Cuaderno Derecho Penitenciario N 15 - Ilustre Colegio de ...

CUADERNOS DEDERECHOPENITENCIARIO
[138] La suspensión de un permiso
por un expediente disciplinario
no supone la denegación de los
siguientes.
Este tribunal ya ha concedido permiso en otras
ocasiones al penado. No consta que haya hecho
mal uso de ninguno de ellos, aunque consta, es
cierto, que su disfrute ha sido suspendido en tanto
no se resuelva el expediente disciplinario en que el
interno se ha visto incurso. No obstante, atendida
su evolución general y siendo la fracción de la pena
cumplida cada vez más elevada, no constando
retroceso en la evolución, o perjuicio en su tratamiento,
ni perdida de apoyos externos ni, en general,
ningún dato que desaconseje mantener la línea
iniciada, en estas circunstancias, no se modificará
el criterio formado en relación al interno y debe conceder
también el presente permiso.
Auto 591/07, de 8 febrero. Exp. 125/06 del JVP
nº 4 de Madrid.
[139] La existencia de una sanción
disciplinaria sin cancelar no
tiene por qué significar mala
conducta.
El penado cumple condena por delitos de lesiones
y robo con violencia, las penas suman dos años
y seis meses de prisión y ha extinguido más de las
tres cuartas partes de esa cifra. Tenía una sanción
disciplinaria sin cancelar (probablemente ya este
cancelada dada la fecha del informe) pero ello no
significa mala conducta pues ha de tenerse en
cuenta que el penado participa en actividades dentro
del Centro, asiste a las sesiones de alcohólicos
anónimos y ha hecho un esfuerzo por satisfacer la
responsabilidad civil a la víctima.
Auto 4678/06, de 20 de noviembre. Exp. 132/06
del JVP nº 3 de Madrid.
[140] Garantías de buen uso, pese a
sanciones sin cancelar.
La Junta de Tratamiento, al denegar el permiso,
reseña que el interno tiene sanciones sin cancelar y
que padece alcoholismo grave con significación criminológica.
El interno alega, por su parte, haber ganado
notas meritorias, tener hábitos de trabajo, participar
en actividades de carácter formativo, tener destino
laboral en el Centro Penitenciario y contar con el
apoyo y la acogida de la asociación APROMAR
para el disfrute de permisos, a más de con apoyo y
vinculación familiar, por residir en España su mujer
y su hijo. Alega también hallarse abstinente del
alcohol.
A la vista de todas estas circunstancias y de la
fracción de condena que ya ha extinguido, el Tribunal
considera aparecen en el caso del recurrente
garantías razonables de buen uso de las salidas de
permiso y de que el disfrute periódico de las mismas
contribuirá a estimular la buena conducta del
interno y la decisión de empezar a preparar el retorno
definitivo a la libertad. Por tanto, que si los permisos
han de representar algo más que un alivio de
la privación de libertad, depende ante todo de su
propio esfuerzo. Es decir, de su decisión por formar
un proyecto de vida, como persona joven que es,
del que definitivamente no formen parte el delito ni
la prisión, procurando combatir los factores, como el
alcohol, que pueden encontrarse detrás del delito y
afrontar, siquiera sea a plazos, el pago de la responsabilidad
civil en que haya incurrido para con su
víctima.
Se autorizará, pues, el permiso, solicitado, que
tendrá una extensión de ocho días, dividido en dos
permisos de cuatro días cada uno, y que se someterá
a la condición de que sea disfrutado bajo la
tutela y acogida de APROMAR y a la de que algún
miembro de su familia acompañe al interno a la salida
y al reingreso al centro penitenciario. Se disfrutará
cuando el interno cancele las sanciones disciplinarias
en que incurriera.
Auto 722/07, de 15 de febrero. Exp. 1291/05 del
JVP nº 3 de Madrid.
[141] La ley exige que la conducta no
sea mala sin imponer como
requisito una especial bondad
en la misma.
El recurso (del Ministerio Fiscal) se basa en que
el penado no observa buena conducta. Ciertamen-
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