Sobre determinismo y libre albedrío. Eikasia 16
Sobre determinismo y libre albedrío. Eikasia 16
Sobre determinismo y libre albedrío. Eikasia 16
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Centeno, S.: «Retórica e ideología en la Carta a los romanos de Pablo de Tarso»<br />
En definitiva la salvación viene determinada por la fe. Y da igual que seas<br />
judío que gentil que si no tienes fe en Cristo resucitado no vale. Esta es la tesis<br />
fuerte y novedosa de Pablo. Y si la tesis es fuerte se esperaría que la argumentación<br />
que la sostuviera lo fuese también, pero no. La argumentación de la Carta a los<br />
Romanos, como vimos, es ambigua. Pero estamos convencidos que es ambigua no<br />
porque Pablo no hubiese encontrado argumentos más convincentes, sino porque no<br />
le interesaba ser menos ambiguo. Pablo, como todo retórico, se sabe adaptar a su<br />
público destinatario. Por eso si leemos esta carta a los Romanos vemos a un Pablo<br />
que es condescendiente con la Ley, pero, sin embargo, no lo es tanto si leemos<br />
Gálatas.<br />
El resultado de Romanos es la<br />
ambigüedad, la vaguedad, la<br />
anfibología, y, en definitiva, la<br />
oscuridad del discurso. Pero es<br />
evidente que Pablo, teniendo en<br />
cuenta a quién predicaba y a quién<br />
quería persuadir, no podía ser tan<br />
claro ni tampoco tan radical como lo<br />
será después Marción. Éste, a pesar de<br />
considerarse seguidor de las<br />
enseñanzas de Pablo, sin embargo,<br />
consideraba que el Dios cruel y vengativo del Antiguo Testamento no podía ser el<br />
mismo que el Dios Padre de Cristo. No obstante, Pablo no estaba en la misma<br />
situación, no podía ser tan radical. De modo que el Dios que promulgó la Ley es el<br />
mismo que engendró a su Hijo, por lo tanto abrogar la Ley sería tanto como<br />
invalidar la salvación por la fe en el Hijo.<br />
Conversión de San Pablo. Fresco de la capilla<br />
Paulina (1542-45) Palacio Pontificio del Vaticano<br />
Y así, la ambigüedad se derrama a lo largo de los capítulos cinco al once. La<br />
ambigüedad y oscuridad argumentativa sobre la relación entre la ley, el pecado, la<br />
moral y la salvación no desaparecen. Pero, ¿es que no puede ser más claro o es que<br />
no quiere serlo? Seguramente más lo segundo que lo primero. ¡Lo que ha aprendido<br />
la Iglesia de esta ambigüedad que derrocha Pablo en sus escritos! De hecho se<br />
<strong>Eikasia</strong>. Revista de Filosofía, año III, <strong>16</strong> (enero 2008). http://www.revistadefilosofia.org 95