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Derecho
Rhombus
necesariamente toda disputa que se
suscite entre un inversionista y el
Estado receptor de la inversión deba
ser adjudicada a través del
procedimiento arbitral previsto en el
TLC. El inversionista tiene la opción
de elegir entre acudir a los tribunales
ordinarios nacionales u optar por el
mecanismo de arbitraje internacional.
No obstante, con el fin de promover
la economía procesal, el inversionista
debe desde un inicio decidir por qué
vía jurídica buscará adjudicar la
diferencia y una vez hecha esta
decisión, la elección será definitiva 32 .
Segundo, al igual que en el caso de
las leyes nacionales, el procedimiento
arbitral previsto en el capítulo de
inversión del TLC está estructurado
solamente para disputas
patrimoniales, es decir, a la búsqueda
de un resarcimiento de un daño
ilegítimo ocasionado por el Estado
receptor de la inversión a un
inversionista de otra parte. En otras
palabras, el arbitraje previsto en el
capítulo 10 no busca eliminar una
medida -es decir, ley o decretoaplicada
por el Estado. En ese
sentido, la potestad regulatoria
estatal nunca se ve comprometida. Lo
que el mecanismo arbitral busca es
32 Al respecto veáse el Anexo 10-E, y en particular su
párrafo segundo que establece:
Para mayor certeza, si un inversionista de
Estados Unidos elige presentar una reclamación
del tipo descrito en el párrafo 1 en un tribunal
judicial o administrativo de una Parte de
Centroamérica o de la República Dominicana,
esa elección será definitiva y el inversionista no
podrá posteriormente someter la reclamación a
arbitraje de conformidad con la Sección B.
solamente resarcir el daño causado
por una medida ejecutada por el
Estado receptor de la inversión, pero
no en todos los casos, sino solo en
aquellos en que dicha medida se haya
tomado violando las obligaciones
jurídicas asumidas por el Estado en el
TLC o en un acuerdo de inversión
negociado específicamente frente al
inversionista contendiente 33 .
Tercero, el mecanismo de arbitraje
previsto en el capítulo 10 no está
abierto a toda diferencia sobre la
interpretación o incumplimiento de
las obligaciones del capítulo. En ese
sentido, la violación de una obligación
es una condición necesaria pero no
suficiente para poder activar el
arbitraje. Para ello, es necesario que
concurran tres condiciones
fundamentales mínimas previstas en
el artículo 10.16 del TLC: primero,
que el Estado receptor de la inversión
haya violado alguna de sus
obligaciones jurídicas previstas en la
Sección A del capítulo de inversión o
en un acuerdo de inversión negociado
al efecto con un inversionista. Es
decir, el mecanismo no está abierto a
la violación de cualquier obligación
del TLC. Por otro lado, la mera
violación de una obligación no es
suficiente para activar el mecanismo,
sino que además es necesario que el
inversionista demandante haya
33 Esto explica por qué el TLC estipula que un laudo
solamente podrá otorgar el reconocimiento de daños
pecuniarios –si los hay—y los intereses que procedan así
como las costas del procedimiento, pero nunca el
desmantelamiento de la medida que generó la
controversia. Al respecto veáse el artículo 10.26 del
capítulo 10.
Revista Rhombus ISSN 1659-1623 Vol. 2, Especial N° 3. Julio 2006