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LA NUEVA DIRECCIÓN FINANCIERA(*) Introducción. Cualquier ...

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<strong>LA</strong> <strong>NUEVA</strong> DIRECCIÓN <strong>FINANCIERA</strong>(*)<br />

Introducción.<br />

<strong>Cualquier</strong> persona que lea habitualmente la prensa económica, o las secciones de Economía de la<br />

prensa no especializada, es conocedora de la facilidad con que se presentan a los lectores modelos o<br />

paradigmas, más o menos mágicos, que hay que adoptar si se quieren resolver muchos de los problemas con<br />

que los gestores se encuentran en su labor del día a día. Habitualmente, estas fórmulas se citan en inglés,<br />

dado su origen, y su conocimiento constituye la piedra de toque para juzgar si el profesional en cuestión está<br />

o no al día de lo que está pasando en su campo de responsabilidad 1 . Aceptando que esta tendencia ocurre en<br />

cualquier actividad profesional, creo no estar equivocado si afirmo que, en el campo de las finanzas, la<br />

inflación de nuevos “conceptos” –como, con expresión a veces poco afortunada, se les llama- es muy alta.<br />

Este hecho no es en sí intrínsecamente perverso: antes al contrario, me atrevería a afirmar que en su<br />

origen hay una realidad altamente positiva, que se deriva del esfuerzo realizado en los últimos años para<br />

acercar los temas de investigación a las necesidades reales de las empresas, abandonando torres de marfil<br />

donde instalarse cómodamente y/o parapetos formados por modelos econométricos, con muchas variables y<br />

restricciones, cuya solución es cuestión de unos pocos iniciados.<br />

Uno de estos nuevos “conceptos” es el del papel que la dirección financiera debe jugar dentro de la<br />

marcha y la organización de una empresa. Es frecuente oír o leer expresiones como “los financieros toman<br />

el poder”, “el director financiero como líder en el cambio empresarial”, ó “la función del financiero como<br />

consejero de decisiones”, por no mencionar los inevitables decálogos que todo paradigma lleva consigo.<br />

¿Qué hay de nuevo en estos planteamientos? ¿Qué nuevas ideas aportan a los cometidos del directivo en<br />

cuestión? ¿Cómo se pueden instrumentar estas ideas?.<br />

En este breve artículo trataré de hacer algunas reflexiones personales sobre el papel de la dirección<br />

financiera en una organización empresarial orientada al negocio, e intentaré dar respuestas a las cuestiones<br />

arriba mencionadas.<br />

De la Dirección Financiera “tradicional” a la Dirección Financiera “actual”.<br />

En una concepción “tradicional” de los cometidos de un director financiero, su papel fundamental es<br />

el de ser un buen administrador y controlador de los recursos de la empresa, y el perfil humano y<br />

profesional que se trata de encontrar podría resumirse en tres cualidades:<br />

a) Ser una persona de plena confianza de la Dirección General, que actúa como mano derecha de la<br />

Alta Dirección, seria, discreta, ordenada y conocedora de asuntos confidenciales que los otros<br />

miembros del equipo directivo no deben saber.<br />

b) Su función se revaloriza en momentos de crisis, ya que es la persona encargada de obtener<br />

recursos financieros cuando hay problemas de liquidez, instaurar medidas de contención del<br />

gasto cuando la rentabilidad no es la deseada y, en todo caso, actuar de “apagafuegos” ante<br />

problemas internos.<br />

1 Tengo un amigo que se dedica a labores de selección de puestos directivos (perdón, iba a decir de head hunting) que me<br />

comenta que un elevado porcentaje de los candidatos que entrevista muestran una clara tendencia a citar entre diez y quince de<br />

estos términos. Invito al lector a que, sin hacer trampas, se aplique un test de autoevaluación...


c) Como consecuencia de los dos puntos anteriores, en muchos casos debe jugar el papel del<br />

“policía malo”, para intentar resolver situaciones conflictivas sin deterioro del jefe (sea éste el<br />

Presidente, el Consejero Delegado o el Director General) 2 .<br />

En este escenario, su labor es esencialmente la de elaborador de datos contables e informes sobre<br />

desviaciones presupuestarias, controlador interno y guardián del cumplimiento de las normas de la empresa,<br />

y conseguidor de los recursos que se precisen para el desarrollo del negocio 3 .<br />

Una concepción actual de la misión de un director financiero debe superar esta visión meramente<br />

administrativa, y centrarse en las aportaciones que éste, como cualquier otro directivo, debe realizar para la<br />

empresa. En definitiva, las preguntas a hacerse son: ¿para qué se tiene un equipo directivo en una empresa?,<br />

