Género y Fuerzas Armadas - Ministerio de Defensa
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Ministerio de Defensa • Fundación Friedrich Ebert • El ejercicio del mando y el asesoramiento en situaciones límite. • El individualismo y el espíritu de equipo. • El currículum oculto y la transmisión de valores. • Las condiciones personales para el mando y su manifestación en un comportamiento ético. La dinámica del curso consistió en la propuesta de casos que pusieran en juego la relación entre ciudadanía y profesión militar, valores morales y principios en el ejercicio del mando y la disciplina, y jóvenes en el mundo contemporáneo. Sorprendentemente, los casos donde cobraba relieve la cuestión de género fueron mayoritarios, indicando que constituye una preocupación más o menos constante de los responsables directos de la formación militar. Estos casos dieron lugar a la posibilidad de establecer primero la importante transformación que tuvo lugar en las FFAA con la incorporación progresiva y creciente de mujeres, fenómeno al cual no estaban preparados, tal como la mayoría de los militares reconoce; y segundo, los núcleos donde la cuestión de la diferencia de género aún sigue siendo un problema el cual demanda mayor cantidad de mujeres instructores. Respecto de ese punto, hay diferencias entre las Fuerzas. Mientras la Armada contaba en el 2009 con un 60% de mujeres en el primer año de la Escuela de Suboficiales, el Ejército conservaba una proporción que no llegaba al 20%. Si bien sabemos que la cantidad de mujeres que ingresan es un elemento importante de la equidad, más importante es cómo lograr que no se vayan, y que quienes permanezcan, consigan competir en mayor igualdad con los varones. Acá se abre toda una línea de debate en la que no entraremos por razones de espacio más que de pertinencia, pues se trata de un eje clave, y es cómo hacer para competir en igualdad reconociendo las diferencias. Cómo hacer que ese parámetro no sea ni femenino ni masculino, ni neutro, que reúna la valencia de cada género para aportar lo que mejor hace cada uno para el desempeño de esta profesión que como sabemos puede contar con mujeres combatiente siempre que deseen serlo y su “aptitud” se lo permita 214 . Digo por el riesgo de terminar sustituyendo estándares masculino por femeninos, creo que hay que combinar ambos, tarea por cierto nada simple pero viable. Entonces volviendo al eje que orienta esta presentación quisiéramos dar cuenta de cómo se presentaba la cuestión de género en la discusión de los casos, e introducir también como tema de género la homosexualidad masculina -más que femenina-, pues durante el curso para Oficiales instructores permitió entender más claramente los límites que la concepción sobre la propia profesión militar inscripta en las prácticas de instrucción impone a la equidad de género. Con la homosexualidad se advierte más claramente de un lado la importancia de la norma escrita que prohíbe la segregación y del otro, el problema de la brecha entre la norma y la práctica. Fundamentalmente, lo que la discusión de un caso de homosexualidad masculina 214 Woodward, R. & U. P. Winter. 2004. “Discourses of gender in the contemporary British Army”; Armed Forces and Society, 30(2):279-301. Género y Fuerzas Armadas. Algunos debates teóricos y prácticos 162
Ministerio de Defensa • Fundación Friedrich Ebert nos permitió apreciar es la fuerza que cobra una concepción del liderazgo en la evaluación del desempeño de los cadetes, fuertemente masculina. En consonancia con ellos, durante los últimos años se ha pasado en el ámbito internacional de una argumentación para restringir el acceso y/o promoción de las mujeres a las FFAA basada en la fuerza y la resistencia física a la argumentación moral sobre su eficiencia en combate 215 . Esta última señala que el daño sufrido por una mujer en combate provocaría reacciones de los camaradas varones que atentarían contra la unidad moral de la fracción. Ninguno de estos argumentos está desligado de las dudas sobre las cualidades femeninas y las exigencias del liderazgo militar sobre las unidades combatientes 216 Resulta importante saber que entre los propósitos principales de la formación, particularmente, de Oficiales está el descubrimiento y amoldamiento de líderes (cabe decir que este elemento no es sólo patrimonio de la Argentina aunque aquí es jerárquicamente superior a cualquier otro). Estos líderes son aquellos visualizados como contando con las aptitudes físicas y virtudes morales necesarias para conducir responsablemente a un grupo en situaciones de riesgo de vida e incertidumbre. La pregunta que todavía hoy muchos se hacen es si es posible que las mujeres lo hagan de un modo igualmente eficiente. Mientras algunos y algunas ya se han respondido que sí es posible, aparecen los interrogantes sobre la homosexualidad. Nosotros consideramos que dado que la formación en el mando depende del ejemplo personal en diversas situaciones cotidianas bien pautadas, la imitación de los aspirantes y cadetes de la imagen que su Oficial o Suboficial instructor reflejan es crucial. Por consiguiente, la ausencia de mujeres Oficiales instructores juega muy en contra del desarrollo de virtudes femeninas que permiten ejercer el mando, pues ellas se forman en un estilo de mando masculino, y todo parece indicar que no contamos con estilos de mando sin género. La creciente incorporación de mujeres ha mostrado principalmente a la Armada y a la Fuerza Aérea que ellas pueden tener mejor rendimiento y resistencia física en ciertas pruebas que muchos hombres ubicándose, con frecuencia, entre los primeros o en la media. No obstante argumentos fundados en su mayoría en aseveraciones sobre la