LA NUEVA DIRECCIÓN FINANCIERA(*) Introducción. Cualquier ...

LA NUEVA DIRECCIÓN FINANCIERA(*) Introducción. Cualquier ... LA NUEVA DIRECCIÓN FINANCIERA(*) Introducción. Cualquier ...

21.01.2014 Views

c) Como consecuencia de los dos puntos anteriores, en muchos casos debe jugar el papel del “policía malo”, para intentar resolver situaciones conflictivas sin deterioro del jefe (sea éste el Presidente, el Consejero Delegado o el Director General) 2 . En este escenario, su labor es esencialmente la de elaborador de datos contables e informes sobre desviaciones presupuestarias, controlador interno y guardián del cumplimiento de las normas de la empresa, y conseguidor de los recursos que se precisen para el desarrollo del negocio 3 . Una concepción actual de la misión de un director financiero debe superar esta visión meramente administrativa, y centrarse en las aportaciones que éste, como cualquier otro directivo, debe realizar para la empresa. En definitiva, las preguntas a hacerse son: ¿para qué se tiene un equipo directivo en una empresa?, ¿cómo se gana el sueldo una persona con responsabilidad directiva en un negocio?, ¿qué se espera que haga?. Parece claro que una respuesta a este tipo de interrogantes es que de cualquier directivo se espera que tome decisiones “acertadas”. O, dicho de otra manera, la mejor manera de tener problemas en el trabajo es empeñarse en tomar decisiones equivocadas 4 . El siguiente paso es preguntarnos cómo se define lo que es una decisión “acertada”. Utilizando criterios financieros, la respuesta es que una decisión acertada es aquélla que crea valor económico añadido para el negocio y, por tanto, para el accionista. Es evidente que esta creación de valor no es responsabilidad exclusiva de la dirección financiera, ni siquiera de la dirección general, sino de toda la organización empresarial que debe estar orientada hacia la consecución de ese logro. En muchos casos, implantar esta mentalidad lleva consigo un proceso de aprendizaje personal en el que hay que romper barreras de lenguaje y comunicación, establecer medidas de rendimiento y retribución que sean consistentes con ese objetivo, superar visiones a corto y centradas en parámetros no significativos, apoyar la gestión con sistemas de información que permitan la toma de decisiones en tiempo real y sobre los indicadores correctos, y, para acabar y por no hacer la lista demasiado larga, distinguir áreas y procesos que no añadan valor. Parece claro que el director financiero está en una posición ideal para actuar de catalizador en este proceso de cambio y, lo que es tanto o más importante, para transmitir al resto del mundo interesado en esa empresa –desde los mercados financieros hasta los clientes, pasando por proveedores y potenciales inversores- la orientación del negocio hacia la creación de valor. Esto lleva consigo un perfil personal en el que prevalezcan habilidades como la comunicación, tanto interpersonal como institucional, la capacidad de diálogo y convencimiento fundado en razonamientos, la iniciativa y capacidad de liderazgo para implantar nuevas ideas, la versatilidad y adaptación a situaciones y mentalidades cambiantes, y, en todo caso, estar involucrado profesionalmente en las decisiones operativas de la empresa, aportando ideas que generen valor –o eviten destruirlo- y actuando como soporte técnico en la gestión. En este sentido, resulta imprescindible una activa participación de la dirección financiera en temas como los siguientes: 2 Si el lector tiene dudas sobre lo que significa el juego del “policía bueno” vs “policía malo”, le recomiendo que vea la película L.A. Confidential. 3 Permítaseme una experiencia personal. Aún recuerdo las instrucciones que recibí por parte del Consejero Delegado en la primera empresa en que fui Director Financiero: “Lo que tienes que hacer es tener la casita limpia, conseguir los números cuanto antes y, como el Director Comercial me hable bien de ti, te echo”. 4 Siempre que no haya una consistencia absoluta en el error: tan útil es un meteorólogo que siempre acierta, como otro que siempre se equivoca.

