Sobre determinismo y libre albedrío. Eikasia 16
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Centeno, S.: «Retórica e ideología en la Carta a los romanos de Pablo de Tarso»<br />
Por supuesto hemos que admitir también que a lo largo de sus escritos se<br />
aprecian claras influencias de la filosofía griega y romana, sobre todo del estoicismo o<br />
del gnosticismo. Influencias por otra parte nada extrañas porque en esta época tales<br />
tendencias filosóficas impregnaban el ambiente cultural de todo el ámbito helenísticoromano.<br />
Lo que no se alcanza a<br />
comprender es la conversión súbita<br />
que sufre cuando, en torno al año<br />
35 ó 36, camino de Damasco,<br />
enceguecido por una intensa luz,<br />
cae de su caballo. ¿Qué<br />
circunstancias o qué razones<br />
objetivas no alucinatorias le<br />
hicieron cambiar de ser un celoso<br />
perseguidor de los cristianos a ser<br />
Conversión de San Pablo<br />
su ardoroso defensor? ¿De pasar de ser Saulo, judío fariseo perseguidor de los<br />
cristianos 13 , a ser Pablo el apóstol de los gentiles? Las hipótesis que se presentan para<br />
explicar esta circunstancia son tan variopintas que no vamos ni siquiera a mencionarlas.<br />
La mayoría de los estudiosos inciden en explicaciones o bien de carácter psicológicosubjetivo<br />
14 o bien en explicaciones de carácter meramente fideísta, o incluso las dos a la<br />
vez. Lo cierto es que desde un punto de vista objetivo sabemos que sólo en una<br />
enviaron a los lictores a decir al carcelero: «Pon en libertad a esos hombres.» El carcelero transmitió<br />
estas palabras a Pablo: «Los pretores han enviado a decir que os suelte. Ahora, pues, salid y marchad.»<br />
Pero Pablo les contestó: «Después de habernos azotado públicamente sin habernos juzgado, a pesar de<br />
ser nosotros ciudadanos romanos, nos echaron a la cárcel; ¿y ahora quieren mandarnos de aquí a<br />
escondidas? Eso no; que vengan ellos a sacarnos.» Los lictores transmitieron estas palabras a los<br />
pretores. Les entró miedo al oír que eran romanos. Vinieron y les rogaron que saliesen de la ciudad. Al<br />
salir de la cárcel se fueron a casa de Lidia, volvieron a ver a los hermanos, los animaron y se<br />
marcharon.”<br />
13 .- Pablo mismo afirma que él fue perseguidor de los cristianos en Flp. 3, 4-6.<br />
14 .- Algunos estudiosos presentan a Pablo como un místico, pero otros lo presentan como un enfermo,<br />
bien sea aquejado de epilepsia o bien de sífilis (adquirida o heredada) en tercer grado. Lo cierto es que<br />
“tenía”, dicho por él mismo, visiones o alucinaciones. Véase por ejemplo 2 Co. 12 1-7 donde dice,<br />
seguramente refiriéndose a esa hipotética enfermedad: “kaˆ tÍ ØperbolÍ tîn ¢pokalÚyewn. diÒ, †na<br />
m¾ Øpera…rwmai, dÒqh moi skÒloy tÍ sark…, ¥ggeloj Satan©, †na me kolaf…zV, †na m¾<br />
Øpera…rwmai.” = “Y por eso, para que no me engría con la sublimidad de esas revelaciones, fue dado un<br />
aguijón a mi carne, un ángel de Satanás que me abofetea...” ¿Qué querrá decir con ese “…skÒloy…” o<br />
aguijón? Se refiere, parece, a una enfermedad de la “carne” [tÍ sark…], pero ¿a cuál? ¿Es esta misma<br />
enfermedad la que le produce las alucinaciones?<br />
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<strong>Eikasia</strong>. Revista de Filosofía, año III, <strong>16</strong> (enero 2008). http://www.revistadefilosofia.org