SEMANA_FEB2014

LA JUEZ ALAYA
☛ Algunos de los casos que ha
instruido después han contribuido
a mantener encendida la
llama y han llevado a Mercedes
Alaya a instalarse de forma casi
permanente en el ojo del
huracán mediático y al primer
plano de actualidad.
La magistrada es personaje
habitual en informativos de televisión,
portadas de periódicos y
redes sociales, donde la juez de
los ERE arrasa, con un grupo de
amigos en Facebook que no ha
parado de crecer desde 2010
hasta llegar a los 44.797 seguidores
de la actualidad.
¿Altiva o tímida?
A la juez Alaya se la describe con
adjetivos como «distante, imparable
y perseverante» al tiempo
que «discreta, trabajadora e inteligente»
para definir sus actuaciones
profesionales, mientras
que por su carácter y aspecto físico
se la ha considerado enigmática,
elegante y físicamente
atractiva.
La absoluta
reserva de esta
mujer de apariencia
delicada con la
prensa y la actitud
distante en sus
contadas apariciones
ante las cámaras
que la aguardan
a la puerta del juzgado,
que unos
interpretan como tímidez y otros
como altivez, despertó admiraciones,
odios y le dan un halo de
misterio que atrae a todos y despierta
enorme curiosidad:
«Me genera pudor hablar de
mi vida privada, situación en la
que creo que pocos jueces se han
visto», escribió Mercedes Alaya
en una alegación cuando algunos
abogados intentaron recusar su
instrucción en el caso Mercasevilla
cuestionando su independencia,
objetividad y valía, incidente
que la afectó
profundamente.
«Mi marido y yo»
Aducían los letrados que su
marido, Jorge Castro, había auditado
las cuentas de la empresa el
año anterior por lo que «la juez
Alaya estaba contaminada».
«La intimidad familiar la dedico
a otros menesteres distintos
Va en taxi,
no sale ni a
tomar café
y come un
sándwich en
el despacho
al trabajo. No hablamos de trabajo
aunque pueda parecer
extraño, prácticamente nunca lo
hemos hecho, pues la parcela
personal es necesario mantenerla.
¿Piensan que tras acabar mi
marido y yo nuestras respectivas
jornadas, a las diez de la noche,
tenemos el más mínimo interés
en resolver cuestiones de índole
jurídica y económica?», preguntaba
en aquella alegación...
Su baja de 6 meses
Aunque falló el intento de recusarla,
lo sucedido afectó tan profundamente
a Mercedes Alaya
que necesitó una baja de seis
meses para reponerse de las
repercusiones que el asunto llegó
a tener en su salud.
Dicen que este incidente también
se refleja en su forma de trabajar
puntillosa y hermética y en
su tendencia a no delegar que le
reprochan algunos.
Lo cierto es que la magistrada,
adorada por los
funcionarios de su
juzgado que alaban
su precisión y profesionalidad,
ofrece
su cara más rigurosa
a acusados,
abogados y fiscales.
Su enorme laboriosidad
no permite
distracciones ni
relajación por lo
que sus tomas de
declaración se suelen prolongar
y cuando los principales imputados
terminan de declarar ya es de
madrugada.
Mercedes Alaya, que habitualmente
no es madrugadora, llega
en taxi, no sale ni a tomar un café
y come un sándwich o una palmera
de chocolate en el despacho.
Si se prolonga la jornada es
frugal su cena, apenas come y
durante la instrucción sabe disimular
como pocos el cansancio.
Ahora, veremos su cara más
humana, cuando Mercedes
Alaya renueve sus votos matrimoniales
ante Jesús del Gran
Poder con Jorge Francisco Castro
García, un reconocido auditor,
con despacho en el selecto
barrio sevillano de Nervión, muy
próximo a los juzgados, donde la
magistrada se ha ganado el título
de «dama de hierro» de la Justicia
española. ■
Una de
sus
prendas
fetiche:
un bolso
de buena
piel.
Para el
verano,
modelos
sueltos,
en tejidos
ligeros y
coloristas.
Le
encanta
el zapato
de punta
fina y
tacón de
aguja.
Para
realzar
silueta,
vestidos
ajustados
a cintura
y cadera.