Cuaderno Derecho Penitenciario N 15 - Ilustre Colegio de ...

CUADERNOS DEDERECHOPENITENCIARIO
sienta temporalmente excluido de forma absoluta
de la sociedad a la que debe reintegrarse, y ello
supone que se reconoce el derecho de los internos
a relacionarse con el mundo exterior dentro de los
establecimientos penitenciarios por medio de las
comunicaciones y visitas.
En concreto, el derecho a las comunicaciones
telefónicas se regula en el artículo 47 del Reglamento
Penitenciario, precepto en el que reciben un
tratamiento diferente las comunicaciones con familiares
y las comunicaciones con amigos.
Sin embargo, el apelante sostiene en su recurso
que debe hacerse una interpretación extensiva del
precepto, según el espíritu del artículo 51 de la Ley
Orgánica General Penitenciaria, conforme a la cual,
atendidas sus circunstancias personales, se le
debería permitir comunicar regularmente por teléfono
con personas que no tienen la condición de familiares
del mismo modo que se practican las comunicaciones
orales.
Ahora bien, no es posible acceder a su pretensión,
por cuanto que la propia norma es la que discrimina
una y otra situación, de forma que no cabe
la interpretación analógica del artículo 47 del Reglamento
Penitenciario, puesto que no existe laguna
alguna en el precepto.
Así pues, el interno tan sólo podrá comunicar
telefónicamente con las personas a las que se ha
referido con arreglo a lo establecido en el apartado
1.b) del citado artículo 47, lo que hace necesario
justificar la importancia del asunto sobre el que se
va a tratar en la comunicación.
Auto 1304/06, 27 de marzo de 2006, JVP nº 3 de
Madrid. Exp. 592/99.
[50] Tarjetas telefónicas, adquisición.
El penado no es la primera tarjeta que recibe y
sabe que tiene que pedirlas, si no puede pagarlas a
través del trabajador social. Se dirige al Subdirector
de Seguridad el cual le indica que las tarjetas se
adquieren en el economato del módulo. Es decir, le
contesta aunque, como no tiene por qué saber de
su condición de insolvente, no le remite al trabajador
social. El auto de 30.11.05 ya avisa al penado
de su error, o de su obstinación, pues no era la primera
tarjeta que recibía gratuitamente. Y el penado
insistió en recurrir en reforma y apelación cuando lo
lógico es pedir la tarjeta y no sobrecargar a la jurisdicción
con recursos sin sentido, en perjuicio de
otros recursos que puedan tenerlo. Es una actitud
procesalmente reprobable y que ha de desembocar
en la desestimación del recurso.
No se imponen las costas del proceso para no
sobresaturar a la jurisdicción, dada la cualidad de
insolvente del penado.
Auto 1617/06, 18 abril de 2006, JVP nº 3 de
Madrid. Exp. 282/03.
[51] Con abogados.
El motivo de este recurso de apelación consiste
en que el interno recurrente ha formulado queja
sobre las dificultades que le ocasiona la dirección
del Centro penitenciario para llamar por teléfono a
su abogado y poder comunicarse con él.
El recurso de apelación debe desestimarse en la
presente ocasión. En efecto, lo que en concreto
alega el interno es que le ha sido denegada la inclusión
del número de su letrado por haberse efectuado
fuera de plazo, siendo ésta la explicación que
da: para que las llamadas semanales a que tiene
derecho cada interno, en número de cinco, puedan
efectuarse tienen que incluirse previamente los
números en formato informático y con una clave del
N.I.S. del interno, sucediendo en su caso, según
refiere, que contra su solicitud se ha alegado que
se efectuaba fuera de plazo.
Ahora bien, en el Informe que emite el Director
del Centro Penitenciario, que ha sido recabado por
el Juez de Vigilancia penitenciaria, y al que acompaña
acreditación documental de la ficha personal
de teléfonos autorizados al interno y de las llamadas
efectuadas entre el 1 de marzo y el 5 de diciembre
de 2.005, se hace constar –lo que puede verificarse
consultando el listado– que el recurrente no
ha solicitado los diez números a que tiene derecho,
sino que ha pedido sólo cinco. Y, lo que es también
importante ahora a los efectos de este recurso, que
"el interno dispone de la posibilidad de modificar
cada mes, total o parcialmente, dicha relación de
números de teléfono". Es decir, que la omisión
puede subsanarse en un plazo de treinta días.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta que el interno
no discute y no pretende rebatir el hecho de que su
solicitud fue interpuesta fuera del plazo que se
hubiese asignado para hacerla, no puede de ningún
modo considerarse arbitraria la negativa a incluir el
número de su letrado. Por lo demás, habida cuenta
de la posibilidad de solicitar nuevamente la inclusión
y de que el interno tampoco indica la razón, si la
hubiere, de la urgencia de dicha comunicación, tam-
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