INFORME
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BIOTOPO MARINO ALGORRI<br />
OM98011<br />
- El incremento de la estratificación térmica con la distancia a la costa y el<br />
consiguiente aumento de la profundidad, con aparición de capas de agua más frías.<br />
- La ausencia de niveles con un gradiente térmico especialmente marcado<br />
incluso en las estaciones más lejanas a la costa, en las que el hidrodinamismo interfiere<br />
menos en la estabilidad y estratificación de la columna de agua.<br />
- La ligera tendencia de hundimiento de las isotermas hacia la costa.<br />
En dicho año las condiciones estivales fueron algo atípicas ya que los valores<br />
observados difieren ligeramente de los esperados, siendo, en algunos casos, notablemente<br />
inferiores. Además, la estratificación térmica fue prácticamente inexistente en algunos<br />
casos (estaciones más costeras) y en los que se dio, el gradiente térmico se encontraba casi<br />
uniformemente repartido por toda la columna de agua, no apareciendo un nivel de<br />
profundidad que concentrase la mayor parte de la variación de temperatura como suele ser<br />
habitual en la termoclina de principio de verano.<br />
VALENCIA et al. (1989) y VALENCIA (1992) encuentran situaciones similares,<br />
con estratificación poco marcada en 1987 y 1988 para fechas similares a las del<br />
mencionado estudio, mientras que en 1986, 1989 y 1990 la termoclina se sitúa por encima<br />
de los 20 metros. Trabajando en aguas más someras, FLOS et al. (1979) y ARIAS et al.<br />
(1980) presentan datos y gráficas en las que la estratificación está más marcada, siendo<br />
rara una distribución tan homogénea de la temperatura como la observada. Las<br />
temperaturas detectadas por ARIAS et al. en el mes de julio en superficie (en torno a 20º<br />
C) coinciden con las encontradas por AZTI et al. (1993) en verano de 1992.<br />
En invierno (BORJA y VALENCIA, 1994, FRANCO et al., 1996) se da una<br />
inversión térmica en el área que es relativamente frecuente debido a que las aguas<br />
continentales son, en general, más frías que las aguas de mar y el balance del intercambio<br />
de calor entre la atmósfera y el océano se traduce en un enfriamiento. En las zonas costeras<br />
próximas a las desembocaduras el descenso de densidad asociado a la disminución de la<br />
salinidad compensa el incremento de densidad producido por el descenso de la temperatura<br />
por lo que dichas aguas, más frías y menos saladas, pueden permanecer en la superficie si<br />
no se dan condiciones de mezcla mecánica como los temporales.<br />
En la campaña realizada en verano de 1997 la temperatura media en superficie es<br />
muy similar a la registrada en verano de 1992, si bien el rango total de temperatura es<br />
menor, no detectándose valores inferiores a 17 ºC, frente a valores inferiores a 13º C<br />
medidos en 1992 (Tabla 3). Se debe señalar, sin embargo, que en la campaña de 1997 las<br />
estaciones más profundas se hallan en torno a los 30 m, mientras que en 1992 se<br />
alcanzaron los 70 m; así, considerando los datos de 1992 hasta 30 m de profundidad las<br />
temperaturas mínimas se sitúan en torno a 17,5 ºC, muy similares a las registradas en 1997.<br />
V. HIDROGRAFÍA 35