13.03.2014 Views

Historias de los Aborigenes Tobas del Gran Chaco

Historias de los Aborigenes Tobas del Gran Chaco

Historias de los Aborigenes Tobas del Gran Chaco

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Juan Pablo: Quiero contarles que fue en el lugar llamado Paataic, don<strong>de</strong> fueron<br />

capturados uno <strong>de</strong> nuestros grupos, y lo que pasó <strong>de</strong>jó muy mal nuestros padres y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

ese momento el<strong>los</strong> <strong>de</strong>sconfiaban más <strong>de</strong> <strong>los</strong> blancos y <strong>de</strong> <strong>los</strong> soldados <strong>de</strong>l ejército; y<br />

cada vez que aparecían el<strong>los</strong> nuestros padres o madres nos tomaban fuerte nuestras<br />

manos para tirarnos por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos <strong>de</strong> <strong>los</strong> árboles para protegernos <strong>de</strong> el<strong>los</strong>; y<br />

me acuerdo que fueron tres veces que llegaron <strong>los</strong> soldados para someter a nuestros<br />

padres. Otro lugar fue la región <strong>de</strong> Nauec Late’e don<strong>de</strong> llegaron otra vez <strong>los</strong> soldados, y<br />

el otro lugar es la zona <strong>de</strong> Nanaxanaxaqui, inmediación <strong>de</strong> lo que hoy se llama Perín<br />

(Formosa). En ese momento, nuestras gentes pa<strong>de</strong>cían mucho el hambre, pues no se<br />

podían <strong>de</strong>dicar a pescar por el constante asecho <strong>de</strong> <strong>los</strong> soldados. Y en ese mismo lugar<br />

fue cuando <strong>los</strong> soldados tenían ro<strong>de</strong>ados a nuestras gentes, y nuestros hombres que<br />

estaban frente a el<strong>los</strong> llamaron: -- Padre, venga aquí, el Teniente quiere hablar con<br />

usted.- Y él les respondió el llamado: -- Por favor <strong>de</strong>jen como está, pues estamos bien.<br />

También vamos a seguir alimentándonos <strong>de</strong> peces. No sean tan ingenuos hijos míos, ya<br />

<strong>de</strong>masiado fuimos engañados por el<strong>los</strong>. Abran sus ojos, no sean engañados.<br />

Pues el Teniente quería repartir las merca<strong>de</strong>rías que traían y quería entregarlas,<br />

pero las gentes no recibieron en ese momento. Entonces <strong>los</strong> soldados dispararon con las<br />

armas y dieron muerte a Ÿanoyi, Shiloxochi, Cesaiqui, Soxonqui, Yiloxoic, Yinoxot,<br />

Shilgaqloi; y a dos mujeres que corrieron para escaparse les dispararon, pero las balas<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> fusiles no acertaron pues ya se metieron a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l monte y se salvaron. Los<br />

gritos <strong>de</strong> advertencia fueron voces <strong>de</strong> aborígenes que estaban entre <strong>los</strong> soldados como<br />

guías y traductores, persiguiendo a sus propias gentes.<br />

En ese tiempo, nuestras gentes otra vez fueron a refugiarse a la región <strong>de</strong> Nashirot<br />

Lai’, y en ese mismo lugar un día llegaron <strong>los</strong> paraguayos con diez cabal<strong>los</strong> cargados <strong>de</strong><br />

merca<strong>de</strong>rías, armas, municiones, pólvora y ropas, para cambiar por pieles <strong>de</strong> tigre,<br />

yacaré, nutria, lobito <strong>de</strong>l mar, zorro, plumas <strong>de</strong> ñandú y <strong>de</strong> garzas, piel <strong>de</strong>l ñandú, cera <strong>de</strong><br />

colmenas; y durante diez días el<strong>los</strong> estuvieron junto con nosotros. Y a través <strong>de</strong> el<strong>los</strong>, <strong>los</strong><br />

paraguayos, nuestras gentes se salvaron pues nos alcanzaron alimentos que tanto<br />

estábamos necesitando. Y mientras que <strong>los</strong> familiares <strong>de</strong> <strong>los</strong> que fueron muertos días<br />

antes estaban llorando todavía, en ese momento algunos <strong>de</strong> nuestros mayores llamados<br />

Noÿaic, Dashi’chi, Qoÿaxaqui, Chimiaxayi, Pasaxaic, <strong>de</strong>cían:<br />

-- ¿Por qué seguimos llorando? Están tratando <strong>de</strong> someternos con la autoridad <strong>de</strong><br />

nuestros enemigos <strong>los</strong> blancos, nos siguen matando nuestros hijos e hijas y continúan<br />

aún nuestras persecuciones. ¿Cuándo vamos a tener la paz? Nos empobrecen día a día<br />

estas infamias que estamos todos sufriendo.<br />

Y mientras estaban hablando el<strong>los</strong>, aparecen llegando un grupo <strong>de</strong> aborígenes<br />

muy bien emponchados, y se nota que estaban ocultando sus armas. El<strong>los</strong> eran una<br />

avanzada <strong>de</strong> <strong>los</strong> soldados y mientras se estaban acercando al lugar don<strong>de</strong> estaba<br />

nuestra gente uno <strong>de</strong> nuestros vigilantes dio un grito <strong>de</strong> advertencia diciendo: -- ¡Cuidado,<br />

<strong>los</strong> soldados están <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> el<strong>los</strong>!<br />

Y nuestras gentes estaban totalmente atrapadas por el<strong>los</strong>, pero vino una gran<br />

lluvia torrencial que <strong>de</strong>jó inundada la zona don<strong>de</strong> estaba la mayoría <strong>de</strong> nuestra gente y no<br />

pudieron avanzar pues las mulas <strong>de</strong> el<strong>los</strong> se hundían en <strong>los</strong> sumi<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> agua. Así, el<strong>los</strong><br />

tenían que retroce<strong>de</strong>r para alejarse <strong>de</strong>l lugar y no volvieron más.<br />

Mucho tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este acontecimiento, nuestras gentes ya estaban muy<br />

tranquilas y comenzaron a juntar otra vez las pieles <strong>de</strong> tigres, yacaré, lobito <strong>de</strong>l mar,<br />

zorro, jabalí, plumas <strong>de</strong> ñandú y garzas, ceras, pues ya se acercaba el tiempo indicado<br />

por <strong>los</strong> compradores <strong>de</strong> pieles que eran paraguayos, venían periódicamente y traían<br />

merca<strong>de</strong>rías, ropas, armas, cartuchos, municiones y pólvora, hachas, machetes, palas,<br />

cuchil<strong>los</strong> y otras cosas. Y cuando el<strong>los</strong> llegaron, se hizo el trueque <strong>de</strong> todo lo que la gente<br />

había juntado días antes y se quedaron por varios días más.<br />

En ese momento, se juntaron varios <strong>de</strong> nuestros mayores y hacían planes para<br />

matar a esos paraguayos, pero hubo una discusión entre el<strong>los</strong> sobre <strong>los</strong> otros jefes que<br />

23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!