FILIPINAS - IE

• Problemas con las empresas españolas inversoras
Las empresas españolas, como todas las extranjeras, se ven
sometidas a las limitaciones constitucionales filipinas que establecen,
como regla general, que el inversor extranjero sólo podrá
poseer un 40% de la propiedad de un negocio, lo que obliga a
asociarse con un filipino. Entre otras dificultades para la empresa
española, cabe citar la lejanía geográfica y el desconocimiento del
mercado, así como la llegada más tardía de las empresas españolas
a Asia, todo lo cual lleva a que no sea tan habitual considerar
Filipinas como destino de la inversión española. La crisis europea
y sobre todo la española está animando a muchas empresas a explorar
mercados lejanos como el filipino. Cada proyecto importante
ganado por una empresa española tiene un efecto atracción mucho
más importante que cualquier medida promocional. Hoy por hoy,
Filipinas es un mercado sumamente interesante para la exportación
e inversión españolas, con grandes posibilidades en sectores en
los que España es muy competitiva, como las infraestructuras, las
energías renovables o el medio ambiente, la deslocalización de
procesos, la gestión de agua y residuos, el turismo, la electrónica
y las franquicias.
España ha tenido tradicionalmente una presencia económica
muy inferior a la que le corresponde por motivos históricos y
culturales. La creciente internacionalización de las empresas españolas,
espoleada además por la crisis en Europa, está poco a
poco cambiando esta tendencia y España comienza a tener una
presencia cada vez más activa, y sobre todo más variada e identificada
con sectores de alto valor añadido. Aunque los sectores
de mayor potencial en Filipinas se identifican bastante bien con
los sectores españoles más competitivos, para poder aprovechar
adecuadamente ese potencial será necesario que Filipinas abra
un poco más su mercado a la presencia de empresas extranjeras,
hasta el momento percibidas más como amenaza al statu quo
empresarial local que como una oportunidad para modernizar la
economía.
En materia comercial, la oferta española no goza aún de una
imagen suficientemente consolidada. Sí lo es en alimentación y
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