Cuaderno Derecho Penitenciario N 15 - Ilustre Colegio de ...

semanas no consigue el empleo que cree tener al
alcance de la mano.
Auto 988/2006, de 9 de marzo, JVP nº 1 de
Madrid. Exp. 1104/2003.
[33] Sin necesidad de cumplir la
cuarta parte de la condena sin
haber disfrutado de permisos y
sin oferta de trabajo.
El penado no ha cumplido la cuarta parte de la
condena y no ha disfrutado de permisos por tanto.
No hay por ello demasiados datos que permitan
conocer su respuesta al tratamiento. Sin embargo
hay datos en el expediente que permiten afirmar
una escasa peligrosidad y, por tanto, la capacidad
de vivir en un régimen de semilibertad en razón de
ello y que son los siguientes:
– La edad del penado (62 años) .
– Su carácter de delincuente primario.
– La permanencia durante cuatro años en libertad
provisional sin delinquir.
– Su delicado estado de salud con pronóstico
de vida malo a medio plazo, y con graves dolencias
que afectan al aparato cardiocirculatorio, al
digestivo y a la columna vertebral.
– El apoyo familiar.
– El disfrute de una pensión que le permita vivir,
aún modestamente.
En razón de lo anterior debe estimarse el
recurso y acordarse la progresión del penado al
tercer grado de tratamiento que tendrá lugar en
régimen abierto pleno (Art. 83 del Reglamento),
dadas las posibilidades de vivir con la pensión que
tiene y lo impensable de condicionar el régimen a
la concesión de un empleo en el estado de salud y
a la edad del penado.
Auto 1091/07, 6 de Marzo de 2007, JVP nº 1 de
Madrid. Exp. 1006//2006.
[34] Enfermedad grave que limita la
capacidad de delinquir.
En el caso de autos nos encontramos que el
interno que ha sido condenado como autor responsable
de varios delitos contra la propiedad a la
pena de 10 años, 25 meses y 43 días de prisión,
de la que ya ha cumplido más de la mitad de la
condena y cumplirá las 3/4 partes el 31 de diciembre
de 2007 y la totalidad la cumplirá el 15 de
enero de 2011, viene disfrutando de un régimen
de permisos, sin que conste incidencia negativa
alguna al respecto, siendo acogido por su familia,
posee hábitos laborales con rendimiento adecuado
y colaboración y eficacia en las labores encomendadas
y en cuanto a su conducta carcelaria ésta
es buena, sin haber tenido sanción alguna y con
una evolución conductual y tratamental positiva,
por otro lado el interno padece graves enfermedades
como una inmunodeficiencia severa: CD4 de
65 cel/m3, CU de 8.040 gr/ml con Alul/05, una plaqueta
previa severa, síndrome varicoso severo en
miembros inferiores, hepatopatía crónica por virus
D, C y B, con una evolución desfavorable, según
los servicios médicos del Centro penitenciario, y
un mal pronóstico a medio plazo, según el informe
emitido por el Médico Forense, quien manifiesta
que si bien dichas enfermedad no anulan la capacidad
de delinquir del interno si que la limitan de
forma considerable, factores todos ellos que determinaron
que la Junta de Tratamiento informara
favorablemente la progresión al tercer grado del
interno, por todo ello procede estimar el recurso
formulado por el mismo y concederle la progresión
al tercer grado penitenciario conforme a lo establecido
en el artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario,
con sujeción a condiciones que al respecto
pueda señalar el Centro Penitenciario.
Auto 1135/06, de 17 de Marzo de 2006, JVP
nº 1 de Madrid. Exp. 358/01.
[35] Se concede el tercer grado sujeto
a condiciones que deben establecer
la Administración Penitenciaria
y el JVP.
En el caso de autos nos encontramos que el
interno recurrente que ha sido condenado por la
comisión del delito contra la salud pública a la
pena de 9 años de prisión, ha cumplido ya más de
la cuarta parte de la pena impuesta, cumpliendo
las 3/4 partes el 18 de abril de 2008 y la totalidad
el 18 de julio de 2010, es delincuente primario y
mantiene una muy buena conducta penitenciaria,
con participación activa en actividades de tratamiento
así como laborales, por otro lado está disfrutando
de un régimen continuado de permisos
de salida, sin que conste incidencia negativa algu-
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