Género y Fuerzas Armadas - Ministerio de Defensa

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Ministerio de Defensa • Fundación Friedrich Ebert Prevención del Acoso Sexual y Racial (PASR) a casi todos los integrantes de las FC como parte de un programa obligatorio. 191 Quizás uno de los principales obstáculos es la integración y adaptación de los desafíos relacionados con la maternidad, con el rol de padres y con la familia. Las mujeres que sirven en las FC tienen derecho a licencia sin goce de sueldo por maternidad desde 1975, y desde esa época se ha desarrollado la licencia por maternidad, la licencia por paternidad y los beneficios financieros relacionados en función de los cambios producidos en las políticas y en las leyes sociales de la sociedad canadiense. Hoy, las mujeres que integran las FC tienen derecho a 17 semanas de licencia por maternidad cobrando el seguro por empleo federal más un “adicional” del gobierno de hasta el 93 por ciento de su sueldo. Además, los hombres y mujeres pueden tomarse una licencia por maternidad/paternidad de hasta 35 semanas como máximo por familia militar cobrando el 93 por ciento de su sueldo; es decir, una madre y un padre que integran las FC pueden compartir 35 semanas o uno u otro pueden tomarse todo el período de licencia. 192 La evolución de la política de licencia por maternidad de brindarles a los padres y madres la oportunidad que decidan cómo van a compartir las alegrías y desafíos de criar a sus hijos simboliza los importantes beneficios de una política inclusiva de género. Con la implementación de numerosas iniciativas de políticas, programas y capacitación para llevar a las FC hacia una integración plena de género, las mujeres no sólo avanzaron hacia roles operativos relacionados con el combate, sino hacia ocupar posiciones de liderazgo en esos roles. Por citar algunos ejemplos, en 1991, el HMCS Nipigon fue el primer buque de Guerra de género mixto en participar en ejercicios con las Fuerzas de la OTAN en el Atlántico; en 1998, la Teniente Coronel Karen McCrimmon fue designada como Comandante del Escuadrón 429 de Transporte y la Suboficial de Marina de 2ª clase Holly Kisbee fue la primera jefa de la unidad de combate de un buque de guerra importante. En 1999, la Comisión Canadiense de Derechos Humanos (CCDH) concluyó que las FC no habían avanzado significativamente en la integración de género desde la resolución del tribunal de 1989; sin embargo, la Comisión se mostró satisfecha de que existiera suficiente compromiso de los superiores con la integración de género en el futuro, y de esta manera no impuso ningún monitoreo externo adicional más allá de las exigencias de la Ley de Igualdad en el Empleo de Canadá. Desde 1999, la representación femenina en la Fuerza Regular de las FC aumentó de menos de 7.000 a más de 9.000, del 10,3 por ciento al 13,7 por ciento de todos los integrantes. Además, la presencia femenina continuó extendiéndose en roles de liderazgo y operativos. Por ejemplo, en 2000, el Jefe del Estado Mayor de la Armada anunció que las mujeres estaban en condiciones de servir en submarinos; en 2003, la Oficial Mayor Anne Reiffenstein se transformó en la primera mujer en comandar una sub-unidad de fuerzas de combate como 191 Ibid.; y Rosemary Park, “’Corporate’ Activity following the 1989 Canadian Human Rights Tribunal Decision Ordering the Full Integration of Servicewomen in the Canadian Forces”. 192 Canadá, “Maternity and Parental Benefits Administration” in Military Human Resources Records Procedures A-PM-245-001/FP-001, (Ottawa, Canadá: Director de Administración de Información de Recursos Humanos), publicado originalmente como Baby on the Way en 1999. Género y Fuerzas Armadas. Algunos debates teóricos y prácticos 134

Ministerio de Defensa • Fundación Friedrich Ebert Comandante de Batería, del Primer Regimiento, de la Artillería a Caballo Real Canadiense; en 2004, la Suboficial de Marina de 1ª Clase Jan Davis se transformó en la primera mujer timonel de un buque de guerra canadiense importante, el HMCS Regina; y en 2009, la Comandante Josée Kurtz fue la primera mujer comandante de un buque de guerra canadiense importante, el HMCS Halifax. Debate: ¿Inclusión de género o neutralidad de género? El género puede ser entendido y conceptualizado de muchas formas, y todas ellas afectan la manera en que los individuos comprenden las relaciones entre las personas, cómo las organizaciones desarrollan políticas, cómo son evaluados los integrantes de las fuerzas armadas, y cómo el liderazgo es ejercido por hombres y mujeres. El género neutro implica igualdad entre hombres y mujeres que socava el reconocimiento de un rango de características femeninas y masculinas entre hombres y mujeres; es decir, la neutralidad de género recompensa a las mujeres que actúan como hombres, en lugar de brindar la oportunidad de inclusión de hombres y mujeres. El desafío, tal como lo plantea el sociólogo militar canadiense, Franklin C. Pinch, es que las FC avancen hacia una cultura de “género inclusivo”; sin embargo, avanzar en esta dirección es bastante difícil ya que exige la alteración de los modelos y supuestos masculinos que forman la base de la cultura del combate. 193 Hoy resulta claro que las mujeres están haciendo un aporte significativo a la efectividad operativa de las Fuerzas Canadienses; sin embargo, queda mucho por aprender a partir de su experiencia. Una década atrás, la socióloga Melissa Herbert observó que aunque varios trabajos académicos captaron las experiencias de género de las mujeres en las fuerzas militares, pocos habían analizado cómo las mujeres manejaron el ambiente militar. 194 La presencia cada vez mayor y la participación inclusiva de las mujeres en las FC han desafiado a la cultura de formas impensadas. Por otro lado, las mujeres que triunfaron en roles militares a menudo son renuentes a reconocer que, como mujeres, su experiencia es única. Al aumentar la cantidad de mujeres que alcanzan posiciones de liderazgo, el interés en compartir sus experiencias - oportunidades, desafíos y estrategias para manejar su éxito como mujeres en las fuerzas armadas, es cada vez mayor. En marzo de 2005, el Instituto de Liderazgo de las Fuerzas Canadienses (ILFC) realizó su primer taller anual Mujeres y Liderazgo. En este primer taller y en cinco conferencias posteriores, el ILFC se orientó a mujeres que ocupan puestos de liderazgo como oficiales de alto rango y a aquéllas que tienen experiencia en entornos operativos. Aunque las experiencias y las estrategias de liderazgo pueden variar, un tema clave recurrente entre las mujeres de alto rango es la lucha por encontrar su estilo de 193 Franklin C. Pinch, “Diversity: Conditions for an Adaptive, Inclusive Military,” en Challenge and Change in the Military. 194 Melissa S. Herbert, Camouflage isn’t Only for Combat: Gender, Sexuality, and Women in the Military, Nueva York y Londres: New York University Press, 1998), 5. Género y Fuerzas Armadas. Algunos debates teóricos y prácticos 135

