contenido - Yacht Club Argentino

Les Sables d’Olonne
trópico de cáncer
ecuador
trópico de capricornio
Cabo de
Buena Esperanza
Cabo
Leewin
Cabo de
Hornos
otro encalló en las islas Kerguelen, a otro se le averió su
quillote ladeable. Eliès se fracturó un fémur a 800 millas al
sur de Australia y mientras otro competidor se mantenía a
la vista, en 48 hs. fue rescatado por la Armada de dicho país
debiendo hundir al velero. Poco después otro participante
también se retiró por averías causadas por una ola de gran
tamaño. El último día del año, otro solitario abandonó con
su proa destruida por el choque contra un bandejón de
hielo a la deriva. En el día 56° de la regata, Desjoyeaux
rodeó el Cabo de Hornos ya en la delantera. 200 millas más
atrás iba Le Cam en 3 er lugar cuando tumbó. Riou que lo
perseguía, llegó al velero invertido y rescató al náufrago
pero dañó su casco en la maniobra debiendo repararlo de
emergencia. A la noche siguiente al rescate, Riou desarboló
pero después las autoridades de la regata lo colocaron en el
3er. puesto de la clasificación final junto con Guillemot -
Regla A10(c) del Reglamento Internacional de Regata a Vela-. Al 81° día
de la regata, Jourdain perdió el bulbo de lastre externo
pocas horas después de colisionar con una ballena en el
Atlántico. En la 84 a jornada de la Vendée cruzó la llegada
Desjoyeaux, seguido después por otros diez participantes,
el 33 % de los largados.
A BORDO
Se trata de mucho más que un embarque de tres meses, en
solitario sobre un monocasco de 60 pies (Open 60). Se
duerme de 3 a 5 hs. diarias. Una sola persona debe hacer las
tareas de otras diez: mantenimiento, reparaciones, cocina,
navegación, meteorología, comunicaciones, maniobra, timón,
control de averías… hasta un eventual rescate. No basta con la
fuerza psicofísica, se necesita un elevado conocimiento del
arte de navegar a vela, una gran energía mental y el
equipamiento más confiable posible. Hay que saber con
claridad qué hacer y qué no hacer. Cuando arriesgar y cuando
reducir velamen. Tal vez esta sea la parte más difícil de todas,
la anticipación, la decisión de rizar la mayor o enrollar una
vela de proa mientras hay vientos medios. Ya con 30 nudos de
viento, un velero de 60 pies es un gran desafío para una
persona sola. Casi toda la jornada trascurre en la mesa de
navegación manteniendo las comunicaciones y la consulta
permanente de información meteorológica para decidir la
derrota. Los alimentos son deshidratados y el agua potable se
obtiene de un desalinizador.
LA RUTA
La ruta es el rodeo del planeta desde el Oeste hacia el Este
con los tres cabos míticos, Buena Esperanza, Leewin y Hornos,
como marcas fijas. Desde Les Sables D’Olonne hasta el
Cabo Finisterre, los solitarios deben atravesar el temible
Golfo de Viscaya con sus violentos temporales del SW.
Desde el Cantábrico se sigue hasta las Canarias tratando de
llegar cuanto antes al cinturón de los alisios. Pasando las
Cabo Verde hay que posicionarse en el meridiano donde el
cinturón de Convergencia Intertropical (ITCZ en inglés) por
diciembre 2012 El Yacht 19