Sobre determinismo y libre albedrío. Eikasia 16
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Centeno, S.: «Retórica e ideología en la Carta a los romanos de Pablo de Tarso»<br />
Su argumentación utiliza el recurso del paralelismo que lo podríamos<br />
representar como sigue:<br />
1- fe (fidelidad) ? verdad ? justicia<br />
2- infidelidad ? mentira ? injusticia<br />
Pero, ojo, ese paralelismo argumental es tan válido para el judío como para<br />
gentil. La justicia divina termina por tratar por igual a griegos y a judíos.<br />
Entonces, el supuesto interlocutor judío le objeta a Pablo, ¿por qué lo de:<br />
“'Iouda…J te prîton”? 122<br />
Nada está claro, ciertamente, la argumentación es<br />
ambigua porque en el fondo está diciendo: “la Ley sí” (¿cómo iba a decir que no si<br />
se dirigía a judíos?) pero no sin la fe, y, a la vez: la Ley no (¿cómo iba a decir que sí,<br />
si quería persuadir a gentiles?), pero sí, si va acompañada de la fe. Por eso, al final<br />
del capítulo tres, de forma más contundente ese hipotético judío pretende refutar de<br />
nuevo la argumentación de Pablo y dice: “Entonces, ¿por la fe privamos a la Ley de<br />
su valor? ¡De ningún modo¡ –se contesta Pablo– Más bien la consolidamos.” 123<br />
Pero Pablo no explica más en qué consiste esta “consolidación” o “convalidación” o<br />
“afianzamiento” [ƒst£nomen], que de todas esas formas se podría traducir ese<br />
término. Parece que es la propia fe la que consolida y afianza la Ley. Incluso la fe<br />
está por encima de las obras 124 . Por eso el supuesto interlocutor pregunta de nuevo:<br />
“¿Qué diremos, pues, de Abraham, nuestro padre según la carne? Si Abraham<br />
obtuvo la justicia por las obras [x œrgwn], tiene de qué gloriarse, mas no delante<br />
de Dios.” 125 Y aquí no puede Pablo continuar siendo ambiguo, la respuesta no<br />
puede ser afirmativa. Pero ahora, para mantenerse en la misma tesitura utiliza otro<br />
recurso argumentativo, recurre a la exégesis del Génesis y a interpretar lo que ha<br />
dicho de Abrahán. Y esta exégesis va desde el versículo 3 al 25.<br />
122 .- De Rom. 1, <strong>16</strong>.<br />
123 .- Rom. 3, 31: “nÒmon oân katargoàmen di¦ tÁj p…stewj; m¾ gšnoito, ¢ll¦ nÒmon ƒst£nomen.”<br />
124 .- ¿Qué pensaría el Nazareno de esto? El giro ideológico es significativo. Aunque la fe tuviese su<br />
importancia al hombre no se le conoce por ella, pensaba aquel judío no helenizado que era Jesús, ni<br />
siquiera por las obras, sino por el resultado de estas , por sus frutos: Mt., 7, 20: “¥ra ge ¢pÕ tîn karpîn<br />
aÙtîn pignèsesqe aÙtoÚj.” = “Así que por sus frutos los reconoceréis.”<br />
125 .- Rom. 4, 1: “T… oân roàmen eØrhkšnai 'Abra¦m tÕn prop£tora ¹mîn kat¦ s£rka; e„ g¦r<br />
'Abra¦m x œrgwn dikaièqh, œcei kaÚchma: ¢ll' oÙ prÕj qeÒn.”<br />
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<strong>Eikasia</strong>. Revista de Filosofía, año III, <strong>16</strong> (enero 2008). http://www.revistadefilosofia.org