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido estamos muy satisfechos<br />

<strong>con</strong> los resultados de las <strong>con</strong>sultas políticas<br />

sost<strong>en</strong>idas <strong>con</strong> los diplomáticos cubanos,<br />

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El funcionario habló de los lazos históricos<br />

y humanos <strong>en</strong>tre Ucrania y Cuba, que se exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />

por más de 40 años. «Cuando éramos parte<br />

de la Unión Soviética, muchos ucranianos<br />

estuvieron aquí <strong>en</strong> las trincheras <strong>en</strong> los años<br />

60, y después miles vinieron a trabajar junto al<br />

pueblo cubano <strong>en</strong> el empeño de desarrollar la<br />

e<strong>con</strong>omía nacional», precisó.<br />

Sobre la colaboración e<strong>con</strong>ómica <strong>en</strong>tre las<br />

dos naciones, recordó el <strong>con</strong>v<strong>en</strong>io que se materializa<br />

<strong>en</strong> Ci<strong>en</strong>fuegos para reparar los camiones<br />

ucranianos Kraz (los <strong>con</strong>ocidos popularm<strong>en</strong>te<br />

como KP3), que <strong>con</strong> más de 30 años<br />

de explotación circulan por la Isla. «También<br />

hay la posibilidad de armar automotores nuevos:<br />

las piezas v<strong>en</strong>drían de Ucrania y los cubanos<br />

las <strong>en</strong>samblarían aquí, y si la empresa es<br />

exitosa, los vehículos se exportarían a terceros<br />

países, especialm<strong>en</strong>te de América Latina»,<br />

apuntó.<br />

«Ahora estamos p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> un proyecto<br />

similar <strong>con</strong> los aviones Antonov —también son<br />

ucranianos y ustedes heredaron una cantidad<br />

importante <strong>en</strong> etapas anteriores—, para llegar<br />

a un acuerdo, se coordina la posible visita a<br />

Cuba de una delegación de expertos <strong>en</strong> aviación<br />

de mi país. Hemos diseñado nuevos<br />

modelos y esto podría ser de interés para la<br />

e<strong>con</strong>omía cubana», com<strong>en</strong>tó.<br />

Expuso, además, lo v<strong>en</strong>tajoso que ello sería<br />

para la Isla, a la que por el bloqueo de Estados<br />

Unidos le resulta imposible adquirir técnica<br />

occid<strong>en</strong>tal de aviación, que como regla g<strong>en</strong>eral<br />

ti<strong>en</strong>e compon<strong>en</strong>tes norteamericanos. «En cambio,<br />

los aviones fabricados <strong>en</strong> Ucrania son ci<strong>en</strong>to<br />

por ci<strong>en</strong>to ucranianos», destacó.<br />

Ihor Hrushko finalizó <strong>con</strong> una pregunta exhortatoria:<br />

«¿Por qué no seguir colaborando, si históricam<strong>en</strong>te<br />

Cuba adquirió tecnología ucraniana,<br />

y muchos de sus especialistas la <strong>con</strong>oc<strong>en</strong><br />

muy bi<strong>en</strong> y la aprecian, porque estudiaron <strong>en</strong><br />

nuestras universidades?».

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