Género y Fuerzas Armadas - Ministerio de Defensa

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11.02.2014 Views

Ministerio de Defensa • Fundación Friedrich Ebert Reflexiones para la construcción de una agenda de género en las Fuerzas Armadas 58 Maria Celina D'Araujo El seminario Género y Fuerzas Armadas, realizado los días 22 y 23 de setiembre de 2009 en Buenos Aires, y que dio origen a este artículo, fue comentado en esa ocasión en un blog 59 denominado “Universo Armado”.59 El blog consideró el tema como una “ofensa” y registró varias manifestaciones curiosas, la mayoría de las cuales eran jocosas. En una de ellas un internauta afirmaba: “Creo que gastar un solo centavo en algo como esto, charlas sobre género y demás cosas, estando el estado URGENTE de necesidades en las FFAA es un despropósito, una burla. Lo mismo pienso cuando veo que gastan plata en cambiar de autos los generales del EA, cuando veo las impresiones de los libros con los “discursos” de la Sra. Ministra y demás cosas. Tenemos q tomar conciencia, de la importancia de la defensa, que no es una institución del gobierno de turno, sino del ESTADO ARGENTINO, de la NACIÓN. Menos charlas y mas balas…” (cursiva nuestra) En otro comentario un internauta destacaba, con razón, el hecho de que el tema de género iba más allá de la idea de sexo - masculino o femenino. De esta forma, discutir género en las Fuerzas Armadas era una manera también de introducir la delicada cuestión de la homosexualidad entre los militares. “Para mí (sospecho) viene enganchado con todo el lobby rosa y su filosofía de género. La sexualidad como una “construcción cultural” y no como una realidad biológica. […] No se Uds. pero no me gustaría ver a nuestras FF.AA. desfilando con travestis y cosas por el estilo en la “marcha del orgullo gay”… Los caídos en Malvinas se retorcerían en sus tumbas, y todos los próceres que honraron con su sangre este suelo.” Las manifestaciones en el blog expresan claramente varios cuestionamientos sobre las Fuerzas Armadas y los valores culturales. Entre ellos el lugar de la mujer y de los homosexuales en la sociedad post moderna; el papel de las Fuerzas Armadas en un mundo que niega la guerra de conquista dominante durante milenios, pero que enaltece la industria bélica y el armamento como indicador de soberanía nacional; y, las posibilidades de que cambios culturales y de comportamiento en el campo de la sexualidad puedan alterar tradicionales patrones de conducta social y profesional entre los militares. Los argumentos del blog diferencian claramente, y con razón, género de sexo y llaman la atención hacia un tema que todavía es tabú en las Fuerzas Armadas de América Latina: la homosexualidad. 58 Traducido por: Trad. Clarisa Rovira 59 http://blogs.perfil.com/armas/2009/09/21/seminario-genero-y-fuerzas-armadas/ - obtenido en julio de 2010. El blog es administrado por el periodista argentino Héctor Enrique Velázquez. Género y Fuerzas Armadas. Algunos debates teóricos y prácticos 50

Ministerio de Defensa • Fundación Friedrich Ebert Este conjunto de problemas, aunque expresado en el blog en un lenguaje común y prejuicioso, nos remite de hecho a un interrogante legítimo y crucial: las sociedades democráticas, en especial las del Cono Sur que pasaron por violentas dictaduras militares, ¿necesitan más armas o más debate sobre el futuro de la institución militar y de la democracia? Probablemente los dos, pero vamos a atenernos a la necesidad de comprensión de la perspectiva de género como un eje imprescindible para pensar todas las instituciones de Estado. Partimos del principio de que las Fuerzas Armadas son instituciones destinadas a garantizar la seguridad de la sociedad y del Estado al que pertenecen. En segundo lugar, entendemos que la defensa se alcanza de forma más efectiva si existen políticas para la paz, la cooperación y la confianza entre las naciones. Las sociedades necesitan defenderse de amenazas de guerra y por eso las Fuerzas Armadas tienen que hacer, actualmente, la política de la paz y de la tolerancia cultural. Esta nueva situación da origen a lo que algunos autores llaman ejércitos post modernos o tropas “amansadas”.60 60 Este debate está inscripto también en el ámbito de la expansión de los derechos de ciudadanía para mujeres, minorías étnicas y otras minorías sociológicas, lo que llevó a los 61 reclamos conocidos como el “derecho a combatir”. Según recuerda Peter Sloterdijk (2000:12), el “servicio militar obligatorio universal para jóvenes del sexo masculino y la lectura obligatoria universal de los clásicos para ambos sexos caracterizan la época moderna burguesa clásica”. Los nuevos medios de comunicación introdujeron otras formas de información, se abandonó en parte la formación a través de los libros, y el debate intelectual y comportamental ganó el centro del debate político, pero la nación armada continuó siendo un supuesto. La novedad es que las Fuerzas Armadas pasaron a incluir a ambos sexos. O sea, la post modernidad también impactó en los cuarteles, que se volvieron vulnerables a los amplios cambios en marcha en la sociedad, pero que en el caso de América Latina se resisten a entender la dimensión y la importancia de este proceso. Por lo tanto, las consecuencias de estos cambios sobre la institución militar no pueden ignorarse o descartarse con ironías. De la misma forma, no pueden verse sólo como mera cuestión formal de incorporación de las mujeres a los cuarteles en funciones antes reservadas al sexo masculino. Abrir las carreras militares a las mujeres es una motivación más para pensar en cómo formular políticas más igualitarias para todos, cómo construir la paz, evitar la violencia, proteger a los más vulnerables, entre ellos los niños, las mujeres y los homosexuales. Se parte aquí del punto de vista que ante temas tan importantes como vida, paz, seguridad, protección para los niños e indefensos en situación de riesgo, los hombres y mujeres juntos, independientemente de su preferencia sexual, pueden llegar a soluciones más sensatas y más correctas que sólo un grupo sexista. Incorporar a las mujeres en los cuarteles y no vetar preferencias sexuales no son solamente formalidades. Son parte de un proceso activo de debate y de decisiones que tienen que ver con 60 Moskos, Williams e Segal, 2000; Gouveia, 1997. 61 Carreiras, 1997 Género y Fuerzas Armadas. Algunos debates teóricos y prácticos 51

