10MINUTOSFEB2014

psicología
Por José Ignacio Martínez
Psicólogo
cuido de un enfermo
Cuidar de un familiar enfermo
supone un desgaste
que casi siempre acarrea
serias consecuencias para el cuidador,
hasta el punto de que en
un corto espacio de tiempo podría
haber otro enfermo más.
Cuando la fatiga, responsabilidades
y entrega sobrepasan el límite
de las fuerzas, aparecen los primeros
síntomas: irritabilidad, agresividad,
tendencia al aislamiento y
depresión. Antes de llegar a ese
momento, preocúpate de ti misma
e implica al resto de la familia.
Encuentra un tiempo y un espacio
para ti misma, para tomarte un
respiro, rescatar tu independencia
y apoyarte en los demás. Toma
nota de estos consejos:
Cuida tu propia salud. Cuando
sea necesario, que casi siempre
lo es, ponlo en conocimiento de
tu médico para que te preste la
atención que necesites. Descansa
lo suficiente y no busques el refugio
en los fármacos o el alcohol.
Evita el aislamiento. Necesitas
distraerte y relacionarte fuera del
entorno más cercano al enfermo
Mantén tus actividades, aquellas
a las que antes dedicabas tu
tiempo libre o incluso alguna
nueva que contribuya a tu bienestar
físico y psíquico; hacer deporte,
pasear, leer, ir al cine...
Es imprescindible que pidas y aceptes ayuda, que busques
quien comparta este peso, quien te sustituya algunas horas
para poder seguir con tu vida o tomarte unas vacaciones,
porque lo necesitas más que nunca. Sentirte culpable no te
ayudará ni a ti ni al enfermo. La amistad, el amor o la ilusión
siguen estando ahí y tienes que disfrutarlos.
test
¿Estás al límite de tus fuerzas?
Si tienes en tu casa un enfermo y eres tú quien se ocupa principalmente de él,
asegúrate de que tu entrega no supere tu capacidad.
1. Duermes al menos siete
horas seguidas sin ocuparte
del enfermo.
V ❏ F ❏
2. Te levantas por las
mañanas tan agotada como
al acostarte.
V ❏ F ❏
3. Para conciliar el sueño
necesitas tomar un fármaco.
V ❏ F ❏
4. Si tomas algún
medicamento es porque te
lo ha recetado el médico.
V ❏ F ❏
EL CUIDADOR QUEMADO
El 85 % de los cuidadores
(la mayoría mujeres de mediana edad,
casadas, con estudios primarios y sin
ocupación remunerada, en muchos casos
porque han tenido que dejar de trabajar)
sufre el síndrome del cuidador quemado,
con problemas físicos, psíquicos y en su
vida social, desde lesiones musculares
hasta la depresión. Para salir adelante, sin
dejarse la vida en ello, es importante pedir
ayuda. Las asociaciones son un gran apoyo.
5. Consumes más alcohol o
tabaco que antes.
V ❏ F ❏
6. A tu alrededor hay
algún otro familiar que se
preocupa por ti.
V ❏ F ❏
7. Encuentras en esos
familiares verdadera ayuda
y comprensión.
V ❏ F ❏
8. Colaboran y te sustituyen
también en el cuidado del
enfermo.
V ❏ F ❏
5 o menos aciertos:
Tu propia salud está en
peligro, la dedicación que
te exige el cuidado de un
enfermo es demasiada y muy
poca la ayuda que recibes.
Necesitas cuidar más de ti
misma, disponer de tiempo
libre, recibir la atención y
el consejo de tu médico y
hablar con tu familia; de lo
contrario habrá en tu casa
dos problemas.
9. Estás irritable y te sientes
dolida por la actitud de
toda la familia.
V ❏ F ❏
10. Has dejado a un lado
todas tus aficiones y apenas
sales de casa.
V ❏ F ❏
11. Sales con otras personas
ajenas al problema.
V ❏ F ❏
12. Has perdido el interés
por todo y te sientes triste
todo el tiempo.
V ❏ F ❏
Entre 5 y 10 aciertos:
Tu situación no es límite
pero tienes que estar alerta y
reaccionar al menor síntoma.
Eres fuerte y probablemente
cuentas con alguna ayuda,
pero aun así las cosas
deberían mejorar en algunos
aspectos, tal vez descansar
o distraerte un poco más,
y sobre todo no intentar
enfrentarte tú sola con toda la
responsabilidad.
13. Desde hace tiempo a
menudo te sientes culpable
de no poder hacer más por
el enfermo.
V ❏ F ❏
14. Has salido de vacaciones
o te has tomado unas
jornadas sólo para ti al
menos unos días el último
verano.
V ❏ F ❏
15. Al margen del
problema, eres consciente
de que te quedan otros
motivos para ser feliz.
V ❏ F ❏
1-V, 2-F, 3-F, 4-V, 5-F, 6-V, 7-V, 8-V, 9-F, 10-F, 11-V, 12-F, 13-F, 14-V, 15-V
Más de 10 aciertos:
Tienes un papel protagonista
pero tienes la suerte de
tener a tu lado alguien que
se preocupe por ti y que
te apoye con su ayuda y
comprensión. Cuidar un
enfermo siempre es una
dura prueba, pero cuando
la responsabilidad es
compartida, tanto el enfermo
como su cuidador se
benefician.
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