Proyección de «Don Quijote» en Alemania - Centro Virtual Cervantes

PROYECCIÓN DE DON QUIJOTE EN ALEMANIA
Ángela Magdalena Romera Pintor
Universidad Complutense de Madrid
1. De todos es conocida la enorme repercusión del Don Quijote en Europa, en
particular en Inglaterra, Francia y Alemania, repercusión que se vio sin duda favorecida
por las numerosas traducciones que se hicieron de la novela, algunas de ellas
todavía en vida del autor. Por lo que respecta a Alemania, fue sin duda el Romanticismo
el que recuperó la figura de don Quijote como símbolo de la lucha del espíritu
contra los condicionamientos materiales. En este orden de ideas se sitúan autores
como Schlegel, Hegel, Schelling y Heine. Sin embargo, con anterioridad al sentir romántico,
un autor de la Aufkliirung o Ilustración alemana se inspirará en el Don Quijote
para desarrollar el argumento narrativo de una de sus novelas.
Nos referimos a Christoph Martín Wieland (1733-1813), también conocido como
el "Voltaire alemán". Se encuentra a caballo entre el racionalismo alemán y la nueva
Empfindlichkeit o Sensibilidad propia del Sturm und Drang (Tempestad y Empuje).
Wieland impulsó sensiblemente el género narrativo, llegando a ganarse el calificativo
de "primer novelista alemán" por su obra de corte helénico, Agathon (176617).
Los nuevos intentos por dar forma épica a experiencias y vivencias del individuo
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urgués se recogen ya en esta novela y aparecerán, más tarde, en el Werther de Goethe
(1774).
Por otra parte, las influencias que recibió Wieland de autores españoles, ingleses
y franceses, fueron tan numerosas y de tal envergadura que se le llegó a tachar de
"imitador", tanto de Cervantes, co~no de Fielding y de Rousseau. Su obra Die Abenteuer
des Don Sylvio VO/1 Rosalva ,de 1764, sobre la que nos centraremos en lo sucesivo,
tiene una clara influencia francesa en la que no entraremos (se trata
principalmente de la alusión a personajes de euentos franceses). Destacaremos, en
cambio, la influencia española en esta novela, intluencia mucho más relevante por
cuanto vertebra la propia estructura interna de la obra.
2. El primer elemento que, de entrada, relaciona el Don Sylvio con el mundo hispánico
es el propio entorno en el que el autor nos sitúa la narración: la acción se desarrolla
en España y así aparece reflejado en los nombres de los lugares que se
mencionan (Valencia, Madrid, Andalucía, Salamanca, Toledo ... ), en los nombres de
los personajes, con apenas adaptaciones al alemán (Pedrillo, Maritornes, Mencia,
Rodrigo Sánchez, Beatrix ... ), en las formas de tratamiento ("Don/Doña, Señor/Señora,
Dueña, Scudero"), en los usos y costumbres (Siesta, maravedís ... ), etc. No será
este hecho, sin embargo, el que ponga de manifiesto su relación con Cervantes. Las
similitudes con el Don Qttijoti se nos revelan en un ámbito mucho más profundo y
significati yo:
2.1. En primer lugar, la presentación del relato adopta idéntica forma narrativa:
Wieland utiliza el mismo recurso que ya empleara Cervantes, al atribuir la historia
de don Sylvio a un autor español, don Ramiro 'Ion Z .... Este hecho pone de relieve
un primer paralelismo, que entronca con la fingida reproducción por parte de Cervantes
de la traducción del manuscrito de Cide Hamete Benengeli, siendo el objetivo
del novelista español precisamente la invalidación de esta téenica clásica de
autoridad narrativa 3 . Las referencias a estos supuestos autores son constantes a lo
Tanto para la primera parle del DOI1 Sy/vill (WI), como para la segunda (WII), toda cita de la novela
de Wieland remitirá a la siguiente edición que incluye ambas partes de la obra: Christoph
Martin Wieland: Die Abenteller des DO/l Sylvio VOIl Rosalva. Phaidon Bíblíothek. Verlag Kiepenheuer
& Witsch. Küln. Berlín. 1963. Ofrecemos en las notas a pie de página nuestra traducción
de las citas en alemán.
