Gastón y Daniela
Gastón y Daniela
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Figura 1. Siete necesidades a largo plazo para un sistema ERP<br />
1. Mantenimiento<br />
y actualización<br />
de la instalación<br />
7. Materialización<br />
de los beneficios<br />
esperados<br />
2. Soporte al usuario<br />
y entrenamiento<br />
continuo<br />
ERP<br />
Retos<br />
post-implantación<br />
3. Mejora continua<br />
del sistema<br />
y adaptaciones<br />
organizacionales<br />
4. Difusión<br />
del sistema<br />
a través de toda<br />
la organización<br />
6. Uso del sistema<br />
al máximo potencial<br />
5. Evaluación<br />
e implantación<br />
de productos<br />
complementarios<br />
funcionales o diversas regiones, apoyo al proceso de toma<br />
de decisiones, monitorización del desempeño del negocio,<br />
automatización de procesos gerenciales, y servicio<br />
al cliente.<br />
• Materialización de los beneficios esperados: la organización<br />
debe monitorizar el desarrollo de su sistema<br />
ERP para garantizar que se está justificando la inversión.<br />
Para medir el retorno de la inversión en un ERP, se utilizan<br />
diferentes ecuaciones. Indistintamente de cuál sea<br />
utilizada, se alcanzará el mayor retorno en la medida en<br />
que las organizaciones den respuesta a las seis necesidades<br />
de largo plazo anteriormente mencionadas.<br />
Como ocurre en las primeras etapas de la implantación<br />
de un ERP, estas siete necesidades de largo plazo también<br />
están caracterizadas por la participación de un gran número<br />
de stakeholders, la asimilación de gran cantidad de conocimiento<br />
y el desarrollo de destrezas adicionales en los<br />
usuarios.<br />
El cumplimiento de estos retos post-implantación sólo<br />
es posible a través de la creación de una organización de<br />
soporte que tenga como responsabilidad esta misión. Este<br />
equipo debe ser visto como responsable de una importante<br />
función de negocio y sus miembros deben dedicarse a<br />
tiempo completo a esta misión. No debe ser parte del departamento<br />
de sistemas y tecnologías de la información<br />
debido a las mismas razones por las que no ha sido así en<br />
las primeras etapas de implantación. Este equipo debe hacerse<br />
también responsable de la modelación y monitorización<br />
de los procesos de negocio claves de la compañía y<br />
Algunos especialistas<br />
describen estos nuevos retos<br />
y oportunidades como una<br />
característica de los sistemas<br />
ERP que podría denominarse<br />
“evolución”<br />
asumir la responsabilidad de otros proyectos tecnológicos<br />
tales como aquellos asociados al business-to-business.<br />
Finalmente, podría eventualmente evolucionar hacia un<br />
centro de competencias permanente que reportaría a un<br />
directivo o vicepresidente, o al comité de gerencia o dirección<br />
de la organización.<br />
Las organizaciones deben considerar los sistemas ERP<br />
–y las tecnologías complementarias que pueden ser integradas<br />
a éstos– como proyectos de innovación a largo plazo<br />
con un alto impacto en los procesos de negocio. Una<br />
vez reconocido este hecho, la alta gerencia debe crear<br />
una organización responsable de esta misión y proporcionar<br />
los recursos necesarios para el cumplimiento de los<br />
objetivos. ■<br />
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