Proyección de «Don Quijote» en Alemania - Centro Virtual Cervantes

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20.01.2014 Views

Gabriel sobre el príncipe Biribinker, primer eslabón que conducirá al desenlace feliz del motivo principal. Estos tres motivos constituyen los pilares argumentales de la obra y se relacionan entre sí mediante un proceso de interdependencia que les otorga la idea de continuidad. Con todo, el relato de don Gabriel forma una unidad aislable del resto de la obra y es, por lo mismo, equiparable a la de las narraciones que se intercalan en el Don Quijote, como la del Curioso Impertinente. La diferencia estriba, sin embargo, en el hecho de que la historia del príncipe Biribinker tiene una causalidad que afecta directamente al desarrollo argumental de la acción, cual es la curación del joven y el consiguiente final feliz de la obra. La primera diferencia argumental la encontramos en las circunstancias familiares que rodean a don Sylvio: a la muerte de su padre, don Pedro von Rosalva, los dos hermanos, Sylvio y Serafine, quedan bajo la custodia de su tía doña Menda. Tras la misteriosa desaparición de la pequeña Serafine, doña Mencia se dedicará en cuerpo y alma a la educación de su sobrino. Y ya en este contexto aparece la primera analogía: el joven se aficiona a la lectura de los libros de caballerías hasta que su mente empieza a confundir la realidad con la ficción. Con los cuentos de hadas pierde definitivamente el sentido de la realidad, circunstancia que lo identifica plenamente con la figura de don Quijote, estableciendo así el principal paralelismo argumental de toda la obra. Esta identificación de personalidad se pone de relieve en la propia narración de fonna explícita: WI, pp. 2011 7 : "Nehmen wir nun alle diese Umstande zusammen, welche sich vereinigten, der romanhaften Erziehung unsers jungen Ritters ihre volle Kraft zu geben, so werden wÍr nicht unbegreiflich finden, daJ3 er nur noch wenige Schritte zu machen hatte, um auf abenteuerlichere Grillen zu geraten, als seit den Zeiten seines Landsmannes, des Ritters von Mancha, jemal s in eín schwindlíges Gehim gekommen sein mogen". También difiere el motivo que servirá de punto de partida para las andanzas del joven don Sylvio, ya que en lugar de salir en busca de aventuras cabellerescas, descubre de manera fortuita, en el bosque donde cazaba mariposas, unajo~a que contiene el retrato de una dama, de cuya belleza queda prendado: WI, p. 34 : "( ... ) und er wurde vom ersten Anblick an so verliebt in dieses Bildnis, wie es jemals eín ¡rrender 7 "Reunamos ahora todas estas circunstancias que se aliaban para ceder toda su fuerza a la educación novelesca de nuestro joven caballero. y no nos parecerá inconcebible que éste no tuviera más que dar unos pocos pasos para dar con locuras más aventureras de lo que nunca, desde los tiempos de su paisano. el Caballero de la Mancha. hubiera podido imaginar una mente trastornada". 8 "L.) Y se quedó, desde que lo mirara por vez primera. tan enamorado de ese retrato. como jamás un caballero sin juicio o un pastor arcádico lo habían estado de su Dulcinea o de su Amaryllis". 452

Ritter oder ein arkadischer Scháfer in seine Dulcinea oder Amaryllis gewesen ist". La perturbada imaginación del muchacho le hace creer que se trata de un hada o de una princesa, que por algún encantamiento se ha convertido en mariposa. En este contexto aparece por primera vez un personaje cuyo papel corresponde al de Sancho Panza. Se trata de Pedrillo, un joven del pueblo al servicio de doña Menda, que, a petición de esta última, sale en busca de don Sylvio. La amistad que los une lo convierte en un fiel seguidor de las enseñanzas feéricas de su perturbado señor. Su facilidad a la hora de dar crédito a las historias que le cuenta su amo, se justifica por una ingenuidad y simpleza equiparables a las de Sancho: CI, p. 430: "Ya yo sé que todo lo desta casa es encantamiento; que la otra vez, en este mesmo lugar donde ahora me hallo, me dieron muchos mojicones y porrazos, sin saber quién me los daba ( ... )". El primer episodio que entronca con el Quijote tiene lugar en Rosalva, donde don Sylvio toma por su enemiga, el hada Fanferluche, a doña Mergelina, la futura esposa que le había buscado su tía. Durante un paseo por el jardín a la luz de la luna, la imaginación del joven nubla de nuevo su juicio transformando la convidada de doña Mencia en su bellísima princesa: WI, p. 82 9 : "Er bildete sich ein, in die bezauberten Garten der Fee Radiante versetzt zu sein; (...) er war so sehr au~er sich selbst, da~ er in dem Augenblicke, da ihn die schone Mergelina die Schwere ihrer Hand fühlen Iie~, sich einbildete, seine geliebte Prinzessin an seiner Seite zu sehen". Llama la atención la similitud con el suceso de la venta, en que don Quijote confunde a Maritornes con una princesa: CI, p. 213: "Esta maravillosa quietud (...) le trujo a la imaginación una de las estrañas locuras que buenamente imaginarse pueden; (...) Pensando en estos disparates, se llegó el tiempo y la hora de la venida de la asturiana (... ) él la pintó en su imaginación de la misma traza y modo que lo había leído en sus libros de la otra princesa que vino a ver el malferido caballero, vencida de sus amores (... r. La siguiente aventura que nos remite al Don Quijote transcurre en el bos~ue, donde el temeroso Pedrillo cree ver a gigantes en lugar de árboles: WI, p. 95 1 : "­ Sehen Sie denn den greulichen Riesen nicht ( ... )? -( ... ) schiirne dich, da~ du einen Baum für einen Riesen ansiehst. -( ... ) Ein Baum, sagen Sie? Wo hat denn ein Baum Arme und Fü~e? -Ich sage dir (. .. ), da~ es ein Baum ist; was du für Arme ansiehst, 9 "Se imaginó que se había desplazado a los jardines encantados del hada Radiante; ( ... ) estaba tan fuera de sí que, en el momento en que la hermosa Doña Mergelina le dejó sentir el peso de su mano, creyó ver a su lado a su adorada princesa". 10 "-¿Pero acaso no ve el espantoso gigante (. .. )? -Vergüenza debiera darte por confundir un árbol con un gigante l. .. ) -¿Un árbol dice? ¿Dónde tiene pues un árbol brazos y pies? -Te digo L .. ) que es un árbol; aquello que te parecen brazos, son sus ramas ( ... )". 453