• Diseño y puesta en práctica de la estrategia del negocio. Evaluación económico-financiera de la misma. • Análisis de proyectos de inversión/desinversión. • Rentabilidad real de unidades de negocio ó áreas funcionales. • Definición de los niveles de riesgo que se quieren asumir: de tipo estratégico, financiero, operativo, comercial, técnico, etc. • Gestión de dichos riesgos y cobertura. • Integración de los sistemas de información con las unidades de decisión. En resumen, los cometidos de la dirección financiera en la actualidad deben alejarse del simple control de transacciones y procesos, y centrarse en el compromiso con las diversas políticas de la empresa, analizando su coherencia interna y en relación con el objetivo de creación de valor. Que esto pase de ser un mero enunciado de buenos propósitos a una realidad operativa depende de varios factores, entre los que hay que incluir una permanente actualización y formación de los equipos directivos, no basada en el conocimiento superficial de slóganes más o menos puestos de moda, sino en el dominio de herramientas suficientemente contrastadas que faciliten el logro de los objetivos corporativos. Francisco J. López Lubián Director del Area de Finanzas. Instituto de Empresa Director del Master en Dirección Financiera y Control. IE (*) Artículo publicado en la revista Ideas Empresariales, Junio 1998

c) Como consecuencia de los dos puntos anteriores, en muchos casos debe jugar el papel del<br />

“policía malo”, para intentar resolver situaciones conflictivas sin deterioro del jefe (sea éste el<br />

Presidente, el Consejero Delegado o el Director General) 2 .<br />

En este escenario, su labor es esencialmente la de elaborador de datos contables e informes sobre<br />

desviaciones presupuestarias, controlador interno y guardián del cumplimiento de las normas de la empresa,<br />

y conseguidor de los recursos que se precisen para el desarrollo del negocio 3 .<br />

Una concepción actual de la misión de un director financiero debe superar esta visión meramente<br />

administrativa, y centrarse en las aportaciones que éste, como cualquier otro directivo, debe realizar para la<br />

empresa. En definitiva, las preguntas a hacerse son: ¿para qué se tiene un equipo directivo en una empresa?,<br />

¿cómo se gana el sueldo una persona con responsabilidad directiva en un negocio?, ¿qué se espera que<br />

haga?. Parece claro que una respuesta a este tipo de interrogantes es que de cualquier directivo se espera que<br />

tome decisiones “acertadas”. O, dicho de otra manera, la mejor manera de tener problemas en el trabajo es<br />

empeñarse en tomar decisiones equivocadas 4 . El siguiente paso es preguntarnos cómo se define lo que es<br />

una decisión “acertada”.<br />

Utilizando criterios financieros, la respuesta es que una decisión acertada es aquélla que crea valor<br />

económico añadido para el negocio y, por tanto, para el accionista. Es evidente que esta creación de valor no<br />

es responsabilidad exclusiva de la dirección financiera, ni siquiera de la dirección general, sino de toda la<br />

organización empresarial que debe estar orientada hacia la consecución de ese logro. En muchos casos,<br />

implantar esta mentalidad lleva consigo un proceso de aprendizaje personal en el que hay que romper<br />

barreras de lenguaje y comunicación, establecer medidas de rendimiento y retribución que sean consistentes<br />

con ese objetivo, superar visiones a corto y centradas en parámetros no significativos, apoyar la gestión con<br />

sistemas de información que permitan la toma de decisiones en tiempo real y sobre los indicadores<br />

correctos, y, para acabar y por no hacer la lista demasiado larga, distinguir áreas y procesos que no añadan<br />

valor.<br />

Parece claro que el director financiero está en una posición ideal para actuar de catalizador en este<br />

proceso de cambio y, lo que es tanto o más importante, para transmitir al resto del mundo interesado en esa<br />

empresa –desde los mercados financieros hasta los clientes, pasando por proveedores y potenciales<br />

inversores- la orientación del negocio hacia la creación de valor. Esto lleva consigo un perfil personal en el<br />

que prevalezcan habilidades como la comunicación, tanto interpersonal como institucional, la capacidad de<br />

diálogo y convencimiento fundado en razonamientos, la iniciativa y capacidad de liderazgo para implantar<br />

nuevas ideas, la versatilidad y adaptación a situaciones y mentalidades cambiantes, y, en todo caso, estar<br />

involucrado profesionalmente en las decisiones operativas de la empresa, aportando ideas que generen valor<br />

–o eviten destruirlo- y actuando como soporte técnico en la gestión.<br />

En este sentido, resulta imprescindible una activa participación de la dirección financiera en temas<br />

como los siguientes:<br />

2 Si el lector tiene dudas sobre lo que significa el juego del “policía bueno” vs “policía malo”, le recomiendo que vea la película<br />

L.A. Confidential.<br />

3<br />

Permítaseme una experiencia personal. Aún recuerdo las instrucciones que recibí por parte del Consejero Delegado en la<br />

primera empresa en que fui Director Financiero: “Lo que tienes que hacer es tener la casita limpia, conseguir los números cuanto<br />

antes y, como el Director Comercial me hable bien de ti, te echo”.<br />

4 Siempre que no haya una consistencia absoluta en el error: tan útil es un meteorólogo que siempre acierta, como otro que<br />

siempre se equivoca.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!