Reporte Científico de la WSPA

GRANJA DE TORTUGAS
DE GRAN CAIMÁN
Un caso para el cambio

CONTENIDO
4 Resumen Ejecutivo
5 Antecedentes:
Granja de Tortugas de Gran Caimán
6 Preocupaciones principales
7 Amenazas al bienestar
10 Incumplimiento del mandato de conservación
13 Riesgos para la salud humana
17 Revisión general de la generación de ingresos
a través del turismo
20 La solución humanitaria
22 Referencias
La Sociedad Mundial para la Protección Animal
La Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA por sus siglas en inglés)
busca crear un mundo donde los problemas de bienestar animal y la crueldad hacia
los animales lleguen a su fin. Para lograr esta visión trabajamos directamente con
los animales y con las personas y organizaciones que pueden garantizar que los
animales sean tratados con respeto y compasión.
Realizamos una campaña eficaz para luchar contra el sufrimiento animal más intenso
y de gran escala a nivel mundial, propiciando un cambio duradero a través de:
• ayudar a la gente a comprender la importancia de un buen bienestar animal
• alentar a las naciones a comprometerse con prácticas amigables hacia los
animales
• construir el caso científico para el mejor trato a los animales
• promover un movimiento mundial hacia un mejor bienestar de los animales.
A nivel local, mejoramos las condiciones de vida de los animales y evitamos la
crueldad al trabajar directamente con las comunidades y los propietarios. Estamos
activos en más de 50 países, mediante nuestro trabajo en el terreno con socios
locales para lograr un mayor efecto.
A nivel mundial, introducimos el tema de los animales en los debates más
apremiantes y demostramos los vínculos entre el bienestar de los animales y el
éxito del desarrollo sostenible. Contamos con carácter consultivo en el Consejo de
Europa y carácter consultivo especial con las Naciones Unidas; colaboramos con los
gobiernos nacionales y los órganos mundiales, incluyendo la Organización Mundial
de Sanidad Animal (OIE).
Oficina Regional para
México, Centroamérica
y el Caribe
Apdo. Postal: 516-3000,
Heredia, Costa Rica
T: +(506) 2562-1200
F: +(506) 2562-1225
© WSPA 2012
www.wspa-latinoamerica.org
Escrito por el Dr. Neil D’Cruze, WSPA
Investigación original de:
Dr. Philip Arena, Universidad Murdoch
Dr. Adam Dutton, WildCRU, Universidad de Oxford
Sra. Catrina Steedman, Fundación de Enfermedades Emergentes
Sr. Clifford Warwick, Fundación de Enfermedades Emergentes
Traducción al español: Nora Rojas
Revisión: Roberto Vieto
Imagen de portada: Tortuga verde silvestre en su hábitat natural © Michelle de Villiers
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Resumen Ejecutivo
Este documento explora las graves preocupaciones que se derivan de
la producción comercial de tortugas verdes para el consumo humano
en la Granja de Tortugas de Gran Caimán. WSPA ha llevado a cabo
una evaluación detallada y ha concluido que, bajo su actual modelo
operativo, la granja es:
1. Incapaz de satisfacer las necesidades de bienestar de los animales
bajo su cuidado
2. Una amenaza para los esfuerzos de conservación de las tortugas
silvestres
3. Una amenaza para la salud humana
4. Financieramente insostenible
En resumen, WSPA proporciona evidencia de las razones por las cuales
la granja debe poner fin a la producción comercial de las tortugas
verdes, además describe brevemente cómo las instalaciones pueden
hacer la transición hacia prácticas alternativas humanitarias, eficaces,
seguras y sostenibles.
Antecedentes: Granja de Tortugas
Gran Caimán
Durante siglos, las tortugas marinas silvestres han sido reproducidas para
satisfacer la demanda humana de carne y objetos decorativos (Frazier,
2003). Una especie que sigue siendo de particular interés comercial es la
tortuga verde (Chelonia mydas) (Campbell, 2003). A pesar de una caída
dramática en las poblaciones silvestres, esta especie se ha mantenido
como una característica importante de la cultura de Islas Caimán (Aiken et
al., 2001); el estofado de tortuga es el plato nacional y la demanda de los
nativos de Islas Caimán por esta carne continúa (Bell et al., 2005).
La Granja de Tortugas Gran Caimán (Cayman Turtle Farm) fue creada
en 1968 como una empresa comercial, originalmente conocida como
‘Mariculture Ltd.’ La población inicial provino de la Isla de Ascensión, Costa
Rica, Guyana y Surinam durante un período de 10 años (Bell et al., 2005).
En total, se recogieron más de 477.000 huevos de tortuga, junto con 60
adultos (Bell et al., 2005). Luego se recogieron más adultos desde buques
de México y de Islas Caimán (Bell et al., 2005). En 1975, la granja fue
capaz de demostrar que podría reproducir e incubar nuevos huevos y criar
tortugas hasta su madurez (Bell et al., 2005).
La granja ha sido propiedad del gobierno de Islas Caimán desde 1983
(Morriss, 2006). Cuando el huracán Michelle dañó la granja de tortugas
original en 2001, se tomó la decisión de crear un nuevo sitio, rebautizado
con el nombre de ‘Boatswain´s Beach’ (su nueva marca fue Cayman Turtle
Farm en mayo de 2010) (CTF, 2011). En esta etapa, la granja ya era una
atracción turística y el traslado del sitio tenía el propósito de aumentar el
número de visitantes extranjeros. ‘Boatswain´s Beach’ – todavía en uso hoy
en día, incluye una laguna de concreto donde los visitantes pueden nadar y
tiene un costo de US$150 millones (Morriss, 2006).