Ritter o<strong>de</strong>r ein arkadischer Scháfer in seine Dulcinea o<strong>de</strong>r Amaryllis gewes<strong>en</strong> ist".<br />

La perturbada imaginación <strong>de</strong>l muchacho le hace creer que se trata <strong>de</strong> un hada o <strong>de</strong><br />

una princesa, que por algún <strong>en</strong>cantami<strong>en</strong>to se ha convertido <strong>en</strong> mariposa. En este<br />

contexto aparece por primera vez un personaje cuyo papel correspon<strong>de</strong> al <strong>de</strong> Sancho<br />

Panza. Se trata <strong>de</strong> Pedrillo, un jov<strong>en</strong> <strong>de</strong>l pueblo al servicio <strong>de</strong> doña M<strong>en</strong>da, que, a<br />

petición <strong>de</strong> esta última, sale <strong>en</strong> busca <strong>de</strong> don Sylvio. La amistad que los une lo convierte<br />

<strong>en</strong> un fiel seguidor <strong>de</strong> las <strong>en</strong>señanzas feéricas <strong>de</strong> su perturbado señor. Su facilidad<br />

a la hora <strong>de</strong> dar crédito a las historias que le cu<strong>en</strong>ta su amo, se justifica por una<br />

ing<strong>en</strong>uidad y simpleza equiparables a las <strong>de</strong> Sancho: CI, p. 430: "Ya yo sé que todo<br />

lo <strong>de</strong>sta casa es <strong>en</strong>cantami<strong>en</strong>to; que la otra vez, <strong>en</strong> este mesmo lugar don<strong>de</strong> ahora me<br />

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El primer episodio que <strong>en</strong>tronca con el Quijote ti<strong>en</strong>e lugar <strong>en</strong> Rosalva, don<strong>de</strong> don<br />

Sylvio toma por su <strong>en</strong>emiga, el hada Fanferluche, a doña Mergelina, la futura esposa<br />

que le había buscado su tía. Durante un paseo por el jardín a la luz <strong>de</strong> la luna, la<br />

imaginación <strong>de</strong>l jov<strong>en</strong> nubla <strong>de</strong> nuevo su juicio transformando la convidada <strong>de</strong> doña<br />

M<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> su bellísima princesa: WI, p. 82 9 : "Er bil<strong>de</strong>te sich ein, in die bezaubert<strong>en</strong><br />

Gart<strong>en</strong> <strong>de</strong>r Fee Radiante versetzt zu sein; (...) er war so sehr au~er sich selbst, da~ er<br />

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Iie~, sich einbil<strong>de</strong>te, seine geliebte Prinzessin an seiner Seite zu seh<strong>en</strong>". Llama la<br />

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con una princesa: CI, p. 213: "Esta maravillosa quietud (...) le trujo a la imaginación<br />

una <strong>de</strong> las estrañas locuras que bu<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te imaginarse pue<strong>de</strong>n; (...)<br />

P<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> estos disparates, se llegó el tiempo y la hora <strong>de</strong> la v<strong>en</strong>ida <strong>de</strong> la asturiana<br />

(... ) él la pintó <strong>en</strong> su imaginación <strong>de</strong> la misma traza y modo que lo había leído <strong>en</strong><br />

sus libros <strong>de</strong> la otra princesa que vino a ver el malferido caballero, v<strong>en</strong>cida <strong>de</strong> sus<br />

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La sigui<strong>en</strong>te av<strong>en</strong>tura que nos remite al Don Quijote transcurre <strong>en</strong> el bos~ue,<br />

don<strong>de</strong> el temeroso Pedrillo cree ver a gigantes <strong>en</strong> lugar <strong>de</strong> árboles: WI, p. 95 1 : "­<br />

Seh<strong>en</strong> Sie <strong>de</strong>nn <strong>de</strong>n greulich<strong>en</strong> Ries<strong>en</strong> nicht ( ... )? -( ... ) schiirne dich, da~ du ein<strong>en</strong><br />

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Arme und Fü~e? -Ich sage dir (. .. ), da~ es ein Baum ist; was du für Arme ansiehst,<br />

9 "Se imaginó que se había <strong>de</strong>splazado a los jardines <strong>en</strong>cantados <strong>de</strong>l hada Radiante; ( ... ) estaba tan<br />

fuera <strong>de</strong> sí que, <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que la hermosa Doña Mergelina le <strong>de</strong>jó s<strong>en</strong>tir el peso <strong>de</strong> su<br />

mano, creyó ver a su lado a su adorada princesa".<br />

10 "-¿Pero acaso no ve el espantoso gigante (. .. )? -Vergü<strong>en</strong>za <strong>de</strong>biera darte por confundir un árbol<br />

con un gigante l. .. ) -¿Un árbol dice? ¿Dón<strong>de</strong> ti<strong>en</strong>e pues un árbol brazos y pies? -Te digo L .. ) que<br />

es un árbol; aquello que te parec<strong>en</strong> brazos, son sus ramas ( ... )".<br />

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