¿cómo se gana el sueldo una persona con responsabilidad directiva en un negocio?, ¿qué se espera que<br />

haga?. Parece claro que una respuesta a este tipo de interrogantes es que de cualquier directivo se espera que<br />

tome decisiones “acertadas”. O, dicho de otra manera, la mejor manera de tener problemas en el trabajo es<br />

empeñarse en tomar decisiones equivocadas 4 . El siguiente paso es preguntarnos cómo se define lo que es<br />

una decisión “acertada”.<br />

Utilizando criterios financieros, la respuesta es que una decisión acertada es aquélla que crea valor<br />

económico añadido para el negocio y, por tanto, para el accionista. Es evidente que esta creación de valor no<br />

es responsabilidad exclusiva de la dirección financiera, ni siquiera de la dirección general, sino de toda la<br />

organización empresarial que debe estar orientada hacia la consecución de ese logro. En muchos casos,<br />

implantar esta mentalidad lleva consigo un proceso de aprendizaje personal en el que hay que romper<br />

barreras de lenguaje y comunicación, establecer medidas de rendimiento y retribución que sean consistentes<br />

con ese objetivo, superar visiones a corto y centradas en parámetros no significativos, apoyar la gestión con<br />

sistemas de información que permitan la toma de decisiones en tiempo real y sobre los indicadores<br />

correctos, y, para acabar y por no hacer la lista demasiado larga, distinguir áreas y procesos que no añadan<br />

valor.<br />

Parece claro que el director financiero está en una posición ideal para actuar de catalizador en este<br />

proceso de cambio y, lo que es tanto o más importante, para transmitir al resto del mundo interesado en esa<br />

empresa –desde los mercados financieros hasta los clientes, pasando por proveedores y potenciales<br />

inversores- la orientación del negocio hacia la creación de valor. Esto lleva consigo un perfil personal en el<br />

que prevalezcan habilidades como la comunicación, tanto interpersonal como institucional, la capacidad de<br />

diálogo y convencimiento fundado en razonamientos, la iniciativa y capacidad de liderazgo para implantar<br />

nuevas ideas, la versatilidad y adaptación a situaciones y mentalidades cambiantes, y, en todo caso, estar<br />

involucrado profesionalmente en las decisiones operativas de la empresa, aportando ideas que generen valor<br />

–o eviten destruirlo- y actuando como soporte técnico en la gestión.<br />

En este sentido, resulta imprescindible una activa participación de la dirección financiera en temas<br />

como los siguientes:<br />

2 Si el lector tiene dudas sobre lo que significa el juego del “policía bueno” vs “policía malo”, le recomiendo que vea la película<br />

L.A. Confidential.<br />

3<br />

Permítaseme una experiencia personal. Aún recuerdo las instrucciones que recibí por parte del Consejero Delegado en la<br />

primera empresa en que fui Director Financiero: “Lo que tienes que hacer es tener la casita limpia, conseguir los números cuanto<br />

antes y, como el Director Comercial me hable bien de ti, te echo”.<br />

4 Siempre que no haya una consistencia absoluta en el error: tan útil es un meteorólogo que siempre acierta, como otro que<br />

siempre se equivoca.


• Diseño y puesta en práctica de la estrategia del negocio. Evaluación económico-financiera de la<br />

misma.<br />

• Análisis de proyectos de inversión/desinversión.<br />

• Rentabilidad real de unidades de negocio ó áreas funcionales.<br />

• Definición de los niveles de riesgo que se quieren asumir: de tipo estratégico, financiero,<br />

operativo, comercial, técnico, etc.<br />

• Gestión de dichos riesgos y cobertura.<br />

• Integración de los sistemas de información con las unidades de decisión.<br />

En resumen, los cometidos de la dirección financiera en la actualidad deben alejarse del simple<br />

control de transacciones y procesos, y centrarse en el compromiso con las diversas políticas de la empresa,<br />

analizando su coherencia interna y en relación con el objetivo de creación de valor. Que esto pase de ser un<br />

mero enunciado de buenos propósitos a una realidad operativa depende de varios factores, entre los que hay<br />

que incluir una permanente actualización y formación de los equipos directivos, no basada en el<br />

conocimiento superficial de slóganes más o menos puestos de moda, sino en el dominio de herramientas<br />

suficientemente contrastadas que faciliten el logro de los objetivos corporativos.<br />

Francisco J. López Lubián<br />

Director del Area de Finanzas. Instituto de Empresa<br />

Director del Master en Dirección Financiera y Control. IE<br />

(*) Artículo publicado en la revista Ideas Empresariales, Junio 1998

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