Historias de los Aborigenes Tobas del Gran Chaco

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13.03.2014 Views

apostados al frente. La acción fue toda muy rápida y uno de los soldados se arrastró viboreando por el pastizal, llegó hasta el agua y cruzó la laguna para salvarse del fuego, y cruzando tumbó al suelo las mulas y caballos. El Capitán murió instantáneamente al igual que los demás. Luego les quitaron las armas, las ensilladuras y el fajo de billetes que llevaba en las alforjas; el sable y el Winchester del Capitán que llevaba una sigla de él. Inmediatamente se retiraron del lugar, y con ese dinero se compró varias armas procedentes del Paraguay con la mediación de Enrique Coba, que residía en el puerto de Formosa. Además de las armas también se compró muchas ropas, frazadas, y víveres. NOTA. El Winchester del Capitán Solari fue vendido al señor Miguelito Veda de Tres Isletas en los años 1967-1970, por el jefe Chiguilla’, Juan Bartolomé (Tolomé) durante la temporada de cosecha de algodón. Después de este suceso nuestros mayores se orientaron al Noreste, refugiándose al Norte más fuerte, en la zona de Laataxaqui, cerca de Subteniente Perín (Formosa). En esa época gobernaba el país Roque Sáenz Peña, y fue un tiempo muy difícil para nosotros los aborígenes del Chaco. Pero luego con la presidencia de Hipólito Irigoyen se alivió la tensa situación; fue distinto para nosotros pues había una esperanza de vida, pues la represión estaba autorizada desde el Ministro del Interior de la Nación por los presidentes de turno, y con Hipólito Yrigoyen cesó la indiscriminada matanza de mucha gente. En esa instancia también apareció el Cacique Francisco Moreno de Las Palmas, que logró esta salvación de nuestra gente luego de varias entrevistas con ese presidente para solicitar el cese de todo tipo de persecución, matanza y restricción en todo el territorio nacional, de los aborígenes que habitamos esta región Norte del país. Antes de esta pacificación llegaron varias patrullas que intentaron castigarnos para vengar la muerte del Capitán, pero fueron rechazadas por nuestros defensores armados pues era la única forma de salvar nuestras familias de las represalias del ejercito. De modo que fueron nueve personas las que integraban la emboscada con el Capitán, y continuamos varios años muy lejos de la persecución y siempre nos mantuvimos muy ocultos. Mi padre fue un gran amigo de Escalante. El padre de este fue su patrón antes de comenzar la represión que ejercieron los Coroneles contra los distintos jefes tobas, mocovíes, lules, vilelas y wichís-matacos que habitaban en el Chaco. En esa instancia, para salvar la vida de las familias de ellos, se mudaron hacia distintas regiones para refugiarse y protegerse en las regiones más impenetrables, mientras que algunos jefes decidieron someterse bajo el control de los Jefes Militares en distintas épocas. De modo que la muerte del Capitán Solari fue uno de los tiempos más difíciles para nosotros (años 1911-1912). Pero después de esos años llegó a gobernar el país Don Hipólito Irigoyen y fue el que levantó el control de las Comandancias y Fortines que controlaban el territorio, aunque posterior a este tiempo hubo otras actuaciones policiales pero de poca intensidad, focalizadas concretamente en algunas zonas y regiones. Orlando Sánchez: ¿De modo que el Cacique Moreno fue el primer hombre aborigen que logró entrevistarse con el Gobierno Nacional para solicitar el cese de la matanza de los aborígenes del territorio Chaqueño? Juan Zorrilla: Sí, así es, fue nuestro primer hombre que logró entrevistarse con el Gobierno Nacional personalmente para pedir que se deje la presión y la matanza; por eso fue que el presidente ordenó a todas las Comandancias y Fortines de frontera del Norte la realización de los controles estrictos con las poblaciones aborígenes. Pero la mayoría de la gente ya estaba muy bien armada. Yo me acuerdo después que volvimos de la región de Lasataxaqui, estando ya 62