2 Las citas del Don QuUote corresponden a dos ediciones diferentes, según se trate de la prímera
parte (CI) o de la segunda (CI!): Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Ma/lcha l. Edición de
John Jay AlIen. Cátedra. Madrid. 1992 y Don Quijote de la Mancha 11. Edición de John Jay
Allen. Cátedra. Madrid. 1982.
3 En la siguiente cita de Cervantes, podemos observar cómo éste pone en duda de forma cierta-
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largo de las dos obras: WIl, p, 411 4 : "Der spanische Autor fángt dieses Buch mit einer
Art von Entschuldigung an, die er an diejenigen von seinen Lesem richtet (",)",
Además, estas alusiones a la fuente de autoridad también aparecen invalidadas por
la presentación de distintos puntos de vista, lo que constituye, junto con el rechazo
de lo fantástico y milagroso en beneficio de la verosimilitud, una de las principales
innovaciones narrativas de Cervantes, De esta manera, los acontecimientos se transforman
en experiencias vitales, que consiguen ser verosímiles sin que disminuya lo
más mínimo el efecto de admiratía, Wieland ha sabido reconocer la importancia de
estas técnicas, al incorporar a lo largo de toda la obra distintos puntos de vista que
ponen igualmente en duda la autoridad de don Ramiro von Z, .. , así como incorporando
aclaraciones del pro.pío autor, que ,persí~ue~ el mis.mo efecto de verosimilit.ud
y de rechazo de lo fantástIco: WI, p, 60': BDles 1st, wemgstens nach unserer genngen
Meinung, die wahrscheinlichste ErkIa.rung, die man von dergleichen Visionen
geben kann". WI, p. 200 6 : "Der geneigte Leser wird so h6flich sein und die Anführung
dieses Umstandes als einen abermaligen Beweis der Genauigkeit ansehen, mit
der wir die Pflichten der historischen Treue zu beobachten beflissen sind, ( ... )",
2.2. En segundo lugar, tanto la acción, como la caracterización de los personajes
que protagonizan las distintas aventuras, se corresponden en mayor o menor grado
con la acción y los personajes de Don Quijote. Para el estudio de estos componentes
cervantinos hemos atendido a la estructura interna del Don Sylvio, que se basa fundamentalmente
en tres motivos: en primer lugar, la locura de don Sylvio, que le empuja
a salir en busca de una supuesta princesa encantada; en segundo lugar, el
encuentro con don Rodrigo y con Jacinte, cuya verdadera identidad no se descubrirá
hasta el final de la novela, en que Jacinte es reconocida como doña Serafine von Rosalva,
la hermana perdida de don Sylvio; y por último, la fabulosa historia de don
mente ingeniosa la propia alusión a la fuente de autoridad: CH, p. 234: "Entra Cide Hamete, cronista
desta grande historia, con estas palabras en este capítulo: "Juro como católico cristiano ... "; a
lo que su traductor dice que el jurar Cide Hamete como católico cristiano siendo él moro, como
sin duda lo era, no quiso decir otra cosa sino que así corno el católico cristiano cuando jura, jura,
o debe jurar. verdad, y decirla en lo que dijere, así él la decía, como si jurara como cristiano católico,
en lo que quería decir de don Quijote (. .. )".
4 "El autor español comienza este libro con una especie de disculpa que dirige a aquellos lectores
que ... ",
5 "Ésta es, cuando menos a nuestro modesto parecer, la explicación más probable que de tales vjsiones
se pueda dar".
6 "El amabable Icctor tendrá la bondad de considerar la mención de esta circunstancia como una
prueba más de la exactitud con la que nos dedicamos a observar las obligaciones impuestas por
la fidelidad histórica, ... ".
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Gabriel sobre el príncipe Biribinker, primer eslabón que conducirá al desenlace feliz
del motivo principal. Estos tres motivos constituyen los pilares argumentales de la
obra y se relacionan entre sí mediante un proceso de interdependencia que les otorga
la idea de continuidad. Con todo, el relato de don Gabriel forma una unidad aislable
del resto de la obra y es, por lo mismo, equiparable a la de las narraciones que se intercalan
en el Don Quijote, como la del Curioso Impertinente. La diferencia estriba,
sin embargo, en el hecho de que la historia del príncipe Biribinker tiene una causalidad
que afecta directamente al desarrollo argumental de la acción, cual es la curación
del joven y el consiguiente final feliz de la obra.