<strong>Ministerio</strong> <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> • Fundación Friedrich Ebert<br />

Comandante <strong>de</strong> Batería, <strong>de</strong>l Primer Regimiento, <strong>de</strong> la Artillería a Caballo Real Canadiense; en<br />

2004, la Suboficial <strong>de</strong> Marina <strong>de</strong> 1ª Clase Jan Davis se transformó en la primera mujer<br />

timonel <strong>de</strong> un buque <strong>de</strong> guerra canadiense importante, el HMCS Regina; y en 2009, la<br />

Comandante Josée Kurtz fue la primera mujer comandante <strong>de</strong> un buque <strong>de</strong> guerra canadiense<br />

importante, el HMCS Halifax.<br />

Debate: ¿Inclusión <strong>de</strong> género o neutralidad <strong>de</strong> género?<br />

El género pue<strong>de</strong> ser entendido y conceptualizado <strong>de</strong> muchas formas, y todas ellas afectan<br />

la manera en que los individuos compren<strong>de</strong>n las relaciones entre las personas, cómo las<br />

organizaciones <strong>de</strong>sarrollan políticas, cómo son evaluados los integrantes <strong>de</strong> las fuerzas<br />

armadas, y cómo el li<strong>de</strong>razgo es ejercido por hombres y mujeres. El género neutro implica<br />

igualdad entre hombres y mujeres que socava el reconocimiento <strong>de</strong> un rango <strong>de</strong> características<br />

femeninas y masculinas entre hombres y mujeres; es <strong>de</strong>cir, la neutralidad <strong>de</strong> género<br />

recompensa a las mujeres que actúan como hombres, en lugar <strong>de</strong> brindar la oportunidad <strong>de</strong><br />

inclusión <strong>de</strong> hombres y mujeres. El <strong>de</strong>safío, tal como lo plantea el sociólogo militar<br />

canadiense, Franklin C. Pinch, es que las FC avancen hacia una cultura <strong>de</strong> “género inclusivo”;<br />

sin embargo, avanzar en esta dirección es bastante difícil ya que exige la alteración <strong>de</strong> los<br />

mo<strong>de</strong>los y supuestos masculinos que forman la base <strong>de</strong> la cultura <strong>de</strong>l combate. 193<br />

Hoy resulta claro que las mujeres están haciendo un aporte significativo a la efectividad<br />

operativa <strong>de</strong> las <strong>Fuerzas</strong> Canadienses; sin embargo, queda mucho por apren<strong>de</strong>r a partir <strong>de</strong> su<br />

experiencia. Una década atrás, la socióloga Melissa Herbert observó que aunque varios<br />

trabajos académicos captaron las experiencias <strong>de</strong> género <strong>de</strong> las mujeres en las fuerzas<br />

militares, pocos habían analizado cómo las mujeres manejaron el ambiente militar. 194 La<br />

presencia cada vez mayor y la participación inclusiva <strong>de</strong> las mujeres en las FC han <strong>de</strong>safiado<br />

a la cultura <strong>de</strong> formas impensadas. Por otro lado, las mujeres que triunfaron en roles militares<br />

a menudo son renuentes a reconocer que, como mujeres, su experiencia es única. Al aumentar<br />

la cantidad <strong>de</strong> mujeres que alcanzan posiciones <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo, el interés en compartir sus<br />

experiencias - oportunida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>safíos y estrategias para manejar su éxito como mujeres en las<br />

fuerzas armadas, es cada vez mayor. En marzo <strong>de</strong> 2005, el Instituto <strong>de</strong> Li<strong>de</strong>razgo <strong>de</strong> las<br />

<strong>Fuerzas</strong> Canadienses (ILFC) realizó su primer taller anual Mujeres y Li<strong>de</strong>razgo. En este<br />

primer taller y en cinco conferencias posteriores, el ILFC se orientó a mujeres que ocupan<br />

puestos <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo como oficiales <strong>de</strong> alto rango y a aquéllas que tienen experiencia en<br />

entornos operativos. Aunque las experiencias y las estrategias <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo pue<strong>de</strong>n variar, un<br />

tema clave recurrente entre las mujeres <strong>de</strong> alto rango es la lucha por encontrar su estilo <strong>de</strong><br />

193 Franklin C. Pinch, “Diversity: Conditions for an Adaptive, Inclusive Military,” en Challenge and Change<br />

in the Military.<br />

194 Melissa S. Herbert, Camouflage isn’t Only for Combat: Gen<strong>de</strong>r, Sexuality, and Women in the Military,<br />

Nueva York y Londres: New York University Press, 1998), 5.<br />

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