revista

PERSONAJE! CAROLINA PAPALEO
página
30 —
Actriz de
familia
Carolina Papaleo hace en la actualidad
dos programas de radio e incluso planea
sacar su propio libro. Pero su lugar
sigue estando arriba del escenario.
Mientras protagoniza una obra de teatro
con Rubén Stella, la actriz repasa con
andar algunos de sus trabajos más
recordados y habla con propiedad
de un mundo que conoce bastante: la
televisión.
Cuando Carolina llegó al mundo, su madre, Irma Roy era una de
las estrellas de Canal 9. Solo en ese contexto se explica que la fuente de
inspiración para la elección de su segundo nombre haya sido Alejandro
Romay y que el mismísimo “zar de la televisión” haya sido designado
luego su propio padrino.
“De chica he dormido en camarines e incluso en varios estudios de TV, por
lo que muchas veces cuando había que cambiar de decorado me corrían de
una cama a la otra”, recuerda. “Ese fue el medio en el cual me moví y las
circunstancias que me hicieron llegar a la actuación. Estar delante de una
cámara o arriba de un escenario siempre fue para mí lo normal”, sintetiza
hoy Carolina Papaleo.
Una voz en el teléfono
Si bien es verdad que ha hecho una
gran cantidad de trabajos en televisión,
ella misma se encarga de aclarar que
su CV es “mullidito” porque la TV hace
un tiempo era otra. “Antes había muchos
unitarios y se hacían muchas cosas simultáneamente.
Por lo que a lo mejor en un año
hacías siete trabajos diferentes. Te tocaban
-por ejemplo- cuatro Alta Comedia con
personajes distintos, una miniserie de tres
meses y después enganchabas una novela.
Todo eso te daba una oxigenación y mucha
práctica”, explica.
En la pantalla chica Carolina Papaleo
hizo ficciones tales como Hombres
de ley, Atreverse, la mencionada
Alta Comedia, Infieles, Vínculos,
el memorable Zona de riesgo con
Gerardo Romano, Ricos y Famosos,
Mujercitas y Los Buscas entre muchas
otras. Pero sin dudas la novela
más recordada que protagonizó fue
Una voz en el teléfono, con Raúl Taibo.
La exitosa dupla que
formó con Raul Taibo en
Una voz en el teléfono
se repitió luego en otras
novelas como Amor en
custodia
“Fue el último gran éxito de Alberto Migré
en novelas. La gente a la tarde paraba para
verla”, recuerda nostálgica la actriz.
“Con Raúl nos llevábamos muy bien y teníamos
mucha química laburando juntos, por
eso la dupla se repitió después varias veces
en otros trabajos”, explica. “Esa novela
marcó para mí un antes y un después. Me
dio mucha popularidad y a partir de entonces
dejé de ser la ´hija de´ para pasar tener
un nombre propio”, concluye orgullosa.
“El efecto Tinelli”
Dentro del extenso currículum de
Carolina figura también, hay que
decirlo, el hecho de haber trabajado
en una obra de teatro del mediático
Ricardo Fort. Una decisión que sor-
prendió a más de uno. “Lo que pasa
es que cuando yo me contacté con él… él
no era eso. No le había agarrado el ´efecto
Tinelli´ como digo yo. Era una propuesta
de alguien que había viajado por el mundo
y tenía ganas de hacer una comedia como
tantas otras que yo había hecho. Pero
bueno, después se convirtió en ese gran personaje.
Cuando pasás por el show, entrás
de una manera… y salís de otra”, remarca
la actriz que estrenó con Fort un 22
de enero y terminó su vínculo con él
apenas un mes mas tarde.
Respecto al show mencionado más
arriba, el tema recurrente en los
medios suele ser el espacio que
ocupan éste y sus derivados en la
televisión abierta, en relación con
los formatos de ficción. “La verdad
que no nos podemos quejar. La ficción por
fin este año le está ganando al tanque que
es la propuesta de Tinelli. Yo siempre digo,
a mí me parece bárbaro porque es un producto
que tiene un montón de guita puesta
y es un show tremendo. Pero a mí me gusta
que funcione todo y si Bailando por un
sueño colapsa la televisión entera, los que
hacemos ficción estamos muertos”.
Los tiempos difíciles
El conocimiento precisamente de
esos vaivenes laborales que muchas
veces afectan a quienes trabajan en
televisión, fue el motivo por el cual
los padres de Carolina Papaleo no deseaban
que su hija se dedicara a esto.
“Querían que fuera otra cosa. A mi viejo
sobre todo le hubiera gustado que yo siguiera
una carrera más tradicional donde no
estuviera sujeta a esos imponderables.
Querían para mí algo más tranquilo, más
´predecible´ digamos”.
“Si Bailando por un
sueño colapsa la televisión
entera, los que
hacemos ficción estamos
muertos”
30 | Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina a! - 31