La primera diferencia argumental la encontramos en las circunstancias familiares
que rodean a don Sylvio: a la muerte de su padre, don Pedro von Rosalva, los dos
hermanos, Sylvio y Serafine, quedan bajo la custodia de su tía doña Menda. Tras la
misteriosa desaparición de la pequeña Serafine, doña Mencia se dedicará en cuerpo
y alma a la educación de su sobrino. Y ya en este contexto aparece la primera analogía:
el joven se aficiona a la lectura de los libros de caballerías hasta que su mente
empieza a confundir la realidad con la ficción. Con los cuentos de hadas pierde definitivamente
el sentido de la realidad, circunstancia que lo identifica plenamente con
la figura de don Quijote, estableciendo así el principal paralelismo argumental de
toda la obra. Esta identificación de personalidad se pone de relieve en la propia narración
de fonna explícita: WI, pp. 2011 7 : "Nehmen wir nun alle diese Umstande zusammen,
welche sich vereinigten, der romanhaften Erziehung unsers jungen Ritters
ihre volle Kraft zu geben, so werden wÍr nicht unbegreiflich finden, daJ3 er nur noch
wenige Schritte zu machen hatte, um auf abenteuerlichere Grillen zu geraten, als seit
den Zeiten seines Landsmannes, des Ritters von Mancha, jemal s in eín schwindlíges
Gehim gekommen sein mogen".
También difiere el motivo que servirá de punto de partida para las andanzas del
joven don Sylvio, ya que en lugar de salir en busca de aventuras cabellerescas, descubre
de manera fortuita, en el bosque donde cazaba mariposas, unajo~a que contiene
el retrato de una dama, de cuya belleza queda prendado: WI, p. 34 : "( ... ) und er
wurde vom ersten Anblick an so verliebt in dieses Bildnis, wie es jemals eín ¡rrender
7 "Reunamos ahora todas estas circunstancias que se aliaban para ceder toda su fuerza a la educación
novelesca de nuestro joven caballero. y no nos parecerá inconcebible que éste no tuviera
más que dar unos pocos pasos para dar con locuras más aventureras de lo que nunca, desde los
tiempos de su paisano. el Caballero de la Mancha. hubiera podido imaginar una mente trastornada".
8 "L.) Y se quedó, desde que lo mirara por vez primera. tan enamorado de ese retrato. como jamás
un caballero sin juicio o un pastor arcádico lo habían estado de su Dulcinea o de su Amaryllis".
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Ritter oder ein arkadischer Scháfer in seine Dulcinea oder Amaryllis gewesen ist".
La perturbada imaginación del muchacho le hace creer que se trata de un hada o de
una princesa, que por algún encantamiento se ha convertido en mariposa. En este
contexto aparece por primera vez un personaje cuyo papel corresponde al de Sancho
Panza. Se trata de Pedrillo, un joven del pueblo al servicio de doña Menda, que, a
petición de esta última, sale en busca de don Sylvio. La amistad que los une lo convierte
en un fiel seguidor de las enseñanzas feéricas de su perturbado señor. Su facilidad
a la hora de dar crédito a las historias que le cuenta su amo, se justifica por una
ingenuidad y simpleza equiparables a las de Sancho: CI, p. 430: "Ya yo sé que todo
lo desta casa es encantamiento; que la otra vez, en este mesmo lugar donde ahora me
hallo, me dieron muchos mojicones y porrazos, sin saber quién me los daba ( ... )".
El primer episodio que entronca con el Quijote tiene lugar en Rosalva, donde don
Sylvio toma por su enemiga, el hada Fanferluche, a doña Mergelina, la futura esposa
que le había buscado su tía. Durante un paseo por el jardín a la luz de la luna, la
imaginación del joven nubla de nuevo su juicio transformando la convidada de doña
Mencia en su bellísima princesa: WI, p. 82 9 : "Er bildete sich ein, in die bezauberten
Garten der Fee Radiante versetzt zu sein; (...) er war so sehr au~er sich selbst, da~ er
in dem Augenblicke, da ihn die schone Mergelina die Schwere ihrer Hand fühlen
Iie~, sich einbildete, seine geliebte Prinzessin an seiner Seite zu sehen". Llama la
atención la similitud con el suceso de la venta, en que don Quijote confunde a Maritornes
con una princesa: CI, p. 213: "Esta maravillosa quietud (...) le trujo a la imaginación
una de las estrañas locuras que buenamente imaginarse pueden; (...)