<strong>Ministerio</strong> <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> • Fundación Friedrich Ebert<br />

Este conjunto <strong>de</strong> problemas, aunque expresado en el blog en un lenguaje común y<br />

prejuicioso, nos remite <strong>de</strong> hecho a un interrogante legítimo y crucial: las socieda<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>mocráticas, en especial las <strong>de</strong>l Cono Sur que pasaron por violentas dictaduras militares,<br />

¿necesitan más armas o más <strong>de</strong>bate sobre el futuro <strong>de</strong> la institución militar y <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia? Probablemente los dos, pero vamos a atenernos a la necesidad <strong>de</strong> comprensión<br />

<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> género como un eje imprescindible para pensar todas las instituciones <strong>de</strong><br />

Estado.<br />

Partimos <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> que las <strong>Fuerzas</strong> <strong>Armadas</strong> son instituciones <strong>de</strong>stinadas a<br />

garantizar la seguridad <strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong>l Estado al que pertenecen. En segundo lugar,<br />

enten<strong>de</strong>mos que la <strong>de</strong>fensa se alcanza <strong>de</strong> forma más efectiva si existen políticas para la paz, la<br />

cooperación y la confianza entre las naciones. Las socieda<strong>de</strong>s necesitan <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong><br />

amenazas <strong>de</strong> guerra y por eso las <strong>Fuerzas</strong> <strong>Armadas</strong> tienen que hacer, actualmente, la política<br />

<strong>de</strong> la paz y <strong>de</strong> la tolerancia cultural. Esta nueva situación da origen a lo que algunos autores<br />

llaman ejércitos post mo<strong>de</strong>rnos o tropas “amansadas”.60 60<br />

Este <strong>de</strong>bate está inscripto también en el ámbito <strong>de</strong> la expansión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />

ciudadanía para mujeres, minorías étnicas y otras minorías sociológicas, lo que llevó a los<br />

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reclamos conocidos como el “<strong>de</strong>recho a combatir”. Según recuerda Peter Sloterdijk<br />

(2000:12), el “servicio militar obligatorio universal para jóvenes <strong>de</strong>l sexo masculino y la<br />

lectura obligatoria universal <strong>de</strong> los clásicos para ambos sexos caracterizan la época mo<strong>de</strong>rna<br />

burguesa clásica”. Los nuevos medios <strong>de</strong> comunicación introdujeron otras formas <strong>de</strong><br />

información, se abandonó en parte la formación a través <strong>de</strong> los libros, y el <strong>de</strong>bate intelectual y<br />

comportamental ganó el centro <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate político, pero la nación armada continuó siendo un<br />

supuesto. La novedad es que las <strong>Fuerzas</strong> <strong>Armadas</strong> pasaron a incluir a ambos sexos. O sea, la<br />

post mo<strong>de</strong>rnidad también impactó en los cuarteles, que se volvieron vulnerables a los amplios<br />

cambios en marcha en la sociedad, pero que en el caso <strong>de</strong> América Latina se resisten a<br />

enten<strong>de</strong>r la dimensión y la importancia <strong>de</strong> este proceso.<br />

Por lo tanto, las consecuencias <strong>de</strong> estos cambios sobre la institución militar no pue<strong>de</strong>n<br />

ignorarse o <strong>de</strong>scartarse con ironías. De la misma forma, no pue<strong>de</strong>n verse sólo como mera<br />

cuestión formal <strong>de</strong> incorporación <strong>de</strong> las mujeres a los cuarteles en funciones antes reservadas<br />

al sexo masculino. Abrir las carreras militares a las mujeres es una motivación más para<br />

pensar en cómo formular políticas más igualitarias para todos, cómo construir la paz, evitar la<br />

violencia, proteger a los más vulnerables, entre ellos los niños, las mujeres y los<br />

homosexuales. Se parte aquí <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> vista que ante temas tan importantes como vida,<br />

paz, seguridad, protección para los niños e in<strong>de</strong>fensos en situación <strong>de</strong> riesgo, los hombres y<br />

mujeres juntos, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su preferencia sexual, pue<strong>de</strong>n llegar a soluciones más<br />

sensatas y más correctas que sólo un grupo sexista.<br />

Incorporar a las mujeres en los cuarteles y no vetar preferencias sexuales no son solamente<br />

formalida<strong>de</strong>s. Son parte <strong>de</strong> un proceso activo <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate y <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones que tienen que ver con<br />

60 Moskos, Williams e Segal, 2000; Gouveia, 1997.<br />

61 Carreiras, 1997<br />

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