instalada nuestra gente en la zona de Moqoit Lqaigo (cráneos de los Mocovíes), Formosa, en ese lugar un día salieron varios jóvenes para pescar en un riacho y mientras estaban en el agua, aparecieron unos cuarenta soldados que estaban rastreando huellas para determinar objetivos, pues aparentemente venían con la idea de hacer represalia, y los vigilantes nuestros ya venían controlando sus pasos y direcciones. Aquellos acamparon al lado del riacho para descansar y dar de tomar agua a sus animales, y se acercaron demasiado al lugar donde estaban nuestras gentes sin saber. Esa noche nuestros defensores hicieron sus primeros disparos de advertencia en tres oportunidades para advertir a los soldados que también estaban armados. Esta actitud hizo que en la madrugada, antes del amanecer, los soldados se retiraran de la cercanía de nuestras gentes y así también se evitó el derramamiento de sangre de ambos grupos (bandos); y cuando ya amanecía nuestros hombres que pasaron toda la noche controlando el movimiento de ellos, trajeron la novedad del alejamiento inesperado de los soldados. Este comentario que les estoy haciendo está totalmente confirmado por los voluntarios que integraban la patrulla de represalia, por ejemplo Romero Abicho y Schul que después colonizaron en Pampa del Indio en 1940. Siempre se acordaban de la bravura de los tobas con el alarido: -- Oh salcharo, oh salcharo, la palabra que pronunciaban los guerreros que intervinieron en los distintos combates anteriores a ese momento, cuando ocurrió este suceso que les estoy comentando. Particularmente, el testimonio de Romero que estuvo en varias oportunidades como voluntario y siempre se acuerda que salió herido de una flecha en el hombro derecho que lo dejó inmóvil durante el transcurso de la lucha, y los compañeros de él apenas lograron salvarlo sacándolo del centro de la batalla y de la lucha cuerpo a cuerpo; en esa oportunidad 15 soldados se salvaron, la mitad estaban heridos, y durante la huida se agusanó la herida, y todas las veces que ve un chico, siempre le saluda: -- Hola, salcharo, chico (se conoce como Abicho Romero). El otro lugar que también fue escenario de la muerte de un alto Oficial que comandaba una tropa de soldados, fue el monte fuerte de la zona de Laataxaqui. Nuestros vigilantes detectaron la llegada de la tropa de soldados y le seguían sus pasos, y un día en ese monte fuerte se internaron casi en el corazón del monte para poder exprimir el agua de los cardos espina para dar de tomar a las mulas y los caballos, además de ellos. Mientras estaban haciendo la limpieza para instalar las carpas de los Oficiales, y primeramente limpiaron un lugar donde podrían sentarse aparentemente esos Oficiales. Los aborígenes que hacían el seguimiento avisaron inmediatamente a los Jefes tobas para consultar como va ser la estrategia para enfrentarse con ellos. Luego fue encomendada a una sola persona la misión de matar directamente al Oficial, y fue escogida una persona shamán que tiene relaciones con los seres huasholec (seres enanitos del monte) que tienen muchos poderes para guiar y proteger a ese hombre, para no ser visto por los soldados. A este hombre le equiparon con un Winchester con un plomo alijado de una pata de olla de hierro (Paila), destinado especialmente al que dirigía la tropa. Y durante dos días el aborigen se acercaba al campamento para observar y distinguir quién era exactamente el que daba las órdenes, y durante el tercer día logró distinguir al oficial que daba órdenes; pues los soldados se turnaban por ejemplo para trasladarlo de un lugar a otro alzando la silla, le extendían la alfombra donde se sentaba, le llevaban el agua y la comida; y con el telescopio en la mano, cada tanto se ponía mirar y reconocer los alrededores del campo y del campamento de ellos. También observaba las insignias de jerarquía. Y una vez que el hombre logró darse cuenta, le comunicó enseguida a sus compañeros que le custodiaban la retanguardia, para alertar a los demás y que estén atentos acerca de la reacción de los soldados, una vez realizada la ofensiva. Luego se 63

apostados al frente. La acción fue toda muy rápida y uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> soldados se arrastró<br />

viboreando por el pastizal, llegó hasta el agua y cruzó la laguna para salvarse <strong>de</strong>l fuego, y<br />

cruzando tumbó al suelo las mulas y cabal<strong>los</strong>.<br />

El Capitán murió instantáneamente al igual que <strong>los</strong> <strong>de</strong>más. Luego les quitaron las<br />

armas, las ensilladuras y el fajo <strong>de</strong> billetes que llevaba en las alforjas; el sable y el<br />

Winchester <strong>de</strong>l Capitán que llevaba una sigla <strong>de</strong> él. Inmediatamente se retiraron <strong>de</strong>l lugar,<br />

y con ese dinero se compró varias armas proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l Paraguay con la mediación <strong>de</strong><br />