Pensando en estos disparates, se llegó el tiempo y la hora de la venida de la asturiana
(... ) él la pintó en su imaginación de la misma traza y modo que lo había leído en
sus libros de la otra princesa que vino a ver el malferido caballero, vencida de sus
amores (... r.
La siguiente aventura que nos remite al Don Quijote transcurre en el bos~ue,
donde el temeroso Pedrillo cree ver a gigantes en lugar de árboles: WI, p. 95 1 : "­
Sehen Sie denn den greulichen Riesen nicht ( ... )? -( ... ) schiirne dich, da~ du einen
Baum für einen Riesen ansiehst. -( ... ) Ein Baum, sagen Sie? Wo hat denn ein Baum
Arme und Fü~e? -Ich sage dir (. .. ), da~ es ein Baum ist; was du für Arme ansiehst,
9 "Se imaginó que se había desplazado a los jardines encantados del hada Radiante; ( ... ) estaba tan
fuera de sí que, en el momento en que la hermosa Doña Mergelina le dejó sentir el peso de su
mano, creyó ver a su lado a su adorada princesa".
10 "-¿Pero acaso no ve el espantoso gigante (. .. )? -Vergüenza debiera darte por confundir un árbol
con un gigante l. .. ) -¿Un árbol dice? ¿Dónde tiene pues un árbol brazos y pies? -Te digo L .. ) que
es un árbol; aquello que te parecen brazos, son sus ramas ( ... )".
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sind seine Aste; ( ... )". Será el propio don Sylvio el que haga observar la analogía con
el suceso de los molinos de viento: WI, p. 97 11 : "Wei!)t du wohl, Pedrillo ( ... ), da!)
ich deiner blódsínnigen EinfaUe müde bin? Ich glaube ( ... ), du wíl1st einen Don
Quixote aus mir machen und mich bereden, Windmühlen für Riesen anzusehen?".
El diálogo sobre los supuestos gigantes se podría superponer al que entablan el Caballero
de la Mancha y su escudero sin que se pueda apreciar más diferencia que la
de la inversión de los papeles. La ilusión de Pedrillo viene motivada por el miedo
que le inspira la noche, y no por confundir la realidad con la ficción, como le sucederá
a su amo en otro episodio en el ~ue su locura le hace ver salamandras en lugar
de a un hombre con luces: WI, p.lOl 2: "Eben das ( ... ) ist ein Salamander, sag'ich
dir, und einer der schonsten, die den Thron der gro!)en Radiante umgIanzen".
La analogía con Cervantes alcanza también a algunos de los personajes imaginados
por el protagonista, como el malvado enano verde que en un sueño le roba el retrato
de su princesa encantada. Sucesos de este tipo sumergirán a don Sylvio en una
profunda tristeza: WI, p. 125 13 : "Mein guter Pedríllo ( ... ), sei du immer lustig, so gut
du kannst, und gib auf mich nicht acht; ich gonne dir deinen frohlichen Mut von
Herzen. Du würdest nicht so frohlich sein, wenn du an meiner Stelle warst". Palabras
que recuerdan sin duda a las que pronunciara el Caballero de la Triste Figura:
CI, p. 469: "Come, Sancho amigo, e .. ) sustenta la vida. que más que a mí te importa,
y déjame morir a mí a manos de mis pensamientos y a fuerzas de mis desgracias"
.
El episodio con doña Felicia y su doncella Laura, es el momento elegido por
Wieland para poner de relieve la ambición del joven servidor que, al igual que Sancho
con su isla Barataria, sueña con gobernar algún día un marquesado: WI,
p.152 14 : "( ... ) es ware denn, da!) mein gnadiger Herr seine Prinzessin bald fande,
denn da wollt'ich keinem dafür gut sein, da!) ich nicht ein Marquisat oder eine von
den Grafschaften davontragen konnte, die sie zum Brautschatz mitbringen wird". La
doncella Laura será quien haga observar a doña Felicia el paralelismo con los perso-
11 "Sábete. Pedrillo ( ... ), que estoy cansado de tus disparatadas ocurrencias. Creo que quieres hacer
de mí un Don Quijote y convencerme de que vea gigantes en vez de molinos de viento".