naturaleza de las mujeres y la valoración que pesa sobre ellas, aún circulan en algunos militares – y no sólo varones-. Estos están fundados en una valoración que reserva a la mujer cierto lugar en la sociedad, de acuerdo a una idea compartida entre algunos varones y mujeres de que la feminidad se asocia con la maternidad, la vida, la fragilidad, la dulzura, la sumisión, el recato, etc. Sabemos que no todos los varones tienen las mismas opiniones ni guardan el mismo trato hacia las mujeres y que además las generaciones más jóvenes de varones militares valoran el desarrollo profesional de sus parejas mujeres de un modo antes infrecuente. El problema claro está es experimentar la competencia de las mujeres en el mismo terreno laboral y viceversa, y 215 Segal, M. W. “Women’s military roles cross-nationally: past, present, and future”, Gender and Society, 9(6):757-775. 216 Harrell y L. Miller 1997. New Opportunities for Women: effects upon readiness, cohesion, and morale. California: Rand Monograph Report. Género y Fuerzas Armadas. Algunos debates teóricos y prácticos 163
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<strong>Ministerio</strong> <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> • Fundación Friedrich Ebert<br />
• El ejercicio <strong>de</strong>l mando y el asesoramiento en situaciones límite.<br />
• El individualismo y el espíritu <strong>de</strong> equipo.<br />
• El currículum oculto y la transmisión <strong>de</strong> valores.<br />
• Las condiciones personales para el mando y su manifestación en un<br />
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La dinámica <strong>de</strong>l curso consistió en la propuesta <strong>de</strong> casos que pusieran en juego la relación<br />
entre ciudadanía y profesión militar, valores morales y principios en el ejercicio <strong>de</strong>l mando y<br />
la disciplina, y jóvenes en el mundo contemporáneo. Sorpren<strong>de</strong>ntemente, los casos don<strong>de</strong><br />
cobraba relieve la cuestión <strong>de</strong> género fueron mayoritarios, indicando que constituye una<br />
preocupación más o menos constante <strong>de</strong> los responsables directos <strong>de</strong> la formación militar.<br />
Estos casos dieron lugar a la posibilidad <strong>de</strong> establecer primero la importante transformación<br />
que tuvo lugar en las FFAA con la incorporación progresiva y creciente <strong>de</strong> mujeres, fenómeno<br />
al cual no estaban preparados, tal como la mayoría <strong>de</strong> los militares reconoce; y segundo, los<br />
núcleos don<strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong> la diferencia <strong>de</strong> género aún sigue siendo un problema el cual<br />
<strong>de</strong>manda mayor cantidad <strong>de</strong> mujeres instructores.<br />
Respecto <strong>de</strong> ese punto, hay diferencias entre las <strong>Fuerzas</strong>. Mientras la Armada contaba en el<br />
2009 con un 60% <strong>de</strong> mujeres en el primer año <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Suboficiales, el Ejército<br />
conservaba una proporción que no llegaba al 20%. Si bien sabemos que la cantidad <strong>de</strong><br />
mujeres que ingresan es un elemento importante <strong>de</strong> la equidad, más importante es cómo lograr<br />
que no se vayan, y que quienes permanezcan, consigan competir en mayor igualdad con los<br />
varones. Acá se abre toda una línea <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate en la que no entraremos por razones <strong>de</strong> espacio<br />
más que <strong>de</strong> pertinencia, pues se trata <strong>de</strong> un eje clave, y es cómo hacer para competir en<br />
igualdad reconociendo las diferencias. Cómo hacer que ese parámetro no sea ni femenino ni<br />
masculino, ni neutro, que reúna la valencia <strong>de</strong> cada género para aportar lo que mejor hace<br />
cada uno para el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> esta profesión que como sabemos pue<strong>de</strong> contar con mujeres<br />
combatiente siempre que <strong>de</strong>seen serlo y su “aptitud” se lo permita 214 . Digo por el riesgo <strong>de</strong><br />
terminar sustituyendo estándares masculino por femeninos, creo que hay que combinar<br />
ambos, tarea por cierto nada simple pero viable.<br />
Entonces volviendo al eje que orienta esta presentación quisiéramos dar cuenta <strong>de</strong> cómo se<br />
presentaba la cuestión <strong>de</strong> género en la discusión <strong>de</strong> los casos, e introducir también como tema<br />
<strong>de</strong> género la homosexualidad masculina -más que femenina-, pues durante el curso para<br />
Oficiales instructores permitió enten<strong>de</strong>r más claramente los límites que la concepción sobre la<br />
propia profesión militar inscripta en las prácticas <strong>de</strong> instrucción impone a la equidad <strong>de</strong><br />
género. Con la homosexualidad se advierte más claramente <strong>de</strong> un lado la importancia <strong>de</strong> la<br />
norma escrita que prohíbe la segregación y <strong>de</strong>l otro, el problema <strong>de</strong> la brecha entre la norma y<br />
la práctica. Fundamentalmente, lo que la discusión <strong>de</strong> un caso <strong>de</strong> homosexualidad masculina<br />
214 Woodward, R. & U. P. Winter. 2004. “Discourses of gen<strong>de</strong>r in the contemporary British Army”; Armed<br />
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<strong>Género</strong> y <strong>Fuerzas</strong> <strong>Armadas</strong>. Algunos <strong>de</strong>bates teóricos y prácticos<br />
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