No obstante, la declaración de la misión de la granja establece con claridad
que su programa de turismo es acompañado por un deseo de promover la
conservación (CTF, 2012). Hay una creencia ampliamente compartida entre
especialistas y el público (expresada en numerosos artículos periodísticos) que
la granja es capaz de proteger a las poblaciones de tortugas silvestres locales
que quedan al: (1) proporcionar una fuente alternativa y sostenible de carne de
tortuga para la población de Islas Caimán (Schabbing, 2012; Brammer, 2011);
y al (2) incrementar la población silvestre a través de la liberación hacia la vida
silvestre de los animales criados en cautiverio (Schabbing, 2012; Brammer,
2011; Fosdick & Fosdick, 1994).
Detrás de las escenas: tortugas criadas intensamente para el consumo
Entrada a Cayman Turtle Farm
4 5
© © Michelle de Villiers

Preocupaciones principales
La introducción de métodos de producción comercial (por ejemplo, la
agricultura y ganadería) en un intento por satisfacer sosteniblemente la
demanda humana de carne de tortuga sigue generando controversia en
relación con su impacto, tanto sobre el bienestar de la tortuga como respecto
a la conservación. Además, WSPA recibió informes de nuestros colaboradores
sobre las condiciones de bienestar en la Granja de Tortugas de Gran Caimán a
lo largo de 2011.
Preocupados por el bienestar de la tortuga, WSPA emprendió una
investigación detallada. Con el fin de tener una apreciación completa de la
situación actual, WSPA:
1. Realizó visitas de investigación a la granja, observando, grabando y
recogiendo evidencia de las condiciones
2. Buscó asesoramiento veterinario independiente con base en pruebas
fotográficas obtenidas en la granja
3. Entrevistó a actores clave para establecer la gama de opiniones sobre las
actividades de la granja
4. Llevó a cabo una investigación de expertos basada en el bienestar animal
5. Realizó encuestas de investigación, considerando las actitudes
norteamericanas y de Islas Caimán hacia las preocupaciones de bienestar y
conservación
6. Dirigió grupos focales o de discusión con el público en Islas Caimán para
comprender las actitudes frente al consumo de carne de tortuga
Como resultado de esta investigación, WSPA ha concluido que la
Granja de Tortugas Gran Caimán representa una fuente significativa de
preocupación desde una perspectiva de bienestar animal. Asimismo, WSPA
tiene importantes razones para creer que la granja está incumpliendo los
aspectos básicos de su misión (específicamente la promoción del turismo
y la conservación de las tortugas) e inclusive puede representar una grave
amenaza para la salud humana. En este documento se presentan las
conclusiones de esta investigación y las áreas principales de preocupación de
WSPA.
Fotografía 1
Se puede observar el canibalismo en toda la granja
Fotografía 2
El canibalismo causado por condiciones de
reproducción intensiva puede provocar una
extensa pérdida de la aleta
Fotografía 3
Dermatitis crónica – al menos una parece ser la
enfermedad de la mancha gris (Grey Patch Disease)
© © Michelle de Villiers
Fotografía 4
El estrés por cautiverio puede dar lugar a
comportamientos no adaptativos como
congregación en la superficie
Amenazas al bienestar
El bienestar de los animales es una disciplina científica que incorpora aspectos
aplicados de etología, bioética y los conceptos de sufrimiento y bienestar
(Asociación Veterinaria Mundial, 2000). El bienestar, incluida la salud, tiene
muchos aspectos y se mide por el estado físico y psicológico de un animal
(Webster, 2003).
Proteger el bienestar de los animales implica la prevención de sufrimiento
innecesario y la garantía de una buena calidad de vida y una muerte
humanitaria (Brakes et al., 2004). La evidencia sugiere que actualmente, La
Granja de Tortugas Gran Caimán no cumple estos criterios de bienestar
básico.
A continuación se detallan y resumen las prácticas específicas de cría que
representan las preocupaciones principales de bienestar animal para las 5.000
tortugas que se estima actualmente son mantenidas en cautiverio en la granja.
Canibalismo (Fotografías 1 y 2): Las tortugas verdes con heridas y lesiones
graves (como trauma de aleta con pérdida de dedos hasta pérdida extensiva
de partes de la aleta) pueden observarse a lo largo de la granja. Las lesiones
y enfermedades asociadas con estas observaciones, están directamente
relacionados con agresión co-ocupante y canibalismo (Frederic Frye, coms.
pers., 2011). Se sabe que estos hallazgos se producen en condiciones
inadecuadas de cautiverio (Higgins, 2003). En estado silvestre, muchas
situaciones potencialmente perjudiciales serían muy limitadas, mediante
el comportamiento de evasión (Frederic Frye, coms. pers., 2011). Nuestra
investigación indica que las condiciones de cautiverio y manejo inadecuados,
son los responsables de estas lesiones.
Enfermedad (Fotografía 3): Se han observado diversas enfermedades en
la granja desde su formación, incluida la clamidiosis, las enfermedades de la
piel, fibropapilomatosis y enfermedad de pulmón-ojo-tráquea (Godley, 2002;
Homer et al., 1994; Haines et al., 1974). Las fuertes cargas de estrés, las
condiciones insuficientes de bienestar y la mala higiene del agua, asociados
con la reproducción comercial se consideraban las responsables (Haines et
al.,1974). En una evaluación patológica reciente se observó que la enfermedad
de la mancha gris ¨Grey Patch Disease¨ era prevalente en la granja (Frederic
Frye, coms. pers., 2011). En consecuencia, parece que a pesar de la
abundante evidencia de la enfermedad en la granja, se ha hecho muy poco
para frenar su origen o difusión.
El estrés por cautiverio (Fotografía 4): Se pueden observar signos
conductuales de estrés por inadaptación al cautiverio en toda la granja, en
tortugas de diferentes edades y etapas evolutivas. Entornos excesivamente
restrictivos, deficientes e inapropiados suelen ser los responsables de los
siguientes comportamientos observados: (1) hiperactividad; (2) rápidos
movimientos corporales; (3) exploración de bordes; (4) congregación en la
superficie; y (5) alimentación frenética (Warwick et al., 2011a; Warwick, 2004).