12 "Aquello ( ... ) es una salamandra, te digo. y una de las más hermosas que resplandecen junto al
trono de la sin par Radiante",
13 "Mi buen Pedrillo ( ... ), conserva tu buen humor mientras puedas y no me prestes atención; celebro
de corazón tu ánimo jovial. No te mostrarías tan alegre si estuvieras en mi lugar".
14 "( .. ,) quiera Dios que mi buen señor pronto encuentre a su princesa, que no quiero servir a nadie,
si no puedo conseguir un marquesado o uno de los condados que ella aportará como dote".
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najes de Cervantes: WI, p. 152 16 : "Da,> ist ja noch mehr als im Don Quixote ( ... ).
Wenn der Herr in einen Schmetterling verliebt ist und der Diener auf Marquisate
Staat macht, so k6nnen wir noch Freude an ihnen erleben".
Tras vivir algunas aventuras de las que nuestro joven héroe sale tan maltrecho y
malparado como su predecesor cervantino, don Sylvio y su fiel Pedrillo llegan a Lirias,
donde Jacinte contará la desafortunada historia de su vida, a partir del momento
en que fuera raptada por una gitana J7 . Al tenninar el relato, don Sylvio se sorprende
de que un hada bienhechora no hubiera intervenido para ayudar a la gentil doncella
en apuros, lo que determina a don Gabriel a inventar un cuento con objeto de disuadir
al joven de la existencia de las hadas. Esta "historia verdadera", como la define
don Gabriel, ocupa. junto con la de Jacinte, la práctica totalidad de la segunda parte
del libro. El argumento absurdo del relato y la atípica caracterización del protagonista,
el príncipe Biribinker, como amante infiel de su adorada Galaktea l8 , constituyen
el núcleo desmitificador del propio relato y, por extensión, de todos los cuentos de
hadas. Sin embargo, el joven no quedará convencido del todo hasta que descubra el
verdadero origen del retrato que él atribuía a su princesa encantada. La llegada de su
tía, doña Mencia. y de la gitana que raptara a Jacinte, permiten la identificación de
esta última como hennana de don SyJvio. La novela termina con las bodas de don
Eugenio y Jacinte, ahora doña Serafine von Rosalva. de don Sylvio y doña Felicia, y
de Pedrillo y Laura.
La distinta realización de la cordura del protagonista en la novela alemana, responde
sin duda al hecho de que don Sylvio sea tan sólo un muchacho. En lugar de
recuperar el juicio mediante la enfennedad que conducirá a la muerte a don Quijote,
como hiciera Cervantes (Cn, p. 574: "Verdaderamente se muere, y verdaderamente
está cuerdo Alonso Quijano el Bueno"), será su boda o, lo que es igual, el amor que
profesa por doña Felicia, el que permita la entrada del héroe en el mundo de la realidad:
WII, p. 423 19 : "Don SylvÍo antwortete ihr hierauf mit dem ganzen Emst eines
Liebhabers von siebzehn Jahren, da!) c. .. ) er, seitdem er sie zum erstenmal gesehen,
16 "Esto es más aún de lo que aconteciera a Don Quijote. L .. ) Si el señor está enamorado de una
mariposa y el criado alardea de marquesados. bien podemos todavía divertirnos a su costa".
17 El rapto de la gitana constituye la recuperación del principal motivo argumental de una de las novelas
ejemplares de Cervantes; La gifanilla.
18 Nótese la analogía con el nombre de otra obra de Cervantes; La Galatea.
19 "Al momento le respondió Don Sylvio con toda la gravedad de un enamorado de diecisiete años
que (... l, desde que la viera por primera vez, estando despierto no ve otra cosa que no sea ella
C .. ), Confesó también que lo que sucede en su interior, desde que la conociera. casi lo convence
de que no existe más encantamiento que el amor".
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wachend nichts anderes sehe als sie ( ... ). Er gestand auch, da~ das, was in ihm vorgehe,
seitdem er sie kenne, ihn beinahe ganzlich überzeuge, da es keine andere Verzauberung
gebe als die Liebe".