Enrique Coba, que residía en el puerto <strong>de</strong> Formosa. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las armas también se<br />

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NOTA. El Winchester <strong>de</strong>l Capitán Solari fue vendido al señor Miguelito Veda <strong>de</strong> Tres Isletas en <strong>los</strong><br />

años 1967-1970, por el jefe Chiguilla’, Juan Bartolomé (Tolomé) durante la temporada <strong>de</strong> cosecha <strong>de</strong><br />

algodón.<br />

Después <strong>de</strong> este suceso nuestros mayores se orientaron al Noreste, refugiándose<br />

al Norte más fuerte, en la zona <strong>de</strong> Laataxaqui, cerca <strong>de</strong> Subteniente Perín (Formosa). En<br />

esa época gobernaba el país Roque Sáenz Peña, y fue un tiempo muy difícil para<br />

nosotros <strong>los</strong> aborígenes <strong>de</strong>l <strong>Chaco</strong>. Pero luego con la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Hipólito Irigoyen se<br />

alivió la tensa situación; fue distinto para nosotros pues había una esperanza <strong>de</strong> vida,<br />

pues la represión estaba autorizada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Ministro <strong>de</strong>l Interior <strong>de</strong> la Nación por <strong>los</strong><br />

presi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> turno, y con Hipólito Yrigoyen cesó la indiscriminada matanza <strong>de</strong> mucha<br />

gente. En esa instancia también apareció el Cacique Francisco Moreno <strong>de</strong> Las Palmas,<br />

que logró esta salvación <strong>de</strong> nuestra gente luego <strong>de</strong> varias entrevistas con ese presi<strong>de</strong>nte<br />

para solicitar el cese <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> persecución, matanza y restricción en todo el<br />

territorio nacional, <strong>de</strong> <strong>los</strong> aborígenes que habitamos esta región Norte <strong>de</strong>l país.<br />

Antes <strong>de</strong> esta pacificación llegaron varias patrullas que intentaron castigarnos para<br />

vengar la muerte <strong>de</strong>l Capitán, pero fueron rechazadas por nuestros <strong>de</strong>fensores armados<br />

pues era la única forma <strong>de</strong> salvar nuestras familias <strong>de</strong> las represalias <strong>de</strong>l ejercito.<br />

De modo que fueron nueve personas las que integraban la emboscada con el<br />

Capitán, y continuamos varios años muy lejos <strong>de</strong> la persecución y siempre nos<br />

mantuvimos muy ocultos.<br />

Mi padre fue un gran amigo <strong>de</strong> Escalante. El padre <strong>de</strong> este fue su patrón antes <strong>de</strong><br />

comenzar la represión que ejercieron <strong>los</strong> Coroneles contra <strong>los</strong> distintos jefes tobas,<br />

mocovíes, lules, vilelas y wichís-matacos que habitaban en el <strong>Chaco</strong>. En esa instancia,<br />

para salvar la vida <strong>de</strong> las familias <strong>de</strong> el<strong>los</strong>, se mudaron hacia distintas regiones para<br />

refugiarse y protegerse en las regiones más impenetrables, mientras que algunos jefes<br />

<strong>de</strong>cidieron someterse bajo el control <strong>de</strong> <strong>los</strong> Jefes Militares en distintas épocas.<br />

De modo que la muerte <strong>de</strong>l Capitán Solari fue uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> tiempos más difíciles para<br />

nosotros (años 1911-1912). Pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esos años llegó a gobernar el país Don<br />

Hipólito Irigoyen y fue el que levantó el control <strong>de</strong> las Comandancias y Fortines que<br />

controlaban el territorio, aunque posterior a este tiempo hubo otras actuaciones policiales<br />

pero <strong>de</strong> poca intensidad, focalizadas concretamente en algunas zonas y regiones.<br />

Orlando Sánchez: ¿De modo que el Cacique Moreno fue el primer hombre aborigen que<br />

logró entrevistarse con el Gobierno Nacional para solicitar el cese <strong>de</strong> la matanza <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

aborígenes <strong>de</strong>l territorio Chaqueño?<br />

Juan Zorrilla: Sí, así es, fue nuestro primer hombre que logró entrevistarse con el<br />

Gobierno Nacional personalmente para pedir que se <strong>de</strong>je la presión y la matanza; por eso<br />

fue que el presi<strong>de</strong>nte or<strong>de</strong>nó a todas las Comandancias y Fortines <strong>de</strong> frontera <strong>de</strong>l Norte la<br />

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