Cuaderno Derecho Penitenciario N 15 - Ilustre Colegio de ...

CUADERNOS DEDERECHOPENITENCIARIO
[179] Es competente el tribunal sentenciador
para conocer del recurso
de apelación contra resoluciones
sobre redenciones.
Aunque el penado cumple condena por otro delito,
la única pena en la que puede ganar redenciones,
como consta en el expediente es la impuesta
por la Audiencia Provincial de Huelva (Sección 2ª).
Como quiera que redimir o no penas afecta al cumplimiento
de la pena se está en el caso de acordar la
inhibición en favor del referido Tribunal competente
para conocer del presente recurso conforme a lo
prevenido en la disposición adicional 5ª de la LOPJ.
Auto 367/07, 29 de enero de 2007, JVP nº 2 de
Madrid. Exp. 96/06.
[180] Si el quebranamiento se sobresee
libremente, las redenciones
no se pierden.
En primer lugar el Tribunal tiene que reconocer
un error o, como mínimo, una decisión muy discutible
al proclamar la competencia del Juzgado de
Vigilancia Penitenciaria de León en auto de 12 de
julio de 2004, toda vez que a lo que parece el penado
no regresó de un permiso al Centro de Navalcarnero
y se le dio de baja en redención que aprobó
el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria n° 2 de
Madrid, en auto de 17/12/98. Debe rectificar esa
resolución de 12/7/04 y decidir ahora sobre el fondo
del asunto.
El fondo es el siguiente. En noviembre de 1.998
el penado no regresó de un permiso y durante el
tiempo que estuvo ausente cometió nuevos delitos.
En principio está claro que todos los indicios apuntaban
inicialmente a un quebrantamiento de condena
y no es censurable el auto de 19/11/98 que acordaba
la baja en redenciones, previa conformidad
del Ministerio Fiscal.
Ahora bien, en razón de esos hechos se siguieron
las diligencias previas n° 1980/98 del Juzgado
de Instrucción de Navalcarnero. Este Tribunal ha
pedido testimonio de la resolución que puso fin a
las mismas. Pues bien, el auto de 8/4/02 del Juzgado
de Instrucción n° 2 de Navalcarnero acuerda
el sobreseimiento libre de las diligencias por haber
prescrito el presunto delito.
A partir de ese auto de sobreseimiento es imposible
sostener que existe delito de quebrantamiento.
La prescripción, de un lado extingue la responsabilidad
criminal, conforme al art. 130 del Código
Penal; y de otro, como artículo de previo pronunciamiento,
conforme a los arts. 666 y 786 de la
LECrim, impide pronunciarse sobre si nos encontramos
ante una conducta típica antijurídica y culpable,
impedimento total y absoluto para el juez
natural de la causa, cuanto más para cualquier otro
Juzgado o Tribunal.
De otro lado, es claro que el artículo 65 del
Reglamento de los servicios de prisiones establece
que no podrán redimir pena por el trabajo quienes
quebrantaren la condena o intentaran quebrantarla
aunque no lograran su propósito, remisión a los
conceptos de delito consumado y de tentativa del
delito de quebrantamiento de condena, pues es
impensable, conforme al principio de legalidad, que
quepa una suerte de consideración autónoma en
un reglamento de lo que constituye un quebrantamiento
de condena al margen de lo prevenido en el
Código Penal (Artículos 468 y 469). En consecuencia
cuando no existe ni puede existir condena por
delito de quebrantamiento, no se cumplen las condiciones
para perder la posibilidad de redimir penas
por el trabajo, lo que en el caso concreto conlleva
que debe dejarse sin efecto lo acordado por el Juzgado
de Vigilancia Penitenciaria n° 2 en auto de
17/12/98, de suerte que quede sin efecto la baja en
redención allí aprobada con todas las consecuencias
a ello inherentes en cuanto a la posibilidad de
redimir por delitos cometidos antes de la entrada en
vigor del actual Código Penal.
Auto 2389/06, 26 de mayo de 2006, JVP nº 2 de
Madrid. Exp. 132/05.
[181] Baja en redención provisional
que puede ser revocada si
luego hay sentencia absolutoria
o archivo. Además, ésta sólo
afecta a la pena que estaba
cumpliendo cuando quebrantó.
Contra el Auto dictado por el Juez de Vigilancia,
aprobando la baja en redención de penas por el trabajo
con efectos desde el día 3 de febrero de 2001
y motivada por la evasión del interno, alega la
Defensa, de una parte, la inexistencia de una sentencia
firme que haya declarado la existencia de un
delito de quebrantamiento de condena. De otra
parte, que la procedencia de la baja sólo puede afirmarse
en relación a la causa que estuviera cumpliendo
cuando se evadió, no debiendo afectar por
el contrario a las condenas cuyo cumplimiento no
se ha iniciado.
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