3. Con todo, tal y como se desprende en parte del análisis de la estructura interna
de la obra, las similitudes con la novela de Cervantes no se reducen a una simple
analogía argumental, sino que afectan también a la caracterización psicológica y lingüística
de los dos personajes principales. De esta manera, Wieland nos va descubriendo
poco a poco la personalidad de don Sylvio y de Pedrillo a través de las
conversaciones que entablan entre ellos. La comicidad de los diálogos, tan similares
de fondo y forma a los de don Quijote y Sancho, revelan un mismo gusto por el humor
satírico. Todo ello constituye, sin duda alguna, la analogía más notable con el
Don Quijote.
3.1. Respecto de la caracterización psicológica, los dos protagonistas presentan
los mismos rasgos 20 que oponían a don Quijote y a su escudero. De esta manera, el
joven don Sylvio, como cabía esperar, se muestra a menudo idealista y despegado
de la realidad, mientras que Pedrillo se preocupa de cosas más prácticas, como la comida
y la bebida: WI, p. 56 21 : "-Sie denken nicht daran, da~ man auf Reisen
allerhand Dinge braucht, mit denen man auf den Notfall versehen sein mu~ ... -Du
wei~t nicht, was du sagst (... ). Wo hast du jemals gehort oder gelesen, da~ ein Prinz
oder Ritter, der unter dem Schutz der Feen in der Welt herumreist, eine solche Vorsicht
gebraucht hatte?". Esta doble cosmovisión, opuesta y complementaria a la vez,
tiene su origen en la distinta concepción de la vida por parte de don Quijote y Sancho:
el, p. 316: "No te dé pena ese cuidado (...) porque, aunque tuviera, no comiera
otra cosa que las yerbas y frutos que este prado y estos árboles me dieren; que la fineza
de mi negocio está en no comer y en hacer otras asperezas equivalentes".
También el ánimo opuesto de los dos protagonistas recupera otro de los rasgos
que caracterizaban a don Quijote y a Sancho. El corazón de don Sylvio, como el del
20 Con todo, se echa en falta en el Don Sylvio la evolución psicológica y, por lo mismo, expresiva
de don Quijote y Sancho: CII, p. 537: "Nunca te oído hablar, Sancho (oO.), tan elegantemente
como ahora; por donde vengo a conocer ser verdad el refrán que tú algunas veces sueles decir
"No con quien naces, sino con quien paces". -¡Ah, pesia tal -replicó Sancho-o señor nuestro amo!
No soy yo ahora el que ensarta refranes; que también a vuestra merced se le caen de la boca de
dos en dos mejor que a mí (. .. l".
21 "-No cae en la cuenta de que en los viajes se necesita toda clase de cosas, de las que se debe disponer
en caso de necesidad ... -No sabes lo que dices. ( ... ) ¿Dónde has oído o leído nunca que un
príncipe o un caballero, que viaja por el mundo bajo la protección de las hadas, hubiera necesitado
semejante precaución?".
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hidalgo Caballero de la Mancha, se consume en tristezas de amor, mientras que Pedrillo
mantiene un estado casi permanente de alegre despreocupación. Con todo, las
amargas pláticas de su señor conmoverán fácilmente su ánimo, tal y como sucediera
con Sancho: WI, p. 79 22 : "Die Tranen kamen ihm in die Augen, da er seinen Herrn
so reden harte, und er entschlo~ sich endlich. allen Gespenstern, Fanferlüschen und
Schmergelinen zum Trotz mit ihm davonzugehen, in welcher Stunde der Nacht es
ihm belieben werde". CI, p. 253: "( ... ) tomó a llorar Sancho oyendo de nuevo las
lastimeras razones de su buen señor, y determinó de no dejarle hasta el último tránsito
y fin de aquel negocio".
Una última oposición, la de la cobardía de Pedrillo frente a la valentía de don
Sylvio, aparece también recogida por Wieland: WI, pp. 95/6 23 : "-(..•)Was mich betrifft,
so schwar'ich dir, da~ alle Baume in diesem Walde zu Riesen werden
kannten, ohne da~ ich sie fürchten würde. -Ich bitte Sie, lieber gnadiger Herr (. ..),
reden Sie nicht so laut! Die Haare stehen mir zu Berge, wenn ich Euer Gnaden so
reden hare. Die Riesen kúnnten Sie beim Wort nehmen".