La fuerte presencia de estos comportamientos relacionados con el estrés
de la no adaptación al cautiverio, confirman que no se están cumpliendo las
necesidades etológicas de estos animales.
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© © Michelle de Villiers
Fotografía 5
Muchos recintos no se limpian periódicamente;
se dejan las heces y la comida en el agua
© © Michelle de Villiers
Fotografía 6
Las tortugas verdes son alimentadas con una
dieta artificial de gránulo o “pellets” de comida
de peces que pueden afectar negativamente su
bienestar
© © Michelle de Villiers
Calidad del agua (Fotografía 5): La cría responsable de las tortugas
verdes requiere grandes cantidades de agua de buena calidad; esto es
fundamental para su bienestar (Higgins, 2003). Es evidente que muchos
de los recintos acuíferos en la granja no se limpian de forma periódica;
dejan allí los alimentos que no se han consumido y las heces, las cuales
contaminan rápidamente las condiciones del ambiente. El resultado es
una mezcla de agua fétida, desechos y micro-organismos patógenos
como bacterias y virus que suponen una amenaza significativa para el
bienestar de la tortuga (Frederic Frye, coms. pers., 2011).
Dieta (Fotografía 6): Las tortugas verdes en la granja se alimentan
de una dieta artificial compuesta por alimento de pescado “pellets”
(gránulos), que contrasta con su dieta natural de hierbas marinas
cuando son tortugas adultas. Esta especie muestra un cambio en su
dieta, pasándo de omnívora cuando está joven a herbívora estricta
como adulta (Russell & Balazs, 2009). En la actualidad no se conoce
el valor nutricional completo y la conveniencia de esta dieta artificial.
No obstante, es posible que el mantenimiento de especies herbívoras
con una dieta a base principalmente de proteínas animales afecte de
manera negativa su fisiología digestiva y su bienestar, así como su
resistencia a las enfermedades (Frye, 2004).
Manejo (Fotografía 7): La granja permite el manejo arbitrario y a
menudo sin supervisión de las tortugas por parte del público. Los
visitantes de todas las edades pueden sacar las tortugas (con tamaños
manejables) de sus respectivos recintos para posar en fotografías o
como una novedad. Este tipo de práctica suscita una respuesta de
estrés severo en estos animales silvestres que puede dañar a largo
plazo su sistema inmunitario (Warwick et al., 2011a). Además, esta
práctica puede provocar lesiones importantes, especialmente si el
visitante inexperto suelta al animal en su forcejeo (Warwick et al., 2011b).
Fotografía 9
Tortuga Kemp Ridley con lesiones profundas y
extensas de aleta
Fotografía 10
El hacinamiento es un problema de bienestar
importante en la granja
© © Michelle de Villiers
Descuido (Fotografía 9): La salud y el bienestar extremadamente deficientes,
de dos especies de tortugas marinas en peligro crítico de extinción que
adicionalmente se encuentran en la granja, constituyen una preocupación
grave. A pesar de su estatus de conservación de alto perfil, la granja mantiene
en la actualidad varias tortugas marinas Kemp Ridley (Lepidochelys kempii) y
tortugas carey (Eretmochelys imbricata) como reproductoras ‘de respaldo’. Se
observó que una de las tortugas Kemp Ridley mostraba un daño tan profundo
y extenso en su aleta (una lesión por presunto canibalismo) que los músculos
extensores dorsales superficiales estaban expuestos. El hecho que estas
tortugas han sido sometidas a tal descuido ofrece un mensaje inquietante
sobre el enfoque de la granja de cualquier animal bajo su cuidado.
Hacinamiento (Fotografía 10 y 11): El hacinamiento es un problema
importante en la granja. En muchos recintos el problema es ‘evidente’, ya
que hay demasiadas tortugas tratando de ocupar el mismo espacio físico al
mismo tiempo (Warwick et al., 2011a; Warwick et al., 2011b). Sin embargo, las
tortugas en los recintos restantes pueden estar expuestas a un hacinamiento
‘oculto’ (Warwick et al., 2011a; Warwick et al., 2011b) ya que sus recintos (a
pesar de su aspecto amplio) no proporcionan el espacio necesario para que
expresen su comportamiento natural. Tanto el hacinamiento ‘evidente’ como
el ‘oculto’ pueden conducir a enfermedades a través de mayor estrés por
cautiverio y / o lesiones físicas extremas debido al canibalismo (Higgins, 2003).
Sacrificio: Como parte del proceso de producción de carne, las tortugas son
sacrificados en la granja. Después de un disparo con pistola de perno cautivo,
se cortan la médula espinal y los principales vasos sanguíneos y se deja el
animal para que se desangre (Godley, 2002). Las pruebas y presunciones de
que el proceso de sacrificio es humanitario (Godley 2002), no son ilógicas.
Aunque estas se basan en las descripciones disponibles, en nuestra opinión, la
evidencia no es concluyente, y se necesitan urgentemente observaciones más
detalladas (en especial de posible conciencia ‘post-sacrificio).
Fotografía 7
El manejo no supervisado es una experiencia
estresante y potencialmente peligrosa para las
tortugas
Defectos de nacimiento (Fotografía 8): Hay tortugas verdes
con defectos congénitos en toda la granja. Muchos de estos
animales presentan anoftalmia (ausencia de uno o ambos ojos) con
marcadas deformidades esqueléticas (Warwick et al., 2011b). En
la vida silvestre, estas deformidades probablemente habrían dado
lugar a una mortalidad natural temprana (Warwick et al., 2011b).
En la granja, su ceguera les vuelve más susceptibles a lesiones y
enfermedades como consecuencia de su menor capacidad para
alimentarse y evitar la agresión de otras tortugas.
Fotografía 11
El hacinamiento puede conducir a la agresión
co-ocupante que puede provocar úlceras y lesiones
dolorosas
Condición como una especie no doméstica: Se ha argumentado que la
cría de tortugas no es diferente a la reproducción de cualquier otro animal
para el consumo humano (Godley, 2002). Pero a diferencia de los mamíferos y
las aves, las tortugas marinas nunca han sido domesticadas. Por consiguiente,
conservan fuertes impulsos innatos dentro de su evolución en ambientes
oceánicos naturalmente diversos y carecen de rasgos específicos de pre
– adaptación para compartir un entorno con los seres humanos (Higgins,
2003). Está claro que la granja es incapaz de cumplir con las necesidades
nutricionales, fisiológicas y conductuales altamente especializadas de estos
animales silvestres.
En resumen
Fotografía 8
Los defectos congénitos observados en la
granja incluyen la falta de uno o ambos ojos
El bienestar de los animales cautivos depende de las
acciones y el conocimiento de sus cuidadores. Cuando
sus cuidadores intencionalmente confinan y explotan
estos animales, podía decirse que es especialmente
costoso para los responsables de su crianza, brindar la
atención especial que requieren.
En nuestra opinión, existen importantes fallas
sistemáticas en la granja, tanto en los conocimientos
teóricos y aplicados de la biología de la tortuga marina
y su reproducción, así como del manejo veterinario, la
prevención y el control de los problemas de bienestar
animal – ya sea sobre la mortalidad o la salud
fisiológica y de comportamiento.
8 9

La evidencia con base en el consumidor sugiere que la población local
de Islas Caimán prefiere la carne de tortuga silvestre, en lugar de la carne
proveniente de granja. Esto podría ser un problema que no pueda superarse:
si los consumidores prefieren carne silvestre ilegal, entonces es razonable
suponer que pueden estar dispuestos a pagar grandes sumas o cazar
furtivamente los animales silvestres ellos mismos cuando lo deseen (Dutton et
al, 2011).
Por otro lado, la evidencia basada en el consumo también sugiere que en
relación con otras formas de proteínas, la carne de tortuga de granja es muy
cara para la población local y se está encareciendo aún más (CayCompass,
2010; Servicio de Noticias de Caimán, 2010a). El alto costo de los productos
de animales silvestres criados en granja puede dañar su competitividad y
podría significar que su venta está teniendo mucho menor impacto en la
caza furtiva del que muchas personas pudieran suponer (Dutton et al, 2011;
CayCompass, 2010).
La granja intenta proporcionar una fuente de carne de
tortuga legal y sostenible para la población local
Incumplimiento del mandato de conservación
La biología de la conservación es el estudio científico de la naturaleza y
el estado de la biodiversidad de la tierra con el objetivo de proteger a las
especies, sus hábitats y ecosistemas de excesivas tasas de extinción (Sahney
& Benton, 2008).
La granja considera que tiene la capacidad de proteger a las poblaciones
de tortugas silvestres locales al: (1) proporcionar una fuente alternativa y
sostenible de carne de tortuga para la población de Islas Caimán; y (2)
reabastecer las poblaciones silvestres mediante la liberación de tortugas a su
hábitat (también se le conoce como ‘precursores’) (CTF, 2011; Bell et al., 2005;
Fosdick & Fosdick, 1994).
Sin embargo, es difícil considerar cualquier amenaza o solución a la pérdida
de biodiversidad sin tomar en cuenta otros factores. Una evaluación
exhaustiva de la situación de la granja, indica que la contribución a los
esfuerzos de conservación puede ser insignificante o incluso perjudicial para
las poblaciones de tortugas silvestres.
WSPA encomendó un trabajo de investigación a un académico de la
Universidad de Oxford. Esta investigación incluyó entrevistas socioeconómicas
con habitantes locales de Islas Caimán y turistas internacionales. A
continuación se enumeran los aspectos particulares de las conclusiones que
representan las áreas de preocupación.
Aunque no podemos descartar la posibilidad de que la granja
alivia cierta presión sobre las poblaciones silvestres, existen
importantes razones para creer que no es así.
Las tendencias de producción recientes, parecen sugerir que en la isla ha
habido reducciones significativas en el consumo per cápita de carne de
tortuga proveniente de granja (Servicio de Noticias de Caimán, 2010b). En el
pasado, la demanda era significativamente más alta dentro de una población
humana mucho más pequeña. Si la reciente reducción no ha conducido a un
aumento importante en la caza furtiva, se podría suponer que un movimiento
gradual hacia la no producción igualmente podría tener poco impacto.
La demanda de carne de tortuga silvestre significa que existe un incentivo
para tomar ilegalmente tortugas silvestres (CayCompass, 2010). Donde existe
este deseo, parece razonable afirmar que no es la granja la que está evitando
la caza furtiva ilegal sino el miedo a la captura o quizá el imperativo moral;
por lo que se necesita más investigación para establecer el riesgo actual de
recompensar la relación de la caza furtiva.
Es cierto que la caza furtiva continúa en Islas Caimán (CayCompass, 2011;
Connolly, 2011). Sin embargo, en la actualidad no existe ningún esfuerzo
sistemático que lo mida y supervise con el paso del tiempo. Sin este tipo de
información es imposible evaluar cuál es el impacto real de la granja en los
esfuerzos de conservación de la tortuga verde en Islas Caimán.
La liberación de tortugas en la naturaleza es, en el mejor de los
casos, parte de una solución a los problemas que enfrentan y
por lo tanto, es probable que constituya un uso ineficaz de los
fondos.
La Granja de Tortugas Gran Caimán es la única granja de tortugas a gran
escala existente. Durante muchos años, la granja ha liberado tortugas criadas
en cautiverio (Bell et al., 2005; Wood & Wood, 1993). Estudios recientes
indican que estas tortugas han sobrevivido, pero su contribución a la
población reproductiva en Islas Caimán no ha sido determinada (Bell et al.,
2007; Bell et al., 2005).
A pesar de este limitado éxito, muchos conservacionistas han criticado los
proyectos precursores como éste, porque si no se abordan las razones de la
disminución inicial pueden no tener un impacto duradero (Mortimer, 1995). Las
poblaciones de tortugas marinas enfrentan una variedad de amenazas a su
supervivencia, incluyendo las capturas incidentales, los desechos marinos, la
destrucción del hábitat y el cambio climático (Lutcavage et al., 1997). Aunque
10 11

En resumen
No dudamos que la granja realmente cree que sus
acciones están contribuyendo positivamente a los
esfuerzos de conservación de la tortuga verde en
Islas Caimán. Sin embargo, una evaluación detallada
e imparcial de la situación ha puesto de manifiesto
que existe una gran incertidumbre alrededor de la
suposición de que las acciones están teniendo el
efecto deseado. En consecuencia, el verdadero
impacto de los esfuerzos de conservación de la granja,
en el mejor de los casos, permanece poco claro.
La liberación de tortugas puede tener un impacto negativo sobre las
poblaciones de tortugas silvestres debido a la transmisión de enfermedades
como la enfermedad de la mancha gris (Grey Patch Disease)
la depredación por parte de los seres humanos para el consumo es una
amenaza, de ninguna manera es la única amenaza. En consecuencia, puede
decirse que la granja está tratando los síntomas del problema en lugar de la
causa.
La liberación de tortugas en la naturaleza puede tener un
impacto negativo sobre las poblaciones de tortugas silvestres
debido a la transmisión de enfermedades.
Liberar animales cautivos de granjas conlleva el riesgo de transmisión de
enfermedades a las poblaciones silvestres (Bell et al., 2005). En las granjas
de Salmón Atlántico (Salmo salar), muchos considera que la contaminación
genética y parasitaria de las poblaciones de salmón silvestre (Salmonidae)
por parte de las poblaciones de criadas en granjas, conduce a un descenso
severo de la población (Krkošek et al., 2007; Heuch & Mo, 2001; Flemming et
al., 2000).
Se tiene conocimiento de que la reproducción intensiva en la Granja de
Tortugas de Gran Caimán, potencia la transmisión de agentes infecciosos
contagiosos (Herbst & Jacobson, 2003) y ha llevado a la aparición de
enfermedades que hasta ahora no se veían en las tortugas (Jacobson et al.,
1986). Es razonable suponer que las condiciones de cautiverio deficientes
(incluyendo dietas artificiales de baja calidad y los recintos hacinados y sucios)
significan que este programa de reposición tiene el potencial para introducir
una mayor carga de enfermedades y parásitos en las poblaciones naturales
sanas.
Es evidente que se requiere una investigación más
detallada sobre muchos de los aspectos que causan
incertidumbre. No obstante, en el ínterin, el criterio
de WSPA es que dadas las deficientes normas de
bienestar y las prácticas de cría en la granja, es
razonable asumir que este programa de reposición
tiene el potencial para causar daños significativos a las
poblaciones de tortugas verdes silvestres existentes.
Riesgos para la salud humana
La literatura publicada indica que el contacto humano con las tortugas
marinas y el consumo de productos de tortuga pueden representar una
amenaza para la salud humana a través de una variedad de fuentes
patógenas (Senko et al., 2010; Magnino et al., 2009; Moore et al., 2008;
Aguirre et al., 2006; Acuña et al., 1999).
Las consecuencias para la salud humana relacionadas con el manejo de
tortugas marinas o consumo de sus productos (por ejemplo, carne, huevos
y órganos), ya sean de granja o silvestres capturadas, se clasifican en tres
amplias categorías: (1) amenazas microbiológicas (bacterias, virus, parásitos
y hongos); (2) amenazas macro biológicas (macro y mega parásitos); y (3)
contaminantes tóxicos orgánicos e inorgánicos (biotoxinas, organocloros y
metales pesados) (Senko et al., 2010; Magnino et al., 2009; Moore et al., 2008;
Aguirre et al., 2006; Acuña et al., 1999).
Después de nuestra investigación, los resultados del estudio y la consulta
posterior a expertos, WSPA considera que La Granja de Tortugas de
Gran Caimán, representa una amenaza potencial para la salud humana. A
continuación se resumen las prácticas que representan las preocupaciones
más importantes para la salud humana, tanto para los turistas como para el
público en general.
Condiciones inadecuadas de cautiverio: Es importante destacar
que para los seres humanos saludables, el riesgo de infección por las
tortugas silvestres es relativamente bajo para muchos patógenos (Warwick
et al., 2011c); como tales, las tortugas silvestres no deben considerarse
automáticamente ‘sucias’. A pesar de ello, los estudios sobre otras especies
(por ejemplo, salmón del Atlántico) han demostrado que los contaminantes
en individuos provenientes de granjas pueden ser mucho mayores que
sus contrapartes silvestres (Hites et al., 2004). Podría decirse que la granja
representa un mayor riesgo de infección humana debido a que: (1) mantiene
un gran número de tortugas en condiciones acuáticas restringidas e
intensivas; y (2) el manejo deficiente y el ambiente estresante pueden disminuir
su capacidad para hacer frente a las enfermedades (Arena et al, 2011). En
combinación, estos factores pueden provocar un aumento de la presencia de
potenciales patógenos y una mayor amenaza a la salud humana (Warwick et
al., 2011c).
Agua sucia: La potencial amenaza que puedan plantear las condiciones de
cautiverio en la granja para la salud humana se demuestra con la presencia
documentada de patógenos microbianos en los diferentes recintos para
tortugas marinas. Como parte de nuestra investigación, enviamos muestras
de agua (tomadas de las áreas públicas de la granja) para su revisión a un
laboratorio de diagnóstico veterinario. Los resultados fueron positivos para las
siguientes amenazas microbiológicas:
12 13

1. Aeromonas spp. (Fotografía 12) Hay algunas bacterias gram-negativas que
rivalizan con el género Aeromonas en términos del alcance y la amplitud de
las infecciones humanas que pueden causar (Janda & Abbott, 2010). Sólo
dos infecciones de Aeromonas en seres humanos (gastroenteritis y heridas
de infecciones) predominan claramente en las personas sanas (Janda &
Abbott 2010). Sin embargo, para aquellos con enfermedades subyacentes,
las Aeromonas son responsables de numerosas enfermedades y síndromes
intestinales y extraintestinales que van desde enfermedades relativamente
leves como gastroenteritis aguda y diarrea, a condiciones que amenazan
la vida, incluyendo la septicemia, neumonía y mionecrosis (Janda & Abbott,
2010).
Fotografía 12
© © Dr Kari Lounatmaa/science photo library
Fotografía 13
© © AMI images/science photo library
2. Escherichia coli (Fotografía 13) La bacteria E. coli contribuye a la flora
intestinal normal en los seres humanos y animales, pero también es
responsable de graves infecciones patógenas (Lightfoot, 2003). La E.
coli es una causa frecuente de intoxicación alimentaria y gastroenteritis
(NCEZID, 2011). Los síntomas incluyen diarrea sanguinolenta, temperatura
elevada, escalofríos, vómitos y calambres de estómago (NHS, 2011;
Lightfoot, 2003). La severidad de la enfermedad causada por la E. coli
depende de la cepa (NCEZID, 2011). Personas de todas las edades pueden
infectarse por E. coli, aunque los niños, los ancianos y quienes tengan un
sistema inmunológico comprometido son más propensos a desarrollar
enfermedades graves (NCEZID, 2011).
3. Vibrio spp. (Fotografía 14) Las Vibrio son un grupo de bacterias que se
encuentran comúnmente en ambientes marinos o estuarios, muchos de los
cuales son considerados patógenos humanos (Hogan, 2010). Mientras que
los individuos inmunodeprimidos son más susceptibles a las infecciones
de Vibrio, estas bacterias son capaces de dañar a cualquiera (Gopal et
al., 2005). La mayoría de las cepas causantes de enfermedades están
asociadas con gastroenteritis, pero también puede infectar las heridas
abiertas y causar septicemia (Oliver, 2005). La infección puede ser fatal: un
estudio afirmó que V. vulnificus era la responsable de aproximadamente el
95% de las muertes relacionadas con los mariscos en los Estados Unidos
(Oliver, 1989). Otra enfermedad potencialmente mortal causada por Vibrio
spp. es el cólera, que provoca síntomas intestinales como diarrea y vómitos
(Sarkar et al., 2005).
Fotografía 14
© © eye of science/science photo library
Fotografía 15
© © SCIMAT/science photo library
4. Salmonella (Fotografía 15) La Salmonelosis es una de las enfermedades
transmitidas por alimentos más comunes y ampliamente distribuidas (Hardy,
2004). Millones de casos humanos se registran en todo el mundo cada
año y la enfermedad provoca miles de muertes (Organización Mundial
de la Salud OMS, 2005). Además de adquirir la infección por alimentos
contaminados, también se han producido casos humanos cuando las
personas han tenido contacto con animales infectados (OMS, 2005). Las
especies de Salmonella pueden causar enfermedades que van desde la
gastroenteritis hasta la fiebre tifoidea (Deng et al., 2003). Los síntomas de la
infección generalmente aparecen de 12 a 72 horas después de la infección
e incluyen fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos (Deng et al.,
2003). Las personas muy jóvenes y los ancianos están particularmente en
riesgo de infección (OMS, 2005).
Manejo de tortugas en cautiverio: Los visitantes tienen acceso a varios
recintos y se les permite (a menudo sin supervisión) sujetar a las tortugas
marinas (CTF, 2011; Warwick et al., 2011b). Una toma de muestras de agua
reveló la presencia de bacterias patógenas (Aeromonas, E. coli, Vibrio y
Salmonella) en ‘tanques de contacto’ de tortugas marinas en la granja. Dado a
14
15

A pesar de la financiación a gran escala,
ciertas áreas de la granja están en mal
estado de mantenimiento
que se cuenta con instalaciones compartidas, se podría asumir que los agentes
bacterianos presentes en cualquier recinto también estén presentes en el resto
de la granja (Warwick et al., 2011c). En la actualidad, la granja no ofrece al
visitante ninguna información sobre la existencia de tales amenazas, ni provee
productos saneadores que reduzcan el riesgo de infección humana (Warwick et
al., 2011c).
Perspectiva de la generación de
ingresos a través del turismo
En resumen
Para los seres humanos saludables, el riesgo de
infección por tortugas silvestres es relativamente
bajo para muchos patógenos (Warwick et al.,
2011c). Sin embargo, las condiciones de cautiverio
intensivo en la granja pueden dar como resultado
un aumento de la presencia de potenciales
patógenos - como lo demuestra el estudio de
muestras de agua - y un incremento de las
amenazas a la salud humana (Warwick et al.,
2011c).
La amenaza potencial que representa la granja
para la salud humana se demuestra con la
presencia documentada de patógenos microbianos
(Aeromonas, E. coli, Vibrio y Salmonella) en varias
tortugas marinas de diferentes recintos.
En la actualidad, la granja no ofrece al público
visitante ninguna información sobre la existencia
Consumo de carne de tortuga de granja: Actualmente, la granja vende
carne de tortuga criada en cautiverio a los restaurantes locales y al público en
Gran Caimán. Un muestreo independiente reveló la presencia en la granja de la
bacteria patógena Salmonella, la cual provoca una de las enfermedades más
comunes y ampliamente distribuidas, transmitidas por los alimentos (Hardy,
2004). Se considera como crucial un procedimiento formal de inspección
saniataria para granjas y mataderos de reptiles, para el control de riesgos de
salud pública (Magnino et al., 2009). Lo que no está actualmente claro es si la
granja realiza alguna verificación veterinaria detallada de sanidad animal antes
del consumo (Warwick et al., 2011c).
de tales amenazas ni productos saneadores que
reduzcan el riesgo de infección humana después
del contacto (Warwick et al., 2011c). Además,
actualmente no queda claro si la granja realiza
alguna verificación veterinaria detallada de sanidad
animal antes del consumo (Warwick et al., 2011c).
(Warwick et al., 2011c).
Debido a que muchas enfermedades
humanas asociadas a la tortuga se asemejan
sintomáticamente a las condiciones más comunes
(por ejemplo, trastornos gastrointestinales,
norovirus y gripe) es posible que en este momento,
la granja represente una amenaza no detectada
pero sí significativa para la salud humana (Warwick
et al., 2011c). Esta amenaza no necesariamente se
limitaría a la isla debido a los miles de pasajeros de
líneas de cruceros que visitan la granja cada año.
© © Michelle de Villiers
Cuando se estableció por primera vez, a pesar de la controversia que
derivó, la principal fuente de ingresos de la granja se centró en el comercio
internacional de productos a base de tortuga (como la carne de tortuga y
artesanías talladas) (Fosdick & Fosdick, 1994). A pesar de ello, esta ruta a
la rentabilidad finalmente se hizo imposible en 1984 cuando la Convención
sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestre (CITES) falló en contra del comercio de tortugas marinas y productos
derivados procedentes de la isla (Godley, 2002).
Por consiguiente, la granja se vio forzada a buscar formas alternativas de
ingresos para cubrir sus costos operativos. La economía de Islas Caimán
depende en gran parte de sus ‘dos pilares del desarrollo económico’: el
turismo y las finanzas internacionales (BEEA, 2011). Juntos representan el
70-80 por ciento del producto interno bruto del país (BEEA, 2011). Por lo tanto,
además del comercio nacional de carne de tortuga, la generación de ingresos
a través del turismo era una alternativa lógica para el comercio internacional.
Hoy día, la granja afirma claramente en su misión que su papel principal es
ayudar a generar ingresos a través del turismo (CTF, 2011). A menudo lo
mencionan como ‘el principal atractivo turístico ‘ en la isla y por lo general es
visto como una fuente vital de empleo e ingresos (CTF, 2012; Ross, 1999).
Pero en contraste con esta supuesta imagen, en las últimas décadas la propia
información financiera de la granja sugiere que ha representado una merma
sistemática y significativa en la economía de Islas Caimán:
• Desde 2001 a 2004, la granja llevó a cabo una importante remodelación
orientada al turismo en ‘Boatswain´s Beach’ por un costo aproximado de
US$47,5 millones. Las complicaciones y tasas excesivas relacionadas para
garantizar los préstamos que financian este proyecto han sido una fuente
de discusión permanente en la isla (Duguay, 2007; 2009).
• A finales de 2004, el huracán Iván causó grandes daños a la granja y
contribuyó con sus dificultades financieras existentes por la pérdida
de activos y ganancias (Price Waterhouse Cooper (PWC), 2008). En
respuesta, la granja recibió un seguro de compensación de más de
US$2,1 millones. Aproximadamente US$393.000 quedaron pendientes a la
fecha del balance de situación de la auditoría (PWC, 2006).
• De acuerdo con una auditoría independiente realizada en 2006, la granja
siguió generando pérdidas significativas y experimentó dificultades en su
flujo de caja (PWC, 2006). Como resultado, se solicitó y se obtuvo apoyo
financiero del gobierno por un valor de US$8,8 millones a través de un
préstamo del Banco Nacional de Islas Caimán (PWC, 2006).
• Informes recientes sugieren que la granja permanece profundamente
endeudada con préstamos a largo plazo por un total de US$55,6
millones (saldos de junio de 2010 [Harrison, 2010]). Además, debido a
las constantes pérdidas operativos, la granja también posee un servicio
de sobregiro de aproximadamente US$5,6 millones (protegido por una
garantía de gobierno [Harrison, 2010]).
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© © Michelle de Villiers

A pesar de sus aparentes dificultades financieras, la granja continúa atrayendo
aproximadamente 500.000 visitantes internacionales por año (CTF, 2011). Se
cree que esto equivale a cerca de un tercio de todos los visitantes a la isla
(Cámara de Comercio de Islas Caimán, 2003). No obstante, una encuesta de
actitud pública financiada por WSPA (se centró en una muestra de población
general de los residentes de Estados Unidos y Canadá que pretenden visitar el
Caribe en los próximos cinco años [n = 1.436]) realizada a finales de 2011, indica
que las condiciones actuales de bienestar de los animales tienen el potencial de
acumular más miseria en los problemas económicos existentes en las granjas.
A continuación se resumen los resultados principales de esta encuesta de
viajeros de Estados Unidos y Canadá:
• Los viajeros tienen un interés sustancial en visitar instalaciones que
proporcionen un ‘encuentro con el animal marino’, pero esto está
fuertemente ligado a su interés en los animales y su apoyo a instituciones
que protegen su bienestar.
• Los viajeros tienen mucho menos interés en comer carne de tortuga
marina. Menos de uno de cada cinco viajeros indica la probabilidad
de hacerlo, y sólo uno de cada veinte, revela una fuerte propensión.
Aproximadamente dos de cada cinco vincularon su renuencia a cuestiones
relacionadas con el trato de las tortugas marinas y su estado en peligro de
extinción.
• Nueve de cada diez viajeros señalan como improbable comprar un boleto
para una actividad, si descubrieran que los animales estaban siendo
maltratados. Esto es aún más preocupante para los viajeros que el trato
equitativo de trabajo humano o el alto costo de estos eventos.
• Si la reputación por el maltrato de animales se extendía hasta incluir una
instalación o área completa, la disuasión es similar: cuatro de cada cinco
viajeros definitivamente no viajarían allí o disminuirían de manera sustancial
sus probabilidades de hacerlo.
• Hay una voluntad bastante universal de pagar un recargo por una atracción
que busca mejorar la condición para animales cautivos: es probable que
nueve de cada 10 encuestados paguen US$2 y ocho de cada 10 pagarían
US$4.
La granja permite a los visitantes
manipular las tortugas verdes
Por lo general se refieren a la granja
como “la principal atracción turística”
de la isla
En resumen
Según su modelo de negocio original, la granja fue
diseñada para generar la mayoría de sus ingresos
a través de la venta internacional de productos
derivados de tortuga. Cuando CITES falló en contra
de este comercio y lo hizo ilegal, la granja se vio
forzada a buscar una alternativa para cubrir sus costos
operativos.
Aunque el turismo internacional parece ser una
elección lógica, es evidente que esta fuente de
ingresos no ha podido resolver las dificultades
económicas de la granja.
La granja ha seguido generando pérdidas significativas
y representa una merma importante para la economía
de la isla.
Por otra parte, una encuesta de opinión centrada en
el viajero demuestra que las deficientes condiciones
actuales de bienestar de la granja tienen el potencial de
causar más daño económico a la granja y a la mayor
industria turística de Islas Caimán.
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Hoy Kélonia es un colaborador clave para la investigación y conservación
de las tortugas marinas y recibe más de 100.000 visitantes cada año,
demostrando que es un éxito turístico (Kélonia, 2008). El volumen de ventas y
el número de visitantes han aumentado desde el cambio en las instalaciones,
como en la granja de Corail, con 110.000 visitas en 2010 en comparación con
80.000 visitas en 1997 (Ciccione, 2011).
Después de la transición fuera de la producción comercial, es evidente que las
tortugas siguen siendo un elemento importante de la herencia cultural de la
isla Reunión. Los involucrados en la puesta en marcha de Kélonia, consideran
que la importancia de las tortugas es más fuerte hoy que en los días de
la reproducción y que el estado de las tortugas en la isla está mejorando
progresivamente, ya que las tortugas están constituyendo un motor para la
creación de empleo y el éxito económico (Ciccione, 2011).
La solución humanitaria
El reemplazo de una iniciativa que desapareció
La evidencia histórica sugiere que las iniciativas de producción comercial
de tortugas marinas no son viables. La granja de tortugas de Gran Caimán
es la única existente a gran escala. Otros dos intentos formales de producir
tortugas marinas comercialmente han incluido una serie de ranchos
ubicados en la comunidad de las Islas del Estrecho de Torres en Australia y
la granja de Corail en Isla Reunión (Ross, 1999).
Con respecto a la investigación, el Instituto de Kélonia está haciendo una
contribución positiva a la conservación de tortugas marinas. En colaboración
con una gran cantidad de socios nacionales e internacionales (en particular
la Unión Europea) se pretende ampliar los conocimientos existentes de la
biología de la tortuga, sus ciclos de vida y patrones migratorios alrededor y
más allá de la isla Reunión (Kélonia, 2008). Gran parte de esta investigación ya
ha sido publicada en formato de artículos científicos.
Estas instalaciones hicieron un cambio exitoso
al finalizar la reproducción intensiva de tortugas
En las Islas del Estrecho de Torres, los intentos de producir crías de
tortugas verdes y tortugas carey fueron obstaculizados por las altas tasas
de mortalidad de las tortugas juveniles; éste fue el resultado de factores
como el suministro de alimentos deficientes, las enfermedades y los
parásitos. Finalmente, el proyecto se canceló en 1980 (Ross, 1999).
Como centro de rehabilitación y liberación
de tortugas, Kélonia es una atracción más
popular que nunca
La producción comercial de la tortuga en Isla Reunión fue suspendida tras
infructuosos intentos de solicitar privilegios comerciales internacionales
bajo CITES (por sus siglas en inglés: Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) y los
problemas continuaron por el crecimiento escaso y las enfermedades
(atribuido a la dieta de gránulos o “pellets”) (Ciccione, 2011). En su lugar,
se creó el Observatorio Kélonia de Tortugas Marinas (conocido como
‘Kélonia’), cuya operación tiene un enfoque humanitario y sostenible
totalmente distinto en pro de la conservación de tortugas marinas.
Un modelo para el cambio
En la actualidad, Kélonia funciona como un centro de investigación y
educación sobre tortugas; su enfoque principal es atender a las tortugas
marinas heridas y enfermas. Este cambio fue financiado por la Unión
Europea y el Consejo Regional, con investigación y desarrollo por
parte de organizaciones externas (Kélonia, 2008). La conversión costó
aproximadamente US$2.6 millones y ahora, las instalaciones operan como
una empresa sin fines de lucro, generando ingresos que cubren el 67%
de sus gastos de funcionamiento. La mayoría del porcentaje restante está
cubierta por el gobierno y subsidios de la autoridad local para programas
de sensibilización o de investigación (Ciccione, 2011).
2012: El momento del cambio
WSPA cree con firmeza que no hay ninguna manera humanitaria de
producir tortugas verdes comercialmente. Además, tras una evaluación
detallada, WSPA también tiene graves preocupaciones sobre el impacto
potencial de la Granja de Tortugas de Gran Caimán en sus esfuerzos
de conservación de tortugas marinas silvestres y la salud humana.
En consecuencia, WSPA se opone a la producción comercial de las
tortugas verdes en la granja y está comprometida a poner fin a esta
práctica inhumana.
El Observatorio Kélonia de Isla Réunion proporciona un ejemplo práctico
de cómo pueden cambiar las instalaciones de una producción comercial
a una alternativa más humanitaria, sostenible y económicamente
rentable. Por lo tanto, WSPA insta a la Granja de Tortugas Gran Caimán
a que realice una transición similar y se convierta en un centro de
investigación y educación de la tortuga marina.
20 21

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