3.2. En cuanto al uso del lenguaje por parte de don Sylvio y de Pedrillo. la correspondencia
con la expresión de don Quijote y Sancho respectivamente es absoluta.
Así. el lenguaje de don Sylvio. como corresponde al de los héroes de los cuentos
que cree protagonizar, es tan elegante y cargado de alusiones literarias aue el buen
Pedríllo apenas alcanza a seguir los razonamientos de su amo: WI, p. 43 2 : "Pedrillo
verstand kein Wort von diesen Reden. aber das machte ihn eben desto neugieriger".
La expresión depurada del hidalgo manchego provocaba idénticas situaciones en el
Don Quijote: CI, p. 211: "Confusas estaban la ventera y su hija y la buena de Maritornes
oyendo las razones del andante caballero, que así las entendendían como si
hablara en griego ( ... )". Por su ~arte, Pedrillo habla en exceso interrumpiendo constantemente
a su amo: WI, p. 51 5: "-Zum Henker, rief Don Sylvio, ( ... ) Du fangstja
wieder von vorn an .... -Nein, Herr, sagte Pedrillo, ich wollte nur sagen, da~ ich kein
22 "Acudieron a sus ojos las lásgrimas oyendo hablar a su señor de esta manera y finalmente determinó
que. a pesar de todos los fantasmas. Fanferluches y Schmergelinas. lo acompañaría a cualquier
hora de la noche que él quisiere".
23 "-En lo que a mí concierne, así te juro que ya pueden convenirse todos los árboles de este bosque
en gigantes sin que yo los temiere. -Le ruego, buen señor, e .. ) que no hable tan alto. Los pelos se
me ponen de punta cuando oigo hablar a vuestra merced de esta manera. Los gigantes podrían tomarle
la palabra".
24 "Pedrillo no entendió una palabra de esta plática, pero eso le picó más aún la curiosidad".
25 "¡Diablos!, gritó don Sylvio, ( ... ) Ya vuelves a empezar desde el principio ... -No señor. dijo Pedrillo,
sólo quería decir que no quiero decir ni una palabra más".
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Wort mehr sagen wilJ e .. )". Este rasgo tampoco resulta novedoso, por cuanto ya
Cervantes había dotado de la misma locuacidad a la figura del escudero: CH, p. 173:
"Por quien Dios es, Sancho ( ... ), que concluyas con tu arenga, que tengo para mí que
si te dejasen seguir en las que a cada paso comienzas, no te quedaría tiempo para comer
ni para dormír; que todo le gastas en hablar". La incontinencia verbal del bueno
de Pedrillo, se ve igualmente sustentada por la concatenación de refranes, tan desatinados
como mumerosos, contra los que ya don Quijote previniera a su escudero:
cn, p. 344: "También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre
de refranes que sueles; que puesto que los refranes son sentencias breves, muchas
veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias". WI,
p. 106 26 : "Kinder und Narren sagen die Wahrheit. ( ... ) der >Hab'ich< immer besser
gewesen 1st als der >Hatt'ich

Tal y como se ha podido comprobar a lo largo de este breve estudio comparado,
Wieland ha emulado el Don Quijote de forma no sólo consciente, sino también explícita,
poniendo en boca de sus propios personajes la alusión a los protagonistas de
la novela de Cervantes. Este hecho pone de relieve la buena voluntad por parte de un
autor que hace gala de discípulo y cuyo acierto ha consistido en la elección de tan
insigne maestro. Respecto de su inspiración cervantina. conviene hacer hincapié en
que no se trata tan sólo de la recuperación de motivos argumentales y de caracteres
quijotescos, sino que se trata también y sobre todo, tal y como señaláramos en su
momento, de la aplicación en lengua alemana de aquellas innovadoras técnicas narrativas
que Cervantes introdujera en su Don Quijote. Y, en este sentido, el discípulo
ha sabido estar a la altura del maestro al conseguir que su obra Die Abenteuer des
Don Sylvio von Rosalva representara, en términos de Robertson, "el comienzo de
una nueva era en el desarrollo de la prosa